La vida, en la sombra de uno mismo.
Hace tiempo que creo haber perdido la mano
derecha. Mi dedo índice es una prolongación mecánica que activa, bajo las órdenes
de mi cerebro, el disparador de la cámara. El mismo índice, gestiona con cierta
soltura la velocidad de disparo, al tiempo que el dedo “gordo” hace lo propio
cerrando o abriendo el diafragma. Algunos, solo lo utilizan para hacer
autostop, otros lo alzan como referencia que todo va bien y boca abajo como señal
inequívoca que lo peor ya es parte de uno.
El caso es que ayer, caminando entre los
bastidores de una vieja casa con algo más de cien años de historia, intenté hacerme un autorretrato... de mi propio sombra, o lo que es lo mismo, mi propio
yo.
No es la primera vez que lo hago. Espero que tampoco sea la última.
No es la primera vez que lo hago. Espero que tampoco sea la última.
Después de varios intentos, solo mi mano mecánica y
la silueta descarada de mi réflex, entraban dentro del encuadre de luz que permitía
ver y no intuir.
Resultado… ustedes mismos juzgaran. La historia, tiene
otras cosas más importantes que hacer.
Todo aquello que mi ojo ve, la cámara lo
corrobora.
"Paradojas personales, en una casa que me hace
soñar"
Clic aquí para ver la serie
completa:
Copyright © By Jan Puerta 2013.
Texto y fotografías con
copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Una foto extraordinària, ha estat un veritable plaer visitar el teu blog, m'ha agradat moltíssim.
ResponderEliminarSalutacions.
Tota una història!, es clar que si no l'expliques es converteix en una ombra misteriosa en mig d'un contrallum fantàstic.
ResponderEliminarL'enquadrament es excel·lent i l'idea genial!
Una abraçada
M'apunto al comentari del Josep. El text que acompanya la foto, genial.
ResponderEliminarSalut
una hermosa foto donde comienza una historia..
ResponderEliminarGenial!!!!!
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat
Tens un recull de pensaments que ja voldria jo tindre...
ResponderEliminarUn instant inmortalitzat, és una meravella aquesta foto.
Abraçades.