El camino de los ausentes no tiene principio. Tampoco final.
En un momento de tanta desolación en Chile, publicar una entrada con un perro abandonado, parece algo banal. Pero es una realidad más. Por eso, la imagen de hoy forma parte del pesimismo más inmediato que nos rodea.
La imagen, la tomé el pasado sábado. Más de uno de vosotros, se dará cuenta que el fondo de la misma nos es familiar. El lunes pasado, publiqué una entrada bajo el título genérico de “Hay que seguir”. Las palabras que me brindó un hombre de mucha edad, que había vivido demasiados terremotos.
Mientras el hombre se alejaba balbuceando la frase, me fijé en estos dos perros que venían sin mucha prisa. Quizás sin un destino fijo. Tal vez, más ausentes que antes del terremoto. No lo sé. Pero no pude reprimir el ansia de mantener más o menos el mismo encuadre y volver a disparar la cámara.
Desde la otra acera solo pude pensar en las ausencias. Por eso, los llamé así.
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“Perros abandonados”
Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
HOLAAAAAAAAAAA JAN QUE BONITO RELATO, TE DESEO UN GENIAL FIN DE SEMANAAA, SALUDOS Y ABRAZOS DE TU AMIGO CHRISTIANNNNNNNNNNN
ResponderEliminarEllos también sufren la desolación. están quizás más acostumbrados a sobrevivir solos (o no) pero no hay que olvidarlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
BON DIA JAN:
ResponderEliminarA pesar de los pesares, te deseo de todo corazón, que pasen un buen día.
Recibe todo mi apoyo desde Valencia.
Montserrat Llagostera
Ese caminar con la mirada baja lo dice todo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tus fotografías cuentan historias. Sobran las palabras.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Qué solos se quedan los perros abandonados después de un terremoto! Tanto como los muertos en el cementerio.
ResponderEliminarTambién los perros han sufrido las consecuencias y evidentemente se sienten perdidos.
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo.
Semble ser que les Nacions Unides prenen cartes en els assumtes de la reconstrucció de Xile. M'en al-legro molt. Ojalà també et beneficii a tú.
ResponderEliminarsalutacions ben cordials
Esta permitido caerse, pero prohibido no levantarse.
ResponderEliminarA veces, querido Jan, la desolación es eso: un perro vagando sin amo en una ciudad en ruinas.
ResponderEliminarBuenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminarEsta de hoy es una de las mejores entradas y fotografías tuyas que he visto.
¡¡¡Enhorabuena!!!Y ¡Gracias!.
Saludos. Gelu
Que decirte , además de solidarizarme, registrar la ausencia es una manera de hacer presente algo. Te mnado un beso .
ResponderEliminarLa imágen llena de simbolismos .
Uf, no sé que decirte, sólo que me emocionas...Un beso. Y a seguir ...
ResponderEliminarla ausencia es el vacio, la añoranza de lo que se nos fue...y a esa pobre gente se le ha ido demasiadas cosas...demasiada vida que vivir...un abrazo
ResponderEliminarAl tiempo que te leía y observaba la fotografía pensaba yo si los perros sentirán el mismo miedo y desolación que sentimos nosotros ante una catástrofe como la que habéis vivido en Chile. Supongo que sí, o será parecido, pero no consigo ponerme en su lugar aunque quiero hacerlo. No consigo sentir como un perro y creo que debería poder hacerlo. No consigo tener alma de perro y creo que es porque soy un estúpido ser humano.
ResponderEliminarBesos grandes, querido Jan.
Al menos ellos tienen compañía en la que apoyarse.
ResponderEliminarEspero que la situación mejore cuanto antes.
Un abrazo desde el corazón.
Tanto dolor, tanta desolación... es injusto. La imagen habla por sí sola, conmovedora.
ResponderEliminarRecibe este fortísimo abrazo amigo!!!
Hola, que tal? Siempre vuelvo a ver tus fotos, me encantan los encuadres y las composiciones.
ResponderEliminarPese al inmenso drama que habéis vivido, no me parece banal en absoluto la fotografía de dos perros abandonados, Jan. También ellos son seres vivos y lo han vivido y sentido.
ResponderEliminarFíjate que, además de la duplicidad del lugar, ellos también parecen decir, "hay que seguir".
No hay más que ver su caminar y la mirada perdida en el suelo.
Un fuerte abrazo, amigo.
He leído en un artículo que los perros lloraban en Chile, que sintieron el terremoto antes de ocurrir, y volvieron a llorar al recaer de nuevo... aullában como criaturas y sus aullidos eran el fiel reflejo de lo que se avecinaba.
ResponderEliminarTu foto refleja el realismo puro.
Un abrazo.
No lo considero ninguna banalidad, amigo, si hablamos de sensibilidad y a través de tus fotografías veo que tú lo eres.
ResponderEliminarabrazos