A propósito del accidente ferroviario…
Tanta velocidad, tanta locura. No deberíamos tener
prisa nunca. Al fin y al cabo, la muerte siempre nos espera en los lugares más
inesperados.
Una simple reflexión después de una tragedia.
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Estoy desolada...(Una española en Ecuador) :(
ResponderEliminarLa porta de la mort mai es tanca...la reflexió és visual en aquest cas...
ResponderEliminarI la porta segueix oberta amic, pot ser deixe escapar el dolor, poc a poc...
La fragilitat de la existència és tremendament grossa...
Una bona reflexió Jan.
ResponderEliminarDe que va valdre correr tant? Només per provocar la mort d´aquestes persones inocents.
Una abraçada, Montserrat
Saludos, Jan, por aquí estamos estremecidos. En el lugar donde vivo las calles llevan todo el día casi desiertas. Un abrazo,
ResponderEliminarMuchas gracias, Jan. Por este recuerdo.
ResponderEliminarDesde tierras gallegas.
Me temo que hemos perdido el tiempo humano.
ResponderEliminarTampoco debemos poner puertas al campo ,las tecnologías nos hacen la vida menos dura a pesar de los errores.
ResponderEliminarLa esperanza tiene puertas sí pero hay días en que todas las puertas parecen cerradas. Abrazo grande, Jan.
ResponderEliminarDe momento no hay ciencia ni técnica que la evite. Sigue ahí con nosotros, porque al fin y al cabo no somos más que fueguitos y todos los fuegos se apagan más tarde o más temprano. Sabiendo esto, ¿para que correr? Qué lindos eran esos viajes en tren en los que compartías comida y bedida y ... hasta intimidades con esos compañeros de viaje, esas amistades y amores que surgían con el traqueteo del vagón. Había veces que hasta te daba pena llegar.
ResponderEliminarEl que tenga prisa que vaya en avión.
Gracias por tus lindas puertas que dan a una ventana de esperanza.
Es contradictorio: queremos ir deprisa para tener más tiempo para vivir, pero...
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