Lo que me contaron sucedió en un pueblo costero del Mediterráneo. Es la historia corta de un problema de flacidez que padecía cierto caballero de cuyo nombre me acuerdo pero, no creo necesario exponer.
Su mujer le reclamaba los deberes conyugales a diario. Raro era el día en que en tres ocasiones no debiera de satisfacer las ansias uterinas de su amada. El, complaciente como debe de ser un buen marido, se esforzaba todo lo que podía. Los meses se convirtieron en años y estos empezaron a pesar en el. Una mañana, la flacidez llego a su miembro viril. Su mujer, al ver tal disfunción, le dijo cariñosamente que no se preocupase. Que alguna vez debía de ser la primera. El lo aceptó. Entendió las palabras de ella, hasta tal punto que no le dio importancia cuando la flacidez represento por una segunda vez y una tercera. Bajó la relación a dos veces diarias, con el consentimiento de su mujer. Esta se volvió mas atenta con el. Le preparaba el desayuno, se lo traía a la cama. En poco tiempo volvieron a hacer el amor como locos. Parecía que las atenciones y la comprensión de ella, hacían efecto en la sugestión sicológica del marido.
Este, una mañana, se levantó como siempre, pero con una erección que duraba desde el día anterior. Su mujer se aprovecho nuevamente de ella. Ahora, eran cuatro las veces que lo hacían a diario. Desde que aparecieron los primeros síntomas, le disolvía cada mañana con el vaso de café con leche, media viagra. El, ilusionado ante tanta atención de su señora, no hacia otra cosa que repetirse…
“Que bonito es el amor, a pesar de la flacidez”.
Su mujer le reclamaba los deberes conyugales a diario. Raro era el día en que en tres ocasiones no debiera de satisfacer las ansias uterinas de su amada. El, complaciente como debe de ser un buen marido, se esforzaba todo lo que podía. Los meses se convirtieron en años y estos empezaron a pesar en el. Una mañana, la flacidez llego a su miembro viril. Su mujer, al ver tal disfunción, le dijo cariñosamente que no se preocupase. Que alguna vez debía de ser la primera. El lo aceptó. Entendió las palabras de ella, hasta tal punto que no le dio importancia cuando la flacidez represento por una segunda vez y una tercera. Bajó la relación a dos veces diarias, con el consentimiento de su mujer. Esta se volvió mas atenta con el. Le preparaba el desayuno, se lo traía a la cama. En poco tiempo volvieron a hacer el amor como locos. Parecía que las atenciones y la comprensión de ella, hacían efecto en la sugestión sicológica del marido.
Este, una mañana, se levantó como siempre, pero con una erección que duraba desde el día anterior. Su mujer se aprovecho nuevamente de ella. Ahora, eran cuatro las veces que lo hacían a diario. Desde que aparecieron los primeros síntomas, le disolvía cada mañana con el vaso de café con leche, media viagra. El, ilusionado ante tanta atención de su señora, no hacia otra cosa que repetirse…
“Que bonito es el amor, a pesar de la flacidez”.
“Microrrelatos”
¿la viagra sin el vasito de café y sin las "atenciones" de la "buena" señora, habría hecho el mismo efecto?
ResponderEliminarChapeau por tus fotos y tus micro-relatos.
Un saludo con llovizna grisácea
Bona parella !!!!!! senyora astuta i bonica historia.
ResponderEliminarCom sempre molt bona !!!!!
Petonsssssssssss
A grandes males, grandes remedios, jajaja...
ResponderEliminarMuuuuacks!
Hola, a veces los problemas son por defecto; pero a veces pueden ser por exceso. La señora que tenga cuidad, no sea que se pase y entonces no pueda satisfacer las necesidades de su madiro. En el punto medio parece que está la virtud. Un saludo
ResponderEliminarjajaja se volvió una maquina sexual el hombre erectus jajaja Un abrazo grande!
ResponderEliminarAriel.
La fotorafía... un hallazgo propio de un buen fotografo-azador. Chapeau.
ResponderEliminarun abrazo
¡la foto está genial! ilustra muy bien tu relato. Inteligente ella.
ResponderEliminarLo que demuestra que las mujeres somos más listas :D
ResponderEliminarQué bueno el relato, Jan. Y la foto de lo más adecuada. Saludos
ResponderEliminarQue buena historia has escrito para la toma, la verdad es que has conseguido meter la foto en un contexto que no es el suyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Picarón!!!!! que juegos de palbras..., no es fantastico lo que se puede lograr con unas palabras? Le has dado la vuelta a la tortilla!!!
ResponderEliminarUn abrazote!
Se puede ser feliz con muy poco.
ResponderEliminarEse poco es imprescindible.
Saludos
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Desde la anecdota de la costilla, las mujeres siempre ganan.
ResponderEliminarQue flacidez ... tiene poca auto-estima, no?
ResponderEliminarHai que mejorar los niveles.
Casi no creo que la foto sea fruto del azar. Es demasiado, y el relato no le va a la zaga.
ResponderEliminarVeo que se te da bien al ciencia ficción ja ja! Lo más normal, ya sabemos en las esposas-madres, es que la frecuencia caiga en picado , o sea en progresión geometrica con la aparición del primer hijo y cause estragos ya con el segundo.
ResponderEliminarEn el grupo de maridos que conozco la historia es al revés del cuento, ninguno necesita viagra más bien un antiviagra para no estar siempre con tantas ganas y la frecuencia , mejor no la escribo. Que conste que dado que es un mal tan extendido (rondará el 75 % de las parejas con hijos y más de 7 años de matrimonio) he acabado por considerarlo normal.
Los hombres "semos" seres goriláceos en eterna erección, ja ja! que "crus" señol que crus (como diria el emérito Doctor Cojonciano de "El Jueves") Hay que reirse ja ja. Aprofita tu noi que tens hectaries de camp lliure!
Muy bueno el relato y genial la foto.
ResponderEliminarQue fue antes ¿la foto o el relato?
jajajajajajja
ResponderEliminargenial
jajajajajjaa
muakismuakis jajajjaa
voy pa'l baño:-))))))
Muy bueno, y cuan inteligente la mujer ;)
ResponderEliminarConviene no abusar de la Viagra por sus efectos secundarios.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta el nuevo fondo de tu blog. Es un azul muy calido!
;-)
Jan eres realmente ocurrente y observador. Me fascina tu capacidad narrativa y capacidad creativa. Es todo un placer haber encontrado tu blog. Gracias por tu comentario. Te seguire muy de cerca. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy ocurrente historia, me ha hecho reir. Excelente la fotografía acompañante, muy a tono.
ResponderEliminarUna pregunta: qué fué primero?
Recibe un abrazo desde el ya casi verano de Bs As
Juan
Jajajaja. el relato muy gracioso, no sé si real, pero gracioso. La foto le va que ni pintada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuánto humor en ésta y en la anterior. Y cuánta verdad... aprovechemos, mientras pueda durar...
ResponderEliminarHola Jan
ResponderEliminarHacía días que no pasaba a visitarte, así que empecé a bajar por los trabajos pendientes (de ver) y zasss, me detuve.
¡Genial el conjunto! Vaya mujer, así se hace! jajaja.
Con el tiempo lo único que no va a tener solución es la muerte.
Seguramente la señora del relato...¡Es una mujer feliz!
Besos.
Amiable post and this fill someone in on helped me alot in my college assignement. Thanks you for your information.
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