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martes, 30 de septiembre de 2008

Anécdota cincuenta y ocho

Don Martín
Anécdota cincuenta y ocho


A veces me vienen a la memoria ciertos recuerdos que han pasado por mi vida y sonrío mientras tomo un café en cualquier rincón donde me encuentre. Ayer, bien entrada la noche me volvió a suceder…
Me habían hablado de alguien que vivía cerca del manglar. En la orilla derecha. Éste personaje vendía sus pequeñas embarcaciones a remos. Caminé casi dos horas por un pequeño sendero rodeado de un bosque húmedo. Al tiempo que este desaparecía, empecé a encontrar los primeros vestigios del manglar. No fue fácil llegar hasta la casa del simpático personaje. Pero que otra cosa podía hacer? La curiosidad por conocerlo me había cautivado.
Mientras me acercaba a una vieja cabaña de madera, vi a un señor que me observaba con cara de sorpresa. Mas tarde me comentaría que nadie lo visita y la gente que se pierde nunca suele llegar hasta su casa. Aparentaba unos setenta años. Pero podían ser ochenta o sesenta. Nunca se sabe y mejor no preguntar aquello que no te dicen.
Al cabo de unos minutos, me invito a sentarme, al tiempo que le preguntaba…
.-Como se llama usted, caballero.
.-Me dicen Martín. De Martín pescador. El pájaro ese que pesca, sabe?
.-Ah, imagino que será por que usted es pescador como ese pájaro, verdad?
Se quedo un momento en silencio…
.-Ahora ya solo soy un viejo que no pesca. Pero me como el pescado que me traen.
Algunos viejos amigos, suelen pasar con sus pequeñas barcas por delante de su cabaña. En ocasiones, la pesca ha sido buena y algo le dejan. Otras veces, se sientan juntos, comen y hablan de tiempos pasados. De lo poco que les queda después de haber vivido tanto.
Don Martín es y se sabe viejo. Simpático. De conversación agradable y amena. De sus labios, salieron mil palabras en forma de hablillas. Todo sucedió en media mañana. Media botella de vino y cinco o seis pipas de tabaco negro brasileño que alguien le trae de vez en cuando y don Martín consume con verdadera pasión.
.-Y que le trae por aquí?
.-Me han comentado que usted se vendía sus barcas. Cuanto pide por ellas?
.-La que esta sin pintar diez. Y la pintada veinte dólares.
.-Sabe que le digo don Martín… le doy diez dólares. Ahora cuando suba la marea, me voy a dar una vuelta por el manglar. Si traigo algo de pescado lo comemos. Nos terminamos el vino y seguimos hablando.
.-Entonces se queda la que esta sin pintar?
Si, pero además, me quedare a dormir. Y mañana cuando me vaya, le regalo la barca.
Me estrechó la mano. El pacto estaba sellado.
.-Esta usted loco!
Exclamó mientras me daba el remo…


“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

lunes, 29 de septiembre de 2008

Anécdota ciento veintinueve


Anécdota ciento veintinueve
El parque

No hace muchas fechas me encontraba en un parque donde un lago artificial hacía las delicias de pequeños y grandes. Un paseo lo rodeaba al completo. En total unos dos kilómetros de perímetro.
Caminé al lado de membrillos, laureles rosas, sauces llorones y algún que otro que no pude identificar. Siempre que descubro un lugar interesante, me empiezo a fijar en los detalles que sin darme cuenta me rodean. Tengo la sensación que el tiempo se ha detenido para ellos. Posibilitando mi curiosidad innata para poder ver los mínimos pormenores de cada acción. Por un momento me imagino detrás de un pintor que va llenando de pinceladas el blanco lienzo de lino. Sigo observando y me fijo en el color de las ropas de los que placidamente toman los últimos rayos de la tarde. Sus peinados. Zapatos, bolsos y otros complementos. Las miradas, las caricias. Algún que otro beso furtivo. Las sonrisas y algún que otro llanto. Son parejas sobre en verde césped. Han perdido la vergüenza del entorno y bajo su libertad dejan pasar el tiempo.
Un suave sonido viene del estanque. Giro sobre mismo y veo una silueta que se acerca rápidamente. Un remero con su piragua. Contrae el cuerpo para dar impulso con sus remos mientras la proa corta las calmadas aguas. El esfuerzo y la tenacidad quedan latentes a cada golpe de pelvis. Parece un baile ritual.
La ausencia de brisa hace mas placentera la visión. Es uno de los últimos días de un invierno que fue algo mas frío que los anteriores. Parece que se quiere despedir, dejando un día benigno para el recuerdo.

“Anècdotas”
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domingo, 28 de septiembre de 2008

