El olfato es un instinto de supervivencia.
Para el, fue un autentico festín. Una bolsa llena de menudencias de cerdo y algún que otro hueso. No siempre uno tiene la misma suerte de poder encontrar cerca de una carnicería semejante manjar.
Ajeno a todo lo que lo rodeaba, estuvo por un tiempo indeterminado lamiendo la bolsa que había contenido su comida del día. Quizás a sabiendas que mañana seria diferente.
Me miro por un momento y siguió en su tarea. Ya se sabe que con las cosas de comer, no se juega.
No tenia muy claro como llamarlo pero al final, decido por decirle “Festín”.
“Dogs of the world”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
Bueno, quién sabe. También los humanos relamemos los platos cuando la comida nos gusta mucho. Saludos. Gracias por tus comentarios y esa última nota que tanto me ha alegrado.
ResponderEliminarSí, desde luego.
ResponderEliminarCon las cosas de comer...
Buen nombre para un perro. Me gustan estos homenajes a los callejeros. Se lo merecen.
ResponderEliminarAl final, terminaremos disputándole su plato...
ResponderEliminarJajaja.... la de cosas interesantes y nutritivas que encontraría ;)
ResponderEliminarCon que poquito se conforman algunas criaturas... y se creen afortunados.
ResponderEliminarSaludos amigo!
Me encantan los nombres que acertadamente pones a nuestros queridos callejeros..
ResponderEliminarUn beso, Jan!