El despertador ha dejado de sonar. El café, inunda mis arterias mientras su aroma se pierde en la estancia. La ducha rápida me ha devuelto al mundo de los despiertos y mi ansia por salir de casa se vuelve incipiente cada día antes de que los primeros rayos solares apunten en el horizonte… Mis pasos me llevan al viejo embarcadero. Un rincón de esos que están llenos de historias a pesar de la ausencia de quienes no hace mucho, las contaban en animadas charlas. Un corrillo de voces donde el ron invitaba a seguir hablando. Donde la palabra, aun era importante y la comunicación se realizaba a través de ella. Hoy las ausencias son tan notorias que la tristeza se apodera de los rostros y los viejos pescadores, se encierran en la única taberna que queda de sus recuerdos, perdiendo la noción del tiempo. Olvidando lo vivido. Solo les queda un presente amargo. Ajado sin ilusiones. Día a día, caen presa de sus temores y desaparecen de la escena. Nada es igual. Y lo peor de todo, -según palabras de más de uno- es que la soledad que tanto sabían vivir a lomos de viejas barcas de madera hoy les golpea el alma haciéndolos llorar… de rabia e impotencia. Triste realidad para un viejo pescador.
Hoy, aun he podido escuchar algunas palabras que se mantenían en el aire gracias a las corrientes circulares del viento que acariciaba ese rincón. Las risas se mezclaban con la soledad que se palpaba. Con la ausencia que se respiraba. Como siempre, la imaginación nos permite vivir al límite de nuestra cordura o lo que es lo mismo… en el inicio de nuestra locura.
“Microrrelatos”
muy bonita, enhorabuena
ResponderEliminarTu océano también me llama....estoy por coger mi flotador de pato y mi caja de pastillas para el mareo....recorrer el camino de mar y embarcarme hacia el infinito.
ResponderEliminarJ.
Muy bonita foto. He estado viendo el resto del blog y tienes fotos magníficas. La de Preocupación en Semana Santa y Al otro Lado me parecen geniales. Un saludo, volveré a pasarme por aquí.
ResponderEliminarUna imagen maravillosa... felicidades Jan
ResponderEliminarbella toma... el ruido y el B&N le vienen muy bien... expresiva, muy adecuada a tus palabras...
ResponderEliminarrealmente me gusta leer tus palabras.
mucho hace que no pisaba este lugar, y es un gusto venir de vez en cuando a respirar melancolía, simpleza y belleza.
Saludos!"!
vraiment une très belle composition, dans de belles teintes de bleu.
ResponderEliminarHasta mí llega el olor del mar.
ResponderEliminarPreciosa, amigo.
Abrazos
Gran composición Jan, el blanco y negro le da ese aire melancólico y triste que le pega junto al texto.
ResponderEliminarSaludos.
Cómo nos llama la mar.
ResponderEliminarAntes soñaba que al más allá se partía desde un sitió así, en una mañana como esa, sin frío ni calor, sentado en una hamaca en la popa de un viejo transbordador. Una versión marítima de la Laguna Estigia, supongo.
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