Anécdota treinta

Viejo ferroviario

Anécdota treinta


Todo se ha vuelto automático. Las habilidades manuales van quedando atrás…
.-De aquí unos años, solo los países poco desarrollados harán cosas con las manos.
Estas palabras pertenecen a un viejo ferroviario de ochenta años. Un hombre que desde hace quince años, cada mañana a las nueve treinta de la mañana se pone al lado del aparato para cambiar las vías y lo agarra con fuerza, cerrando lo ojos. Recordando sus cuarenta y nueve años de servicio. De ellos, paso treinta cambiando de vía al expreso que pasaba con una puntualidad inusual cada mañana.
El mismo año de su jubilación, lo llamaron de las oficinas. Se desplazo hasta la central a veinte kilómetros de su paso a nivel. Lo hizo a primera hora de la tarde aprovechando un tren de carga que venia del norte. Una vez en el despacho de director, se sentó en la silla y escucho con atención…
.-Don Rafael, los tiempos están cambiando. Su puesto de paso a nivel, va a ser automatizado. Barreras automáticas y el cambio de raíles se hará desde esta central.
Escucho con la vehemencia de aquel que por buena fe no entiende nada de lo que le están explicando…
.-A usted le quedan siete meses para la jubilación. Pero la compañía ha pensado que en agradecimiento a su labor, pueda jubilarse a final de mes, cobrando los otros siete meses restantes en su integridad.
.-Sin trabajar? Me van a pagar?
.-Así es. No se preocupe por nada.
Se despidieron y don Rafael, se alejo cabizbajo. Pensativo y murmurando…
.-Tiempos modernos. Me pagan sin trabajar. Maquinas que lo controlan todo. No vamos bien.
Hace unos días, lo encontré caminando por la vía. Eran poco mas de las ocho de la mañana. Yo también madrugo. Lo seguí en silencio hasta que llego a su preciado artilugio. Lo acaricio. Observe como levantaba la barbilla, como buscando el cielo con sus ojos a pesar de tenerlos cerrados. Se mantuvo un rato en silencio. Abrió los ojos, miro a ambos lados de la vía. Sacó de su bolsillo su reloj. Abrió la tapa… Las nueve treinta. Hoy tampoco pasará el expreso. Hace cinco años se suprimieron las líneas de ferrocarril.

“Anècdotas”
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sábado, 27 de septiembre de 2008

Anécdota nueve

Anécdota nueve


Amanece. Las primeras luces quieren confundir al farol que aun permanece encendido. Las nubes han descargado agua hasta muy poco. La calle huele a limpio. No hay nadie. Mis pasos, resuenan en las calles estrechas y se vuelven mudos cuando éstas se ensanchan. Camino con el alba acariciándome la espalda. No hace falta mirarla para ver su poder. Solo hay que fijarse todo lo que tengo delante. Cambiante por segundos.
.-Para llegar lejos, levántate pronto…
Estas palabras me las dijo un viajero con el cual me crucé una mañana. El se enfrentaba al sol y yo le daba la espalda. Era obvio que nos tendríamos que encontrar. Compartimos un té, experiencias, risas y una buena botella de vino. Dos horas dieron para mucho. Nos saludamos. Nos dimos la espalda sin mirar hacia atrás. Quizás un día de estos, nos volvamos a cruzar. Tal vez sea así…

“Anecdotas”
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Texto y fotografías con copyride del autor.
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viernes, 26 de septiembre de 2008

Somos racionales?

Somos racionales?


Cuando la marea baja, deja al descubierto todo aquello que somos como raza. Nuestra propia suciedad. Aquello que somos incapaces de reciclar lo utilizamos para seguir la decadencia de nuestros propios instintos. Cada vez mas oscuros y llenos de sinrazón.
No entiendo ciertos comportamientos. Si somos racionales, donde radica nuestra racionalidad. Quizás la locura ya se ha apoderado de nosotros y somos incapaces de ver todo lo mal que estamos haciendo al planeta que nos cobija. La belleza de una playa, un prado o un simple jardín en plena ciudad esta llena de nuestra propia ignorancia.
Un amigo mío se baña cada día sin usar jabones comerciales. Sus conocidos dicen de el que esta loco. Lo hace para aportar su granito de arena y no contaminar mas los arroyos, ríos y mares. No usa nada de plástico. Viste con ropa de algodón realizada por un taller de viejos hippies. Es vegetariano, abraza a los árboles y habla con ellos. Llora su perdida y saluda cada día al sol cuando sale.
Siempre sonríe y nunca lo he visto discutir. Enseña lo que sabe y comparte su secreto a voces para quien lo quiera oir. Siempre esta dispuesto para ayudar a quien lo requiera sin esperar un simple agradecimiento a cambio de su acción.
Ante sus acciones y pensamiento solo me queda decir… Bendita su locura!

“Pensamientos apáticos”
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jueves, 25 de septiembre de 2008

Anecdota dos

Otro puente mas…


Anécdota dos


Cuando uno mira mucho al horizonte, no tardara en salir a buscarlo.
Una tarde de un mes sin nombre, decidí cruzar otro puente. Es curioso como dependiendo de la orilla del río que te encuentres, todo puede ser diferente. Las gentes, sus tradiciones, su mundo, sus recuerdos…
Cruzar es arriesgarse. Pero quedarse es entrar de lleno en la monotonía. Traspasar es conocer aquello que tal vez, haga temblar los cimientos de tu pasado. Es comprender que hay mas cosas que tu pensamiento. Es entender que debes de ser tolerante con aquello que piensan los que no son como tu.
La filosofía de uno, de nada sirve si no intenta comprender a los demás. Por eso decidí cruzar el puente una vez mas. Alejarme de todo lo que me rodeaba. Y dejarme llevar por el camino. Los mapas ya no me sirven. Solo la cartografía marina me ayuda un poco. Lo demás, hago como los pájaros. Se dejan llevar por las corrientes calidas de aire. Se elevan y planean en busca del horizonte que desean. Sigo esos preceptos y el camino nunca se termina. Y si así fuera, ojala sea al otro lado del puente…

Éste párrafo pertenece a unos apuntes que anote en una vieja libreta. Lo escribí hace unos años. Atrás dejé sueños, quimeras y algún que otro dolor de cabeza. Hoy día sigo cruzando puentes…

“Anecdotas”
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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Anecdota diecisiete

