Uno, separado del resto, se va aislando cada vez más en la lejanía, y casi sin darse cuenta nota su cuerpo diferente de los demás, que en grupo, están situados enfrente, poniendo una barrera en la distancia.
Esta soledad, puede dotar al solitario que la padezca, de una mayor sensibilidad, que llegue a herirlo.
A veces nos alejamos mucho sin darnos cuenta de la distancia que hemos recorrido, un escrito para hacernos pensar, la foto preciosa, un abrazo amigo Jan
Curioso y certero pensamiento. Esa cantidad de cactus debe impresionar ¿no?
ResponderEliminarEse espacio da miedo: como si fuera hacia dentro de uno mismo.
ResponderEliminarCuanto nos alejamos de nosotros mismos algunas veces...creo entenderte.
ResponderEliminarun abrazo.
Buenas noches, Jan Puerta:
ResponderEliminarUno, separado del resto, se va aislando cada vez más en la lejanía, y casi sin darse cuenta nota su cuerpo diferente de los demás, que en grupo, están situados enfrente, poniendo una barrera en la distancia.
Esta soledad, puede dotar al solitario que la padezca, de una mayor sensibilidad, que llegue a herirlo.
Saludos. Gelu
A veces nos alejamos mucho sin darnos cuenta de la distancia que hemos recorrido, un escrito para hacernos pensar, la foto preciosa, un abrazo amigo Jan
ResponderEliminarImpresiona y mucho ese paisaje, amigo. Adentrarse en uno mismo implica alejarse primero de toda atadura. Preciosa fotografía
ResponderEliminarabrazos (dos)
pd. por cierto he visto el brindis con autorretrato quijotesco :) ya conozco tu cara actual (y tu la mía)