Se me hace difícil aparentar cierta normalidad cuando miro a mí alrededor y no encuentro ningún tipo de sentido a lo sucedido. La gente sigue encerrada en un mundo, donde el miedo y temor son sinónimos de normalidad. Hoy ha vuelto a temblar la tierra. Solo han sido 5,6 grados en la escala de Ritcher. El miedo a un nuevo tsunami se ha apoderado de todos. Los periodistas menos avezados en catástrofes, algunos de ellos de medios españoles, han abandonado literalmente su equipo de filmación para buscar refugio en las partes más altas. Los más curtidos, que en ocasiones son más temerarios, han esperado a ver qué pasaba. Todo ha sido una falsa alarma. Pero ha servido para que nos demos cuenta una vez más de los débiles que somos ante la naturaleza.
Además, por si fuera poco lo sucedido, pequeñas replicas que no cesan no nos dejan pasar hoja. Mientras escribo estas palabras, la lámpara se mueve, el suelo y el techo vuelve a crujir. Uno termina por sentir normal, lo que a todas luces, es anormal por naturaleza.
Después de esta mini crónica “terremoteada” y con los ánimos difíciles de equilibrar, vamos a seguir, por no hay mejor manera para volver a comenzar. Este nuevo inicio partiendo de cero se tiene que convertir por nuestro propio esfuerzo en ir renovando la ilusión día a día y percibiendo las pequeñas mejoras que nuestro entorno -que por ahora nos parece hostil- nos ofrecerá.
Además, por si fuera poco lo sucedido, pequeñas replicas que no cesan no nos dejan pasar hoja. Mientras escribo estas palabras, la lámpara se mueve, el suelo y el techo vuelve a crujir. Uno termina por sentir normal, lo que a todas luces, es anormal por naturaleza.
Después de esta mini crónica “terremoteada” y con los ánimos difíciles de equilibrar, vamos a seguir, por no hay mejor manera para volver a comenzar. Este nuevo inicio partiendo de cero se tiene que convertir por nuestro propio esfuerzo en ir renovando la ilusión día a día y percibiendo las pequeñas mejoras que nuestro entorno -que por ahora nos parece hostil- nos ofrecerá.
Para ilustrar las palabras de hoy, os adjunto uno de los edificios más singulares de cuantos he visto. Quizás no por su construcción, pero si por la peculiaridad que albergaba tras sus paredes. Se trata de la antigua “Quesería Middlentown”. En la planta baja, se encontraba la quesería, en un galpón adyacente, la vaquería. Lo insólito radica en que la segunda planta era la iglesia de la comunidad. Hoy en día el conjunto en ruinas es más conocido como la iglesia de Santa María de Colmo. Pero de esto, hablaré en otra entrada.
El edificio está en un estado ruinoso desde 1985, año en que Chile sufrió su ahora penúltimo gran terremoto. La imagen la tomé hace un mes escaso. Ni por un momento, pensé en ese instante, que me tocaría vivir lo de estos últimos días.
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Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.
Clicar aquí para ver la serie completa:
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
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¡A ver cómo ha quedado ahora esa pobre quesería! Mira que no haberla arreglado desde 1985... Qué dejadéz.
ResponderEliminarSigo sin saber nada de Patricio Court, ¿lograste enterarte de algo? Besotes, M.
Lo más difícil de rehacer es la esperanza, después es una cuestión de trabajo. Todo esto pasará, y Chile volverá a estar en pie, sus almas y sus construcciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde España.
BON DIA JAN:
ResponderEliminarRecibe mi más sentida soliraridas.Hoy no tengo más palabras para expresar en letras.
La fotografía, habla por si sola.
Un abrazo.Montserrat
Querido Jan... ahora entiendo más si cabe a nuestros antepasados, los cuales, veían este tipo de catástrofes como la cólera de dios, o de sus dioses... somos pequeños, muy pequeños.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Frágiles y débiles, así somos. Aquí preocupados por nuestras propias cosas y cotidianidad. Hoy tu escrito me ha hecho pensar que cualquier día todo eso puede desaparecer sin más. El sufrimiento, el miedo, el dolor que ahora os ha tocado pasar a vosotros espero que pronto desaparezca y deje paso a la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Parecería que hace un esfuerzo por mantenere erguida. Me gusta el cielo que la acompaña.
ResponderEliminar¿Cómo está ahora, acostada?
Tremenda experiencia la que estás viviendo Jan. Es curioso como nos terminamos amoldando a las circunstancias más tremendas, como bien dices, se convive con el desastre y somos capaces de seguir adelante. Tal vez no sea más que un instinto primario de supervivencia. proseguir pase lo que pase, tan sólo secuelas en el ADN de lo que fuimos en nuestros orígenes como especie, tal vez.
ResponderEliminarMe alegra que tengas el ánimo de seguir y retomar el blog, casi donde lo dejaste. Entiendo que ya nada será como antes, pero es imprescindible recomponer fuerza, entereza y ganas de seguir.
