Micro relato sobre la muerte
Hubo un tiempo, que detrás de cada sepultura había un nombre escrito. Este pertenecía a una historia fácilmente ubicable. Pero después de transcurrir un poco más de tiempo, todo fue presa del olvido. Las letras desaparecían y los nombres pasaban a ser cábalas enigmáticas de quienes se postraban ante las mismas, para averiguar quién estaba enterrado allí.
De aquí cien años, seremos los bisabuelos de una generación que ni se acordará de sus padres. Seremos olvido.
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“Existencias efímeras”
Copyright © By Jan Puerta 2009
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¿Y que pasó con los otros 6 de la foto anterior?
ResponderEliminarIgual, el Nro 1 es primo inter pares, me gusta.
Besos primigenios.
PD- Y veo la palabra "Venezuela", borrrrrrrada, ¿Por qué será?
ResponderEliminarNo me lo repitas Jan que de pensarlo me dan escalofríos. Pero es que es tan cierto como que ahora estoy aquí.
ResponderEliminarUN abrazo.
HHOLA JAN: SEGUR QUE D´ACI 100 ANYS,TOTS ESTEREM CALVOS.
ResponderEliminarA MI M´AGRADARIA QUE M´INCINERESIN I TIRESSIM LES MEVES CENDRES A LA MONTANYA.
UNA ABRAÇADA. Montserrat
Hasta el número se termina borrando.
ResponderEliminarJO no veo que ponga Venezuela, amiga Myr. Mas bien me parece VALENZUELA, que es un apellido español muy corriente. La imagen es impactante por la rudeza de la obra de albañileria, realizada parece, con material reciclado. Pero ante la realidad de la muerte nada de ello tiene la menor importancia.
ResponderEliminarGracias por esta entrada Jan.
Pues sí, algunos seremos olvidados incluso antes. Pero quieran o no algo de nosotros quedará en el universo.
ResponderEliminarSaludos.
Somos...solo números...un abrazo
ResponderEliminarDe aquí a cien años, ya ni siquiera
ResponderEliminarseremos.
Un abrazo
En estos instantes dudo de que seamos algo...pero bueno, serán enagenaciones...
ResponderEliminarEso es así. Seremos cenizas que nadie tendrá en su memoria.
ResponderEliminarDifícil de aceptar...
un abrazo.
Al paso que vamos, pasamos de lo analógico de las letras a lo digital numérico y pronto los números serán sustituidos por algo aún más impersonal como un código de barras o una simple banda magnética... ¿quién será capaz de acumular recuerdos con algo así?
ResponderEliminarCreo que es "familia... Valenzuela" y no Venezuela
ResponderEliminarNi números quedarán, ni nombres que recordar.
ResponderEliminarSaludos
Tienes mucha razón en tus lapidarias conclusiones...
ResponderEliminarNo me había dado cuenta de ese tema de los epitafios, cierto.
Muy buena la foto
Abrazo
Pues, ienes toda la razón...al final todo se reduce a números...:)
ResponderEliminarSomos polvo. Olvido.
ResponderEliminarYa hace tiempo que somos números. Nuestro nombre es apenas un seudónimo.
ResponderEliminarPese a todo, la memoria opera con otra clase de elementos: una historia, una voz, un olor, un escalofrío.
Gracias por pasar mi blog y siempre sera bienvenido!
ResponderEliminarInteresantes textos e imagenes!
marcan diferencia...
Un gusto!
Saludos!
¿Y qué más dará que nos recuerden o no una vez muertos? Nuestro tiempo ya pasó y entonces será su tiempo. Hay que aceptarlo como una realidad que se repite desde que el hombre se convirtió en animal racional.
ResponderEliminar¿Un número? Ni siquiera eso: somos un ínfimo granito de arena imperceptible para la vista.
Lo que cuenta es el amor que somos capaces de dar ahora, en este momento, no qué o quiénes fuimos ayer o qué o quiénes seremos mañana.
Besazos, Jan.