Durante años, fui un seguidor acérrimo y esforzado
del Tour de Francia. Lo hice, primero por televisión. Cuando aun el color era pálido
como ciertos revelados de kodakcromé. Después, a lomos de una bicicleta que mi
Padre me compró no sin esfuerzo y que según contaba su anterior propietario,
quien se la vendió a él, le garantizó que con ella, había ganado la vuelta a
Zaragoza. Nunca lo supe a ciencia cierta.
Con ella, emulé algunos veranos a los grandes
ciclistas de la época, Merck, Ocaña, Fuente, el fin de la carrera de Poulidor… lo
hice sufriendo mientras subía legendarios puertos de montaña de los pirineos
franceses, y algún que otro de los Alpes.
Eran años que se hablaba de la muerte de Tom
Simpson en el mítico Mount Ventoux al haber ingerido algo que no debía. Así
empezaba ese extraño noviazgo del alto rendimiento ficticio, y la gloria efímera
de quienes andaban por ese camino. Hoy en día, después de todo lo vivido en los
últimos años, uno ya no sabe que pensar. La duda permanente se instaló definitivamente cuando Armstrong asintió, aceptó y confesó su culpabilidad.
La imagen, sujeta a mi propia interpretación
visual de lo que acontece, imita una escena imaginaria donde un paso de tango,
enaltece las bicicletas en espera de mejores tiempos. A partir de ahí, como decía
un viejo tango… “veras que todo es
mentira”.
El año pasado, el 30 de junio, a propósito del
inicio del Tour de 2012, también publiqué una entrada donde me refería al trato
vejatorio sufrido por Alberto Contador. Aquí tenéis el enlace: Tour de Francia2012
Ya nada es como antes…
Clic aquí para ver la serie
completa:
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copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Ya nada es como antes, no, pero antes ya eran las cosas así en el ciclismo y en otros casos. La diferencia: ahora lo sabemos, antes se intuía y no se decía,excepto en el tango...
ResponderEliminarMe has hecho evocar tiempos en los que en casa se veía "la vuelta"
ResponderEliminarLas marcas han vencido al deporte.
ResponderEliminarUn abrazo
Apenas ver la imagen, también se me ocurrió alguna referencia al tango en esos pies, y las bicicletas, bien ajenas, pero presentes!
ResponderEliminar=)
Un abrazo
Els temps canvien, tot es diferent d'abans, i malgrat haver canviat a millor, la sensació que es té es que ara tot va pitjor.
ResponderEliminarUna abraçada
Es una sensación extraña: saber que el Tour solo se corría en nuestra imaginación y que todo lo demás era simulacro.
ResponderEliminarMe gusta como cuentas la experiencia ciclista y me gusta mucho la foto que acompañas. Realmente todo debería ser como esos pasos en la acera y no como viene siendo en los sillines y en las ruedas de las bicicletas.
ResponderEliminarEn fin esperemos que poco a poco vayamos pudiendo confiar de nuevo en los ciclistas.
Un abrazo
joo como me gusta el tango!! como buena argentina festejo esta entrada al compas del 2x4
ResponderEliminarAbrazos Jan!