Una gran mayoría de los perros abandonados suelen tener más de un problema con los vehículos. Su inocente candidez y la locura que en ocasiones padecen les llevan a perseguir incansablemente esas circunferencias de caucho terminando en más de una ocasión bajo las mismas con lesiones de las cuales no pueden recuperarse.
Este simpático can se paso mas de una hora persiguiendo a todos los coches que para ban cerca de el. Cuando descansaba lo hacia sobre las mismas huellas que dejaban los neumáticos de los vehículos que recientemente habían pasado.
No se que lleva a los perros a perseguir los autos e intentar morder sus neumáticos. Hasta hace un tiempo, pensaba que solo usaban los neumáticos para marcar su territorio. Pero con el tiempo he visto que hay una aversión que se combate a fuerza de persecuciones e intentos de mordisco de los mismos.
Por eso decidí llamar Temerario a este can.
“Dogs of the world”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
Pues pobre el ciclista que se encuentre con él!
ResponderEliminarQue bien has 'cazado' su caracter!
Yo creo que asocian las ruedas con su abandono, y por eso las persiguen.
ResponderEliminarLa mayoría de las veces, tiene su lógica.
Y si no, mira la mirada de este amigo peludo...¡lo dice todo con esos ojos!
Es tan feo y tan hermoso a la vez, me ha sacado una sonrisa recordando a mi "chaparro"
ResponderEliminarGracias una vez más!!!
Los coches son entes sobrenaturales, y el perro, puro instinto, lo sabe. Este tiene la mirada resuelta del héroe y el gesto presto para saltar de nuevo.
ResponderEliminarCuriosamente, ayer por la mañana, me adentré por un camino para fotografiar un rebaño de ovejas, y aparecieron tres perros que me dieron un gran susto (y eso que iba en el coche), se pusieron a correr detras de mí... y estuvieron 10 minutos al menos... Estaba en su territorio... tenia que irme... ME LARGARON...
ResponderEliminaresas ruedas de goma que suelen orinar entre unos y otros parece sacarles de quicio cada vez que atraviesan su territorio y este can no parece estar decidido a consentir tamaña osadía, como dice xuan se le ve en la mirada de no haber terminado el trabajo, saludos
ResponderEliminarIgual es por eso precisamente...puede que no haya rueda de coche en el mundo que no haya sido marcada por, al menos, un perro. Y éso de que se te meta otro perro en tu territorio no deben de llevarlo nada bien.
ResponderEliminarEs una pena que no haya podido fotografiar un can que me encontré esta semana, debería llamarlo 'suicida'. No perseguía neumáticos, ni defendía sus posesiones, sólo dormitaba justo en medio de una carretera estrecha...
Saludos Jan.
Yo quedé perplejo cuando vi en El Calafate esta estampa. Yo les llamaba los camicaces del Calafate, porque pasaban a escasos centímetros de las ruedas. Impresiona. No sé qué debe ser, pero yo en España nunca he visto esa conducta en un perro. No sé a qué se deberá.
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