En el número treinta y dos, aun se medita. Se piensa en los demás y poco importa lo que los demás piensen sobre uno. Se acuestan con la penumbra que ejercen las velas en su estancia. Se levantan temprano y aprovechan el día como si fuese el último de sus vidas.
Los habitantes del número treinta y dos cuando salen a la calle, la sonrisa es su mejor carta de presentación. No saben discutir. Saben ayudar sin pedir nada a cambio. Piensan lo que van a decir. Hablan lo necesario. ¿Para qué más?
¿Todos podríamos vivir en el número treinta y dos?
Qué difícil es a veces ser feliz. ¿O no?
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Buenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminarMe gusta tu fotografía, y la manera de vida de los habitantes del número 32.
Y aunque se enganchen los tacones, me encantan hasta los adoquines de su calle.
Saludos. Gelu
La vida es más dura sin felicidad.
ResponderEliminarO sea, es dura casi siempre.
estoy muy cerquita del 32, vivo en el 29-31... no medito pero procuro pensar todo lo que digo y decir casi todo lo que pienso... sonrío todo lo que puedo y si puedo, hago sonreir a los demás.
ResponderEliminary con eso me conformo.
biquiños.,
p.d.: llego a tu blog desde el blog de Pedro Ojeda, ví tu retrato quijotesco que me pareció de los mejores de todos los que lleva publicado, incluído el mío... je je je.
Nos gusta complicarlo todo, amigo. Ser feliz no es difícil, lo realmente difícil es no envidiar a quien lo es.
ResponderEliminarabrazo de sábado
Un abrazo con mucho espiritu 32.
ResponderEliminar¿Son flores las que decoran la puerta 32?
ResponderEliminarTal y como lo pintas, me apunto a vivir ahí.
Un abrazo.
Pintemos todos pues el nº 32 en las puertas de nuestras casas.
ResponderEliminarBesos
Precioso texto e imagen!
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog, es encantador y con muy buenas fotografías.
Saludos.
Bona nit Jan:
ResponderEliminarAquesta fotografía, ben be prodría ser un quadre.
Es magnifica i el que trasmeteix també.
Reb una abraçada
Una bella imagen que nos hace dar rienda suelta a nuestra imaginación tratando de dilucidar cómo serán de especiales los habitantes de aquella casa!
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Jan:
ResponderEliminar¡Vivamos todos en el nº 32!
Un fuerte abrazo y feliz semana.
Pues aunque me encanta la filosofía de vida del 32, creo que no es sencillo vivir así. Al menos no para mi. Seamos realistas: ¿de verdad podríamos vivir eternamente sonrientes, felices y ajenos al resto? ¿de verdad podríamos hablar estrictamente lo necesario, y además, pensar cada vez antes de abrir la boca? Ójala fuese así...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hola Jan,
ResponderEliminarMoltes gràcies per les teves paraules d'ànim.
Qué bé que aniria viure aprop d'aquest número i poder trobar-te sovint amb els seus habitants i disfrutar i aprendre d'ells!!
Una abraçada.