Nueva vida


Mi mejor amigo es mi conciencia. Ésta suele hablarme. Hace reflexiones en voz baja. Y con ellas sigo caminando. Cuando hice esta fotografía, me dio una charla sobre la condición humana. Se refería a ese futuro incierto después de la muerte, pero que todas las religiones prometen como la felicidad eterna. Difícil tema para cerrarlo con lógica. Peliagudo debate para usar unas pocas palabras y zanjar el tema.
He conversado con sacerdotes que me dicen...
.-Con la fe todo es posible.
Y despues puntualizan...
.-Hay que tener fe…
Pero esta fe transformada en fanatismo nos lleva a extremos difíciles de comprender. Un Dios bueno y todopoderoso. Una afirmación sin duda respetable. Un poder tal, que castiga sin razón aparente ni comprensible.
.-Que hice para merecer esto…
Oí decir a un señor que un accidente se había llevado a su mujer y sus tres hijos.
Éste Dios parece ser que solo premia en ese futuro incierto.
Como siempre respeto las opiniones. Las escucho y me vuelvo incapaz de juzgarlas. Por ello no soporto las imposiciones de ningún tipo. Vivo y dejo vivir.
Soy feliz haciendo fotos, escribiendo y hablando con la gente. Simple. Verdad?

“Anecdotas”
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martes, 23 de septiembre de 2008

Arquitectos...

Arquitectos…


De ésta reflexión nació esta fotografía…
“Hace cien años, las edificaciones eran mas practicas. Al menos eso creo desde la ignorancia de aquel que observa en silencio y saca sus propias conclusiones.
Algunos edificios modernos han servido para el lucimiento de un arquitecto en concreto. Pero cuando vamos al tema de aprovechar el espacio vemos con asombro (el mío) que es un derroche total”.
Hace unos días, me senté delante de este edifico, reformado por diferentes razones, y su contraste no me dejo indiferente. Aprovechar una vieja estructura y adaptarla a la modernidad no es tarea fácil. La mezcla del cristal y el cemento en ocasiones nos puede dar algunas sorpresas cuando nuestro objetivo busca un encuadre diferente.
Las nubes parecían jugar en un ritual pactado con el viento que soplaba y cambiaba de dirección sin causa aparente. Unos remolinos inusuales me hacían fijar la vista para no perderme nada del espectáculo. En el horizonte el cielo azul, se rompía por un rojizo atardecer que apareció sin avisar.
La gente caminaba cabizbaja sin ser conscientes de lo que sucedía. Quizás lo habían visto y no les importaba. Tal vez esa indiferencia por lo único hace que no se le de valor a lo acontecido. Pero en mi caso, era como un niño pequeño y una golosina de chocolate en la comisura de los labios.
Los minutos pasaron rápido. El sol cayo, la magia se desvaneció y yo me retire feliz…

"Visual"
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lunes, 22 de septiembre de 2008

Boom

Boom… tocado y hundido

La pregunta me desconcertó un poco…
.-Y usted como le gustarían que fuesen las guerras?
Al principio pensé en el tópico que no deberían de existir. Mi pensamiento se reafirmaba en esa idea, pero entonces pensé que cuando era un mozalbete me gustaba jugar con una pistola. Un Colt cuarenta y cinco. Era el pistolero mas rápido al sur del Missouri. Con el mataba a los indios “malos”. A esos que salen en las películas. Yo mate a Jerónimo, Caballo loco, y Cochise entre otros. También cambie el final del general Caster, llegando poco antes de empezar la batalla con mi veloz revolver siendo una pieza fundamental para que el saliera victorioso de la contienda.
Entonces recordé que en mis batallitas, a pesar de las bajas causadas por mis tiros certeros, mis enemigos se levantaban de nuevo, como si nada hubiera pasado. Y llegue a la conclusión que así deberían de ser las guerras en caso de haberlas. Un compromiso serio por parte de los dos contendientes que cuando el oponente disparase y le dijera tocado, este debería caer fulminado al mas puro estilo de película “espagueti western” de bajo presupuesto.
A todo esto, recuerdo cuando me encontré delante de este cañón de artillería de costa. No se me ocurrió otra cosa que apuntar a los dos barcos que había en el horizonte y hacer “Boom”.
No me atrevo a contaros lo que pasó. No me creerías.
“Visual”
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domingo, 21 de septiembre de 2008

Torre de los alemanes

Miremos hacia arriba
Si miramos hacia arriba para ver un edificio, siempre me he preguntado el por que no lo retratamos desde esa perspectiva. A veces nos perdemos buscando composiciones asimétricas, líneas donde deben de estar y no somos atrevidos con nuestras composiciones.
Mirar hacia arriba es descubrir un mundo completamente nuevo. Es ver desde otra dimensión. Una dimensión casi inventada. Irreal y llena de sorpresas. Solo hay que dejarse llevar por las sensaciones de nos produzcan las imágenes que vamos captando.
Hay que tener un poco mas de valor y experimentar. Solo así, descubriremos nuestro verdadero camino dentro del mundo de la imagen. Experimentemos y nos lo pasaremos muy bien, sin duda.
La imagen pertenece a un edificio emblemático dentro de Valparaíso. Chile. Situado en el turístico paseo de los Yugoslavos. La visión que se tiene del mismo es muy clásica. Quizás demasiado. Ver una parte así me hace romper la monotonía de lo establecido.

