En ocasiones, admiramos la entrada de un edificio que por su ornamentación y singularidad nos parece que rompe con la monotonía de las demás construcciones que lo rodean. Es como ser la cenicienta en una comunidad donde las formas carecen de interés y los colores que la visten suelen ser grises como una mañana nublada o revestidos de ladrillos con su color original mostrándonos la falta de originalidad del mismo.
Pero hay veces que los arquitectos parece que hayan venido de una fiesta y se atreven a dotar de nuevos atavíos la desnudez de un edificio. Lo llenan de cristal, lo vacían de cemento y en otras ocasiones simplemente se dejan seducir por los metales para darle mil brillos en un atardecer cualquiera rompiendo la monótona instancia de vivir en una ciudad.
Si además de lo expuesto, pasa por delante un personaje anónimo luciendo un inconmensurable arco iris andante, la escena simboliza –a mi entender- un autentico surrealismo onírico lo miremos por donde lo miremos.
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Copyright © By Jan Puerta 2011
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Una buena instantanea la que conseguistes Jan, estabas en el preciso instante para captar a este colorista joven con sus cascos y a su rollo pasando ante está bien parecida fachada, un abrazo Jan
ResponderEliminarEso son nuestras realidades: contrastes.
ResponderEliminarPor supuesto que tienes razón Jan, pero no podías encontrar un modelo más apropiado para romper con estos tópicos.
ResponderEliminarSaludos.
Es un instante entre 100 amigo Jan. Tal vez símbolo del mestizaje inevitable de nuestro mundo moderno.
ResponderEliminarGran foto
Un abrazo
Estabas donde había que estar, amigo!
ResponderEliminarMe encantó el aspecto del joven (me gustan esos colores) y la fachada del edificio que hay que esforzarse para "verla"... es fascinante en su diseño.
Abrazos!
Genial fotografía.
Buen trabajo que gracias a ti podemos contemplar.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un abrazo.
Los bellos contrastes que forman nuestro día a día... aunque muchas veces no son tan bellos como esta fotografía
ResponderEliminardos abrazos, Jan
Buenas noches, Jan Puerta:
ResponderEliminarTe diré lo que he pensado mirando tu fotografía:
1.- Al ver el número me he acordado del prefijo telefónico de Santander.(No me acostumbro a decir Cantabria).
2.- El jersey, de colores, como un arco iris, me ha hecho pensar que aún guardo uno así que me hizo una tía muy querida, precisamente de esa Ciudad que te he citado.
3.- Luego me he fijado en la cantidad de dorados de la puerta y faroles, y en lo complicado de los cristales, y en lo que tenía que costar mantenerlos tan brillantes. Los arquitectos no suelen pensar en esos detalles.
4.- Luego me he ido a los parterres. El de la izquierda con geranios y el de la derecha con lirios verdes (=cintas, malamadre, lazos de amor). Por no parecer pedante, no te pongo el nombre 'culto').
5.- El muchado iba absorto, en lo que escuchaba a través de los cascos o en sus pensamientos. Parecía que iba lanzado al jardincillo.
En la fotografía, hasta la piedra de la pared, sufre decolorada por los brillos y oropeles que han colocado.
Saludos
Ya lo creo que la escena es surrealista, ¡pero que bueno llevar un arcoiris encima!
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