Invite a mis mejores amigos a comer. Nada formal. Los que ya me conocen lo saben. Algo improvisado. Para no ser esclavo de la cocina y aprovechar el tiempo para hablar y pasárselo bien. De eso se trata siempre.
Cuando estas acostumbrado a vivir solo, nunca te complicas para el arte del buen comer. Buscas soluciones sencillas y practicas. Recetas que cumplan su función. Mas simple, imposible.
Esta vez, opté por un plato que en la postguerra, se convirtió en un clásico y hoy en día parece olvidado y condenado al ostracismo. Los arenques. (Les arengades que se dicen en Cataluña) Un pescado que sirve como complemento para cualquier eventualidad. Herví unas patatas. Puse dos botellas de aceite de oliva. Dos panes de payes…
Antes de que empezasen a llegar recordé mi última visita al mercado de la Boqueria en plena rambla barcelonesa…
.-Si se las compro todas, a cuanto me las deja?
Mi pregunta, hizo sonreír a la simpática dependiente de la pesca salada.
.-Todas?
Me preguntó con una cara entre la sorpresa y la incredulidad.
.-Si. Todas. Con la banasta (1) incluida.
Me hizo un precio especial y me las llevé. Ni siquiera saqué el precio de venta de las unidades. Así mismo lo presenté en la mesa. En una bandeja grande estaban las patatas. Unas botellas de buen Ribera del Duero eran mi mejor elección para la ocasión. Así se improvisó este peculiar “self service”.
De música elegí un surtido de arias, interpretadas por la Callas. La puerta de casa estaba abierta. Los amigos fueron llegando…
(1) Banasta: Es el recipiente donde se dejan los arenques una vez salados. Hace unos años era usual verlos en las pescas saladas.
Fragmento de:
“Los últimos días”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
“Los últimos días”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
¡Me encantan los arenques! Ahumados, a la crema, en vinagre, cualquiera sea la preparación, estoy dispuesta a aceptar el convite. Y si es regadito con un vaso de vino blanco helado, ¡la fiesta es completa!
ResponderEliminarNunca probé los arenques, se llamaran así en Argentina???? y las patatas son papas, no????
ResponderEliminarmmmm me parece que debe haber estado riquísimoooooooo!!!!
besotes
quisiera un vaso de vino, me invitas?
Catalina...
ResponderEliminarSuelo romper las reglas por aquello de no caer en lo clásico. Así que sustituyo el vino blanco por un buen tinto. Pecado? Quizás... pero, como yo puse la mesa.
Invitada estas!
Un abrazo
Enredada...
ResponderEliminarLa puerta ésta abierta y la mesa servida. Pasa y acomódate.
Un abrazo
Las papas, son las patatas. Los arenques, no se como los llamáis en Argentina. Tendremos que investigar.
ohhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarArenques y patatas....!!!!!de la Boquería!!!!
Me has matao....
Qué delicia....
(Yo amo a Barcelona...AMO a Barcelona...estuve en marzo...siempre me sabe a poco...ay...la boquería)
Un beso, Jan....
(Y no sé por qué...pero yo te había ubicado mentalemente en México...algo pasa conmigo...debo estar trabajando en exceso)
No se como estarian, pero la pinta es buenisima y leyendo tu presentacion me sabe mal no haber estado en tu fiesta porque seguro os lo pasateis genial.
ResponderEliminarBuena foto y buen plato.
Un saludo y espero que sigas dandonos ideas frescas para nuestra noches de anfitriones.
Adeu.
No me matan los arenques y menos los ahumados... pero me fascina tu vida, las anecdotas que surgen a tu alrededor, tus fotografías y tus escritos..
ResponderEliminarUn beso
Cómo me gusta la Boquería !! siempre que voy a Barcelona intento pasearme por allí ...
ResponderEliminarMe parece una idea genial un self service de lujo !!
No tengo ni idea de cual fué el camino que te llevó a mi blog, pero me encantó esa visita que hizo posible el camino de vuelta
ResponderEliminaral tuyo.
Llevo un rato leyendo y me gusta lo que dices y ese peculiar estilo con el que lo dices.
Me encantan las fotos.
Respecto a los arenques... pues le oi a mi abuela hablar mucho de ellos y los veo a veces por ciertas tiendas de Bilbao, pero jamás los probé... habrá que corregir eso.
Un saludo desde Bilbo
Espero que no sea un exceso de trabajo, apreciada Lena. Y si así fuera, espero que ese lapsus haya servido para tomártelo con mas calma.
ResponderEliminarLa boquearía, es un rincón de paso obligatorio. Aunque a veces, te dan gato por liebre si no sabes comprar. Supongo que como en muchos sitios. Cuando un lugar adquiere fama… Pero siempre que podía, allí que me acercaba.
Un abrazo
Abe…
ResponderEliminarCompré mas de la cuenta. El numero era ocho por cabeza. Pensé que sobrarían. Pues no! Si me descuido se me comen las mías.
Añoro esas fiestas. Tiempos aquellos!
Un abrazo
Vive Malabar…
ResponderEliminarLos arenques eran salados.
Gracias por tus palabras. Es un elogio para tener enmarcado!
Espero poder seguir contando con palabras e imágenes todo lo que vivo.
Un fuerte abrazo
La+…
ResponderEliminarHaces bien. Visualmente es una explosión de color, olores y sabores.
Un fuerte abrazo
Pizarr…
ResponderEliminarPues no se. Cosas de las casualidades, si es que estas existen.
Un viejo poeta siempre decía antes de empezar un recital…
“Que bueno que hayáis venido”
Lo mismo digo!
Gracias por tus palabras. Y los arenques… son una maravilla de sabor. Los abuelos, eran sabios a la hora de comer. Sencillo y rico. Y los del norte, lo sabéis perfectamente.
Un fuerte abrazo
Hola Jan, feia dies que no et visitava i com sempre els teus B&N m'encanten, tenen aquest toc especial que tu saps donar-li.
ResponderEliminarSegur que aquestes arengades de la Boqueria estaven boníssimes, jo sempre que puc m'agrada passar-hi.
Una abraçada
Dons si. Un lloc realment especial. Sempre omplo la bossa amb alguna cosa mengívol. A mes de fer alguna que altre fotografia.
ResponderEliminarUn bon lloc. Dels pocs on es encara es pot anar nomes a mirar i gaudir de una bona estona.
Un abraçada.
que delicioso habrá sido! me ha dado hambre...
ResponderEliminares verdad, no hace falta complicarse cuando con algo sencillo se puede tener un banquete. Siempre digo que si un día me dan a elegir sólo una cosa a comer antes del fin, sin duda elegiría papas cocidas con cáscara, cebolla y sal...nada más.
Un abrazo,
Un plato tan sencillo como esquisito Jan. ¿Quié pudiera haber estado ahí para compartirlo...?
ResponderEliminarTiempo hace ya que no los como.., la última vez, en Cuba.
Una foto que abre el apetito...jejje, excelente!
Un beso, apreciado amigo
Ilona
Jan me recuerda las tiendas de hacen años en las que el olor te llevaba al lugar donde estaban ubicadas, por cierto cuando comemos??.
ResponderEliminarBESINES