"Arte urbano"
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sábado, 20 de septiembre de 2008

Malas noticias

La flor


Corté esta flor y pensé que podría ser para ti. Lo hice instintivamente. Sin pensar que la vida de la misma había empezado una cuenta atrás irreversible. Alguien al notar mi preocupación me comento amigablemente…
.-También se hubiera muerto.
Pero no es lo mismo. Las causas naturales. Las células que van pereciendo. El tiempo que todo lo puede… Mis manos, ayudadas de una tijera de podar, acortaron su esplendor sin grandes miramientos.
De la toda la acción me quedo con tu sonrisa al recibirla y esa expresión tan peculiar que tienes cuando al oler las flores, cierras los ojos como abandonándote a los sentidos…
De pronto un sudor frío me despertó. Me levante apresurado y mire por la ventana que da al jardín. Afortunadamente todo fue un sueño. Ahí seguías. Firme y esplendorosa.
Repasé mi agenda para el día de hoy. En ella había anotado…
“Sábado veinte de septiembre. Cortar una flor del jardín para…”

“Pensamiento apáticos”
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viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi reina de Saba

Mi reina de Saba

.-Diga treinta y tres.
.-Treinta y tres
La doctora tenia claro su metodología. Yo no. Pero como había ido por mi propia voluntad o mas bien obligado por las circunstancias pues debía de seguir sus indicaciones.
.-Abra la boca y saque la lengua…
.-Quizás sea de mala educación el hacerlo, pero cuando quien te lo pide es una galeno…
.-ahhhhhhh!
.-No hace falta que diga nada me dijo al tiempo que con un palito que parecía el soporte de un helado mas grande lo normal me aplastaba la lengua para mirar mi interior. Me indico a continuación que me desabrochara la camisa. Así lo hice. Como negar tal deseo a una dama.
El caso es que cerré los ojos y los abrí en un acto reflejo de esos que uno tiene sin saber muy bien el porque. Resulta que me estaba auscultando el corazón con el frío auricular del estetoscopio. Noviembre no suele ser el mejor mes para que el gélido acero, aunque este sea inoxidable, entre en contacto con tu piel.
.-Por ultimo, siéntese en el diván con los pies colgando. Volví a ser sumiso y así lo hice. En ese momento no sabía bien que pensar. Al verme sentado con los pies colgando no sabia si el diván era mas alto de lo normal o yo mas bajo que la media que visitaba esa consulta. La doctora se acerco. Se sentó delante de mí y empezó a levantarme los pantalones hasta dejarlos a la altura de la pantorrilla. Sin darme tiempo a pensar me dio un ligero toque con un martillo en la rodilla. Mis actos reflejos hicieron que instintivamente diese un puntapié al vacío. Se levanto me dijo que me arreglara y se sentó en su confortable butaca, al tiempo que me invitaba a sentarme delante de su mesa en una incomoda silla de tubo galvanizado y asiento de skay.
.-Caballero, esta usted bien. Me receto un reconstituyente vitamínico para recetarme algo, supongo. Me dio un informe, firmado por ella donde explicaba mi estado de salud. .-Gracias por su atención, doctora.
.-Regrese usted cuando lo estime oportuno.
Salí de la consulta con el informe en la mano. Abrí la tapa de mi flamante celular de ultima generación, que entre otras funciones, me permitía llamar por teléfono y sin marcar ningún numero, le dije al auricular…
.-Mi reina de Saba
La marcación automática del mismo funciono y pude hablar con ella. Quedamos para mas tarde en su castillo. Mientras me acercaba, me acorde de cómo la conocí. En aquella charca de aguas cristalinas, donde ella se posó en mi mano y yo recordé que cuando se besa a un batracio, en ocasiones suele trasformarse en un príncipe azul o una princesa. Yo tuve suerte. Rompí el maleficio de un nigromante malo y rescate de los abismos oscuros a mi Reina de Saba. Lo malo fue que los asesores de palacio me obligaron a hacerme una análisis medico antes de contraer matrimonio.


"Relatos"
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jueves, 18 de septiembre de 2008

Anecdota ciento siete

Anécdota ciento siete

Una pareja cercana a los cincuenta, estaba delante de ésta imagen colgada en una sala de exposiciones y la comentaban mientras un personaje estaba a su lado en silencio…
.-Pues ésta, no la entiendo.
.-Pues es fácil, cariño. Solo tienes que fijarte bien.
Le decía el marido a su esposa.
.-Yo me fijo. Pero sigo sin entenderla.
Alargando la mano, y señalando las dos cabezas el marido prosiguió…
.-El movimiento desenfocado, la quietud de todo el fondo los tonos, el conjunto. Es un tema de composición. Es la hostia!
El hombre que seguía en silencio la historia, les dijo…
.-Pues, yo estoy con la señora. No la entiendo. Me gusta, pero no se por que.
.-Caballero, esta clarísima la idea del autor. La gama de grises y este color tan atrevido es una provocación a los sentidos.
En esto se acerco el propietario de la galería que conocía a la pareja y sin saber de que iba la conversación…
.-Veo que ya os habéis presentado.
.-Pues no. Todavía no. Estábamos aquí con el caballero y mi señora, opinando sobre la obra. Por cierto…
Alargó la mano…
.-José. Mi señora, Marta
Encajaron las manos al tiempo que decía…
Jan Puerta… el autor.

"Anecdotas"
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miércoles, 17 de septiembre de 2008

Escalera al cielo?