Un fuerte abrazo amigo
Estimado amigo, sigo tu trabajo desde tiempo. Me gustaría comentar todas y cada una de tus fotografías pero hoy tan sólo puedo enviarte mi solidaridad más sincera con el sufrimiento de todos los hermanos de Chile. Todo pasará y quedará en el recuerdo. Las imágenes captadas en nuestra mente y nuestras cámaras servirán para hacer de este un mundo algo mejor, estoy convencido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Víctor
Terrible sí estimado Jan. debes saber que a mis amigos y conocidos les persiguen los terremotos. Primero les tocoó a mis amigos del Perú establecidos en Ica..aquel terrible terremoto de hace unos dos años como mucho y ahora a todos mis amigos chilenos. Desde luego es terrible y desesperanzador, pero la naturaleza es así de imprevisible. No la tenemos- ni mucho menos - dominada tal como pretendemos. Lo cual, en el fondo, me alegra. Y me entristece por las pérdidas humanas que se producen. Pero... es ley de vida. Morimos por cualquier causa: accidentes, enfermedades, ataques cardiacos etc... somos débiles, más débiles de lo que pensamos.
ResponderEliminaren cuanto al bello edificio que nos muestras, después del terrible seismo, dudo mucho que haya sobrevivido, por desgracia.
Un grandísimo abrazo. Te deseo a ti y a todos los chilenos, lo mejor!
Jan,
ResponderEliminartu minicrónica nos acerca aún más la tragedia que estais viviendo.
Leemos las noticias y miramos la televisión pero en tí tenemos el ahora mismo, en estos mismos minutos, y eso es de agradecer.
Ojalá tus dedos no tuvieran que buscar unas teclas que tiemblan al compás de las réplicas, y que pudierais empezar a olvidar.
Desde aquí te mando mi cariño y un abrazo on line que es lo único que puedo hacer.
Gracias por tu serenidad.
Mi abrazo
Si hace un mes se encontraba así, lo mas probable es que después de estas últimas sacudidas haya sucumbido a la fuerza de la naturaleza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por seguir informándonos de la situación.
Temores ante todo lo que se escapa de nuestras manos, lo que no controlamos nos produce inquietud y miedo...escalofriante tu experiencia y aqui te dejo mi abrazo y la voluntad como no, de que todo vuelva a la normalidad...
ResponderEliminarel tiempo crea ruinas hermosas, querido Jan
ResponderEliminarEl poso del tiempo es un arquitecto magnífico.
ResponderEliminarCada vez creo más que la tierra se venga de todo daño que le venimos haciendo desde hace años....un abrazo
ResponderEliminarPor experiencias anteriores sé que es dificil y el temor se apodera de los pensamientos, sólo espero que el tiempo sane las heridas ...
ResponderEliminarUn fuerte Abrazo
Jan, es admirable tu entereza y la manera cómo encaras la adversidad y el compromiso de seguir adelante. Con tus palabras e imágenes nos haces llegar una parte importante de lo que deben estar pasando por allí. Gracias por ello.
ResponderEliminarTe felicito por tu manera de encarar este penoso trance.
Un abrazo.
Ets un home valent i temerari; Jan. Tú al péu del canò, con si no passés rès. Et felicito per l'audecia i et dono gracies per tot el que ens vas explcant. Una abraçada amic méu.
ResponderEliminarQuizás sea impresión mía, Jan. Te veo muy impresionado, como es lógico, pero también bien de ánimo y eso es lo importante.
ResponderEliminarLo mejor es seguir adelante y ayudar a los demás en la medida de nuestras posibilidades.
como mera curiosidad, donde tu vives, ¿resistió bien?
Un abrazo.
Enhorabuena por ese "hay que seguir" que te estas sacando de entre tanta incertidumbre, olé!!!
ResponderEliminarPoder escribir, saber expresar es liberarse, expandirse, oxigenarse :)
Estaba pensando yo, en esas construcciones de piedra tan tipicas de Galicia, donde el granito tallado en perpiaño hace firme una estructura y... recuerdo aquel 22 de mayo de 1997 cuando un 5.1 sacudió estas tierras, claro que... no es lo mismo, no no, sin embargo aquella sensacion no la olvidaré en mi vida. Uno aprende que la naturaleza cuando se impone, nos convierte en muy poquita cosa.
Mil biquiños :)
La naturaleza nos comerá vivos pues no nos merecemos otra cosa.
ResponderEliminarAgradecer "no sé a quién" que no ha sido más dramático. En Japón estaban temblando.
Me alegro de que "vivas para contarla" (y sobre todo fotografiarla, realmente la quesería me ha recordado un bizcocho en el horno, cuando se abre la puerta antes de tiempo y se hunde y se desparrama)
Un abrazo
Me gusta el blog Jan, y gracias por visitar el mio, saludos
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