Algunos encuadres, por si solos son complejos por el aburrimiento que compromete su observación. Pero en cambio, si los situamos dentro de un contexto muy concreto son capaces de pasar desapercibidos sin que moleste su presencia a pesar de pasar varias horas sentados bajo su influencia. Pero también hay encuadres que merecen vivir por si solos, el desenlace de la escena bajo el ojo crítico de quien lo observa. La simplicidad de las formas roza el bostezo más precoz que uno pueda padecer.
La imagen de hoy, ampliada a un metro y cuarenta centímetros de ancho, decora una pared en un café donde el jazz suena hasta el amanecer.
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Un buen juego con las formas.
ResponderEliminarCuadrados y rectángulos.
¿Te pagaron bien la ampliación?
Un abrazo.
Hola Jan, hay que tener ojo para ver una foto de algo tan sencillo y elevarlo a la categoria de arte.
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPués depende mucho del que mira y cómo lo mira; a mí me gusta el juego de colores, texturas, formas, contrastes...
ResponderEliminarÚltimamente me ha dado por experimentar con lo "Abstracto" en fotografía, quizá en un intento de reconciliarme con ese tipo de Arte que siempre me ha costado entender.
Te dejo un beso.
Será la pared mejor decorada del café...
ResponderEliminarla pared, la fotografia, olor a café y jazz, no se que mas se puede pedir...
Bicos :)
Decía Oscar Wilde que "Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.
ResponderEliminarT-bso.
Puro jazz. Para ilustrar el espacio donde sonarán esos ritmos.
ResponderEliminarLa compañía es importante. El jazz y la foto se acompañan mutuamente.
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