La escalera


Me atrevo, no me atrevo. Paso o no paso. La mente de las personas están llenas de dudas. Algunas de ellas infundadas, otras basadas en supercherías casi paganas adoradas por aquellos que viven o quieren vivir mejor de lo oculto.
Pasar por debajo de la escalera trae mala suerte! Lo pone en todos los manuales básicos donde se relaciona todo aquello que trae mal augurio.
Pero algunas personas desafían lo escrito. Son conscientes de lo que dicen, pero perseveran en su empeño y consiguen alejar los maleficios hacia otros confines donde hay mas debilidad de mente.
Algunos, después de haberse levantado con el pie equivocado, han vertido la sal en la mesa, han apostado todo su capital al trece y se han casado un martes para embarcarse el mismo día sin haber tocado madera no se les ocurre otra cosa que pasar por debajo de la escalera como si tal cosa.
Será que el Kuchen, el Pie de limón y las galletas de la pastelería artesanal Mürken son irresistibles y anti engañifas?
No hace mucho, escuché decir a un señor de aspecto misterioso que el, jamás escribía con los pies colgando de un abedul centenario. No entendí muy bien lo que me quería decir. Pero las noches de luna llena tienen estas cosas.


“Pensamientoscon imagen”
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Naciones unidas?

Naciones unidas?

Un domingo cualquiera. En una comunidad de cuyo nombre me acuerdo. Una escena cotidiana… En pleno siglo XXI, un niño, descalzo de toda esperanza, juega con su hermana pequeña con un caballo de plástico. Es posible que nunca llegue a entender su situación. Ni siquiera creo que se pregunte por ella. Simplemente vivir para sobrevivir a la miseria un día mas. Con suerte, aprenderá a leer. Con fortuna tal vez termine su ciclo escolar.
En pleno siglo XXI me sigo preguntando el porque de tanto despropósito social. Por que de tanta hipocresía religiosa. Por que los gobiernos siguen emulando al avestruz escondiendo la cara y el corazón en el agujero.
Podría extenderme en reflexiones, pensamientos y demás palabrería. Podría.
Pero dejo la imagen a la ilusión. A la espera por si ésta, un día llega con realidades iguales para todos los que las necesitan de verdad.

"Pensamientos apáticos"
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martes, 16 de septiembre de 2008

El cartero

El cartero

Bonita mañana me dije a mi mismo nada mas salir de casa. Caminé por la ciudad sin rumbo. Las calles ya marcan el destino de uno con solo seguirlas. Llegué al parque y continué hasta llegar al paseo. La idea era un café cortito, un vaso de agua y dejar que algo sucediera a mi alrededor.
Abrí mi blog de notas y escribí algunas líneas. Ideas incompletas que quizás algún día cojan forma. O tal vez no. Tampoco tiene mas importancia que el anotar pensamientos dispersos…
Mi cámara en mi regazo, estaba atenta a todo. Una niña con rostro inocente se acerco hasta donde se encontraba el cartero…
.-Sr. Cartero…
.-Dime guapa.
.-Tiene una carta para mi?
El cartero reviso la correspondencia que aun le quedaba para su reparto y al ver que no había nada para ella, se saco un caramelo de la camisa y se lo dio.
.-Hoy no ha llegado nada. Pero para que la espera sea mas dulce…
La niña se alejo con el caramelo corriendo por su boca. Me acerqué al cartero y le quise invitar a un café. No pudo ser. Tenía una carta certificada por entregar.
Quizás en otra ocasión.

"Pensamientos apáticos"
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lunes, 15 de septiembre de 2008

Cero nueve

Uno que anda mucho suele observar las curiosidades que le rodean…

.-Donde vive usted, amigo.
.-En la calle Colón. En el numero cero nueve.
.-Cero nueve?
Pregunte un tanto incrédulo al escuchar la respuesta de Miguel
.-Si claro. Cero nueve.
.-Será en el nueve, no?
.-Pues no. Vivo en el cero nueve.
Miquel me miro serio. Mi cara no terminaba de entender ese cero delante del nueve. Era la primera vez que me encontraba con esta situación. Así se lo hice saber.
.-Venga usted a casa por la mañana. Lo podrá ver con sus propios ojos. Además le enseñare la escritura de la propiedad para que usted mismo pueda comprobar que a finales de mil ochocientos setenta ya figuraba así.
A la mañana, me persone delante de su puerta. Efectivamente figuraba el número cero nueve en la puerta. También había unos números mas pequeños. Le pregunte por ellos y simplemente me respondió…
.-El quinientos treinta y ocho es el tomo del registro de la propiedad y el mil trescientos veintiuno es la pagina donde figuran los datos de la finca.
.-Ahhhh.


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domingo, 14 de septiembre de 2008

Minutos perdidos

La vida tiene un sentido en el tiempo que nos hace
vulnerables sin apenas habernos dado cuenta.


Los minutos, son esas fracciones de tiempo que tanto desperdiciamos. La vida, corre a nuestro alrededor sin mucha pausa. Inexorablemente nos alcanza, como la juventud que todo lo puede frente a la vejez inesperada. Un buen día miras y te das cuenta que el tiempo ha dejado de ser benévolo contigo. Un día no muy lejano llegas a esa conclusión. La vida sigue. Quizás la tuya la veas desde otra perspectiva.
La calma es necesaria y la paz con uno misma imprescindible para seguir en ese equilibrio armonioso que siempre ha vivido con uno mismo.
Sentado en la terraza de un bar de esos que tiene la vida, alguien hablaba…
.-No desperdicies minutos dorados en discusiones banales.

