Hace algo más cincuenta años, esta imagen era tan normal como lo es hoy en día...
Algunas imágenes nos pueden trasladar en el tiempo. La ausencia de detalles actuales nos permite jugar con la imaginación de lo vivido y trasladar el recuerdo a nuestro presente.
Algunas ciudades tienen ese don. Valparaíso es una de ellas. Pasear por ella es encontrarte con cuadros visuales que pertenecen a otra época. Una de las avenidas que tienen más de antes es sin duda la terminal del “Trolley” porteño situada en la avenida Argentina.
El fondo gris de los edificios de mediados del siglo pasado con la imagen plástica de los viejos pero necesarios “Trolley” nos permite un juego visual donde la entelequia me hace ver a los personajes de la ciudad, -un domingo casi invernal a mediados de mil novecientos cincuenta y tres- Una pareja, paseando cogidos del brazo. El, con su sombrero de fieltro y su gabán a cuadros mientras su mujer conservaba el recato de la falda por debajo de las rodillas y el decoro por asombro al ver las nuevas maquinas eléctricas recién importadas desde Estados Unidos.
Los tiempos cambian pero nuestra capacidad de asombro… ¡jamás!
“Blanco y negro especiales”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
Menos mal que nos podemos seguir asombrando, sino que sería de nosotros.
ResponderEliminarSaludos.
Gran fotografia y si es de Valparaiso mejor todavia, el puerto guarda tanta historia que dificilmente un libro podria describir, felicitaciones por tu blog y gracias por acordarte de Chile...
ResponderEliminarVoy creyendo que de los tiempos sólo cambian las fechas...
ResponderEliminarsigo pensando que "Valpo" tiene magia. He estado en muchos lugares y muy pocos se me han quedado grabados como esa ciudad. Me encanta, siento algo cuanto me introduzco en el desorden y las curvas de sus calles y rincones inexplorados y antiguos...UN abrazo!
ResponderEliminarExacto... Lo has dicho perfectamente. Nuestra capacidad de asombro no cambia. Excelente fotografía.
ResponderEliminarHabía perdido tu enlace.
Un abrazo.
hola jan un trabajo sensacional. Me ha trasnportado
ResponderEliminarsaludos
Esa fotografía me ha transportado a mi infancia; a los trolebuses de Madrid; al inconfundible sonido de sus motores eléctricos, al ruido de los chispazos en la catenaria, y a la escena del cobrador bajándose a reubicar con un largo palo el trole que se salía de su sitio cada dos por tres.
ResponderEliminarDesde Neruda, Valparaiso siempre me ha fascinado. Y por los blogs son frecuentes esas imagenes llenas de color. Un saludo.
ResponderEliminarValparaíso es una ciudad fascinante, los troller o trolley le dan a la ciudad un encanto especial. Cada vez que la visito, me subo a uno de ellos, hay veces por pocas cuadras, sólo para sentirme transportada al pasado y admirar su imterior, sus asientos, su espacio que nada se parecen a los buses de hoy en día. Me llene de nóstalgia al ver la foto, tendré que hacer un recorrido más largo la próxima vez con más tiempo, para admirar la ciudad y su gente. Abrazos.
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