Pensamientos
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sábado, 13 de septiembre de 2008

Café tostadero Puerto Rico

En estos últimos días descubrí el café tostadero Puerto Rico. He pasado buenos momentos en su interior. Sentado. Libreta abierta y el bolígrafo tomando notas. Degustando un té verde de la finca orgánica “Tucanguá”.(1) Un te que no disponían pero que no dudaron en preparármelo según mis indicaciones.
El establecimiento podría parecer atípico por su peculiaridad de compartir las funciones de venta de té y café a granel con la de servir las mejores mezclas de ambos acompañados de unos dulces deliciosos. Cuando uno de los camareros, acciona el viejo molinillo de café, todo el local queda impregnado de un fuerte sabor entre amargo y tostado. Éste desaparecerá gradualmente en los próximos quince minutos, siempre y cuando no venga otro cliente y le pida cien gramos de la mejor mezcla posible.
Además, tienen una gran exposición para venta de materas (2) y bombillas. (3)
En sus mesas se sientas los personajes mas variopintos que uno se puede encontrar. Podrían ser pintores, poetas, políticos, amas de casa desenfadadas, jubilados de tertulia fácil, borrachos de vino peleón, compositores de serenatas sin luna, militares de un pasado esplendoroso y un presente gris, modelos de cuerpos inimaginables…
Podrían sentarse por horas y dejar que el tiempo juegue su papel en las despedidas. Tal vez, los que se sientan lo son y aun no lo saben. Tal vez.
Por cierto, el café tostadero Puerto Rico se encuentra en la ciudad de Mendoza. En Argentina.

(1) Tucanguá: Finca orgánica situada en la provincia de Misiones.
(2) Matera: recipiente donde se introduce el mate y el agua para su degustación.
(3) Bombilla: Objeto para sorber el mate de la matera.

"Anécdotas"
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viernes, 12 de septiembre de 2008

Descanso

Viernes… Jornada de descanso de la vuelta ciclista a España.
Alguno de ellos se lo ha tomado al pie de la letra.


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jueves, 11 de septiembre de 2008

El pitillo

Pocas palabras. El descanso de un trabajador mientras cae la tarde. Un pitillo y dejarse llevar por los pensamientos. La vida en ocasiones es placida. Parece un sueño. Un sueño feliz.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Algo inesperado

Apreciado amigos, estaré unos días en alta mar. Navegando en busca de una isla perdida en la imaginación del Océano Pacífico. He programado las entradas para que cada día sigan saliendo mis pensamientos, pero no podré contestar vuestros comentarios. Lo haré a finales de la semana. También me pondré al día visitando vuestras entradas.
Un abrazo.
Algo inesperado
Quedé atrapado en su reflejo. Como un inocente pajarillo en las garras de una depredador. Lo confieso abiertamente. No pude evitarlo…
La mañana era placida. Marzo tiene esos contrastes. Caminaba sin prisas. Hace años, dejé las tribulaciones pérdidas junto a una nomina oficial pero ficticia para mi. Mi mirada, como siempre juega a perderse con los detalles mas insospechados. Una pared cualquiera, un objeto urbano que pasa desapercibido a pesar de su tamaño, un perro callejero que no entiende su situación de abandono, un semáforo que causa el caos mientras un guaria de trafico se pierde en callejuelas que olvidan su presencia… Detalles. Solo eso. Pero de pronto, algo me hizo detener en seco. En el lateral de una puesta señorial y centenaria un reflejo me cautivo. Un panel de cobre pulido, requería mi atención. Eran los timbres de los vecinos.
Quedé inmóvil delante de ellos. Los observe con cautela y curiosidad. Preguntándome quien viviría detrás de cada botón. Tenía la necesidad de llamar y hablar con alguien. Sin ningún propósito aparente. El impulso era tal que presione el timbre del departamento ciento uno.
.-Alo…
Una voz calida y sugerente me respondió.
.-Buenos días señora, o debo llamarla señorita?
.-Srta. Pero quien es usted? El cartero?
.-No señorita. No soy el cartero. Soy un fotógrafo que se ha enamorado de su timbre.
Tras unos momentos de silencio, respondió…
.-No será una broma, verdad?
.-No es broma. Pero aquí estoy sin saber bien que hacer.
Volvió el silencio de nuevo. En esto se abrió la puerta y apareció ella. Hablamos mucho rato. No me entendía. Pero tampoco pretendía que lo hiciera. Me pareció un espacio de tiempo corto pero creo que fue mas que eso. La tarde cayó sin mucho preámbulo. Ella se despidió de mi. Yo, me despedí del timbre. Me lleve un buen recuerdo. Se que algún día uniré mi destino a el. Solo debo de ser paciente y esperar.

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martes, 9 de septiembre de 2008

Rumasa

Apreciado amigos, estaré unos días en alta mar. Navegando en busca de una isla perdida en la imaginación del Océano Pacífico. He programado las entradas para que cada día sigan saliendo mis pensamientos, pero no podré contestar vuestros comentarios. Lo haré a finales de la semana. También me pondré al día visitando vuestras entradas.
Un abrazo.
Hace unos años, me sucedió una anécdota que hoy he recordado. Eran mas o menos las nueve de la mañana. Un día mas. Sin fecha no cuestión por el cual debía ser recordado. Llegue a la oficina y el portero, que siempre tenia una mirada agria se le veía de buen humor. No lo entendía. Nunca en mis cinco años de convivencia matutina, le había visto la mas leve sonrisa.
Mientras me acercaba, me di cuenta que me había visto. Alzo su puño derecho y en un gesto inusual lo giro como si fuese un escribano egipcio. No entendía su sórdida sonrisa, su inusual gesto y esa mirada que estaba clavada en mí.
Justo al tenerme en frente, lanzo el puño al aire al grito de…
“Que te pego, leche”
El día anterior había nacido una nueva frase popular exclamada por el empresario expropiado José María Ruiz Mateos. El creador del imperio Rumasa.
Ese día me di cuenta lo fácil que es hacer que la sociedad siga lo establecido. Se deje llevar por esa corriente que uno nunca sabe donde se ha originado, pero que se defiende y repite casi con fervor mariano.
Toda la calle repetía sin cesar la frase de empresario agraviado. El herido en su honor intento agredir torpemente a Boyer. El marido de la Presley. Y su acto, tuvo una repercusión tal que incluso se llegaron a ver camisetas bordadas con la frase.
No hace mucho, un lector de este blog, según me consta, también tuvo su momento de gloria “fraseril”. (Palabro) El mundo entero, se hizo eco de la nueva frase de moda. Juan Carlos había pronunciado un aspaviento verbal sin que nadie le preparase su discurso.
Sigo pensando en lo fácil que es manipular a la sociedad.

"pensamiento y recuerdo"
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lunes, 8 de septiembre de 2008

A ti te encontré en la calle

Llamé al taxi con el cansancio que provocan las esperas en los días lluviosos. Éste paró ante ella. No sabía muy bien que hacer. Debía de cederle mi turno?. Saldría de mi esa parte, que todo caballero tiene dentro?
La miré y no me contestó. Creo que noté cierta indiferencia por su parte. Pero eso siempre sucede las primeras veces. O no? El caso es que la esbeltez que dejaba entrever su pierna izquierda altero mis feromonas si es que me quedaba alguna en mi traviesa corriente sanguínea. Como la vida son cuatro días y uno ya ha vivido dos, me decidí a invitarla a compartir el taxi. No dijo nada. Y apliqué esa máxima que dice que quien calla, otorga. Así que abrí la puerta del vehiculo. La ayudé a subir y acomodarse. Levemente me rozó con su rodilla. No se disculpó y no la separó de la mía. Quise besarla, pero el jornalero del taxímetro, no paró de mirarnos a través del espejo retrovisor. Callado. Sin decir nada. Un autentico “voayer”. Me dio vergüenza besarla delante de el. Solo la acaricie suavemente…
No fuimos a su casa. La mía quedaba mas cerca. La invite. Calló. Otorgó otra vez. Han pasado seis años. Somos felices.
Bendito sea ese día que encontré esa pierna divina perdida ante la indiferencia de los demás. hay gente que se desprende de muchas cosas. Otros como yo, sienten afinidad por ellas.
"Fragmentos"
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domingo, 7 de septiembre de 2008

Patatas hervidas con arenques

Patatas hervidas con arenques

Invite a mis mejores amigos a comer. Nada formal. Los que ya me conocen lo saben. Algo improvisado. Para no ser esclavo de la cocina y aprovechar el tiempo para hablar y pasárselo bien. De eso se trata siempre.
Cuando estas acostumbrado a vivir solo, nunca te complicas para el arte del buen comer. Buscas soluciones sencillas y practicas. Recetas que cumplan su función. Mas simple, imposible.
Esta vez, opté por un plato que en la postguerra, se convirtió en un clásico y hoy en día parece olvidado y condenado al ostracismo. Los arenques. (Les arengades que se dicen en Cataluña) Un pescado que sirve como complemento para cualquier eventualidad. Herví unas patatas. Puse dos botellas de aceite de oliva. Dos panes de payes…
Antes de que empezasen a llegar recordé mi última visita al mercado de la Boqueria en plena rambla barcelonesa…
.-Si se las compro todas, a cuanto me las deja?
Mi pregunta, hizo sonreír a la simpática dependiente de la pesca salada.
.-Todas?
Me preguntó con una cara entre la sorpresa y la incredulidad.
.-Si. Todas. Con la banasta (1) incluida.
Me hizo un precio especial y me las llevé. Ni siquiera saqué el precio de venta de las unidades. Así mismo lo presenté en la mesa. En una bandeja grande estaban las patatas. Unas botellas de buen Ribera del Duero eran mi mejor elección para la ocasión. Así se improvisó este peculiar “self service”.
De música elegí un surtido de arias, interpretadas por la Callas. La puerta de casa estaba abierta. Los amigos fueron llegando…

(1) Banasta: Es el recipiente donde se dejan los arenques una vez salados. Hace unos años era usual verlos en las pescas saladas.

Fragmento de:
Los últimos días
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sábado, 6 de septiembre de 2008

Zapatos usados

“Zapatos usados”

.-Usted vende zapatos usados, verdad?
.-Aquí tiene usted una buena muestra. Que numero calza?
.-Un cuarenta y dos. A veces medio numero mas.
.-A ver, a ver que tenemos por aquí. Un nueve y medio americano le sentará como un guante.
Me hizo sentar en un taburete que imitaba a la madera y me ofreció probarme un par de botas de la marca “caterpillar”.
.-Son ideales para trabajar en la construcción.
.-Bueno, yo las quiero para ir por el campo.
.-Mejor que mejor. Le irán geniales!
Me calcé la del pie derecho. Me quedaba muy bien. Le pedí la izquierda y también encajo perfectamente. En algún lugar había leído que todos tenemos los dos pies diferentes. Si es así, el fabricante de esas botas ya tuvo en cuenta que yo las acabaría comprando.
.-Hablemos de negocio, jefe. Que valen?
.-Veo que las va a comprar. Verdad?
.-Podemos hacer cambio por mis deportivas?
No estaba mi economía como para hacer grandes inversiones. Pero se acercaba el invierno y necesitaba desplazarme al sur con un buen calzado. Así que si debía de desprenderme de mis deportivas, el cambio seria beneficioso para mi causa.
.-Amigo, sus deportivas valen mas de lo que valen mis botas usadas. Además están en un estado muy bueno.
Al decirme esto, recordé a mi Madre cuando me decía que cuidara siempre mis zapatos, ya que ellos me ayudarían a recorrer mis sueños.
.-Usted las podrá vender bien de precio verdad?
.-No las vendería. Me las quedaría yo. Calzamos el mismo número. Que le parece si hacemos el cambio y además le ofrezco estas otras deportivas como complemento.
Le estreché la mano. Y Salí con otras zapatillas mas discretas. Un excelente par de botas. Unas fotos y una historia que aquí os comento. Además me contó la historia del antiguo propietario de las botas. Que mas se puede pedir? Ah, me olvidaba. Las botas, aun las tengo. Las deportivas usadas, me duraron casi un año.

"Pensamientos apáticos"
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viernes, 5 de septiembre de 2008

Seguridad ante todo

Seguridad ante todo

Una frase tan sencilla cierra uno de los grandes males de la sociedad. Mi abuela solía decir que en el pueblo, siempre dejaban la puerta abierta y nunca había pasado nada.
Hoy las ventanas tienen rejas, las puertas suelen ser blindadas, las alarmas anulan el rumor de los arroyos y las pistolas cargadas descansan bajo la almohada de los sueños. Somos libres? Estamos presos de nuestras propias limitaciones materiales?
"Pensamientos con imagen"
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jueves, 4 de septiembre de 2008

El mapa

Tanto me da que me da lo mismo

.-Hola… me dará un mapa?
.-De donde lo quiere?
.-De cualquier parte.
.-Llévese éste que le irá muy bien.

.-Tiene mapas?
.-Pues si. Los mejores.
.-Me dará uno?
.-De donde lo quiere?
.-No se. Es que no tengo ninguno y como me ha tocado la lotería…
.-Llévese este. Es el mejor y da para mucho.

.-Venden mapas aquí?
.-Así es caballero.
.-Déme uno que este bien. Es para regalar.
.-Llévese este que me lo piden mucho.


“Variaciones sobre un mismo tema”
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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Canción de Joaquín Sabina

Comer

Lo encontré tarareando la canción de Joaquín Sabina. Masticaba con dificultad la calle melancolía. Sentado en el portal de una calle, que carecía de nombre.
.-Soy hijo de la calle. Mis padres tenían nombre. Seguro que si. Pero los olvide. De el, heredé la pasión por el alcohol y de ella, el abandonar a mis propios hijos… Soy el mejor ejemplo de lo que ellos fueron.
Hunde la cabeza entre los brazos y deja que las lágrimas secas broten sin esperanza.
.-La vida es dura. Muy dura para algunos…
Recita poco antes de empezar un sermón sin mucha coherencia. Comprender su realidad se hace difícil. Su presente no tiene futuro. Algunos que lo conocen dicen que hace mas de veinte años que vive así. Sin ponerse en su propia piel, todo son conjeturas. Baratas y sin mucho sentido.
Come cuando puede. Sin horarios. Su estomago siempre ruge vacío. Su casa son cuatro tablas sin ventanas. Su puerta, no tiene llave ni es blindada. Su única habitación tiene unos cartones en el suelo. Su cama carece de dosel. Su lámpara se apaga con las últimas luces del día y se enciende con la llegada del alba. Hace años comió por última vez en un comedor. Tenía mujer e hijos. Al menos el lo cuenta con rabia y desesperación. Al mismo tiempo que bebe. Tiembla con una botella en la mano. Sin etiquetar. Antes del primer sorbo, siempre sonríe. Tras el mismo, la amargura se vuelve gesto y ésta impera en sus facciones. Beber es una prioridad. Vivir un lujo secundario…
.-Si tuviera valor. Acabaría con todo. Pero por no tener, ni eso poseo.
Llora en su silencio y se encierra en su mundo. Los sorbos se suceden y su canción cada vez es mas difícil de seguir.

"Pensamientos con imagen"
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martes, 2 de septiembre de 2008

Jazz

Apuntes de jazz
Un saxo, una batería y una voz calida para temperar la fría noche. El jazz amanece tarde y se acuesta al amanecer. Las noches se suceden y las notas albergan esperanzas al tiempo que los poetas buscan su propia musa y los pintores los destellos del alma.
Todo es arte. Un niño con una rama de acacia, dibuja su aburrimiento en las arenas de la playa de la vida. Un abuelo, apunta en un trozo de papel de su paquete de cigarros, una leve idea a desarrollar una vez este en casa. Un ama dominante, quiere ser sumisa, pero no sabe. Un instante efímero quiere ser eterno, pero nadie le enseño que la eternidad es efímera. Un segundo alocado se pierde entre gotas frías de sudor. El aire porteño alimenta el alma y un viejo músico de jazz sigue tocando cabizbajo, pertrecho bajo sus emociones, amparado por la luna invernal, bajo la atenta mirada de la inocencia encandilada gracias a sus notas dispares.
A todo esto, un café bien cargado espera humeante a que termine de tocar la pieza que tanto le apasiona. Su vida.

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lunes, 1 de septiembre de 2008

Eclipse de sol

Todo sucedió en un instante…
La gente se agolpó mirando al cielo. Los creyentes se santiguaron. Los infieles se reían. Otros incrédulos de la propia incredulidad observaban sin saber bien que pasaba.
En los noticieros se hablo largamente del tema. Los periódicos del día siguiente también lo hicieron. Radios, periodistas y demás medios intentaban cubrir la noticia.
Nunca hasta la fecha se había dado un caso parecido. En pleno eclipse solar, un rayo del astro rey se había enamorado de ella. Bueno, de ellas.

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