Leamos el Quijote

Los jueves… Quijote

Segunda parte

Empezamos la lectura de la segunda parte del Quijote.
Me ha sorprendido nada mas empezar la lectura de la misma. He de confesar que la carta que le envía al Conde de Lemos, me tiene completamente fascinado y a ella le voy a dedicar este comentario.
Leyéndola he aprendido varias cosas vinculadas con la publicación de esta segunda parte del Quijote. Me sorprende de la misma tanto su principio como su final.
Pero sin duda la despedida que hace de la misma casi me deja sin palabras cuando dice:
Con esto le despedí y con esto me despido, ofreciendo a Vuestra Excelencia Los trabajos de Persiles y Sigismunda, libro a quien daré fin dentro de cuatro meses, Deo volente, el cual ha de ser o el más malo o el mejor que en nuestra lengua se haya compuesto, quiero decir de los de entretenimiento; y digo que me arrepiento de haber dicho el más malo, porque según la opinión de mis amigos ha de llegar al extremo de bondad posible. Venga Vuestra Excelencia con la salud que es deseado, que ya estará Persiles para besarle las manos, y yo los pies, como criado que soy de Vuestra Excelencia.
Me parece que Don Pedro Fernández de Castro o lo que es lo mismo, el Conde de Lemos, tiene mucho que ver con la publicación de la segunda parte. Al menos saco esta conclusión después de mi lectura. No se si es acertado hablar de su importancia. Pero me lo parece. Hay que tener en cuenta, que por aquel entonces el Conde era el presidente del consejo de Indias y virrey en Nápoles. Era amigo y protector de diferentes escritores. Se dice que también era un buen poeta. A más del Quijote, Cervantes también le dedico sus Novelas Ejemplares, Las Comedias y entremeses y el Persiles.

Hoy las dos imágenes que ilustran esta entrada son producto de la casualidad. Me encontraba visitando un barrio de Olmué, -población de la V región en Chile- Cuando mi acompañante desapareció en lo que parecía ser el taller de unos artesanos del forjado y de la madera. Una vez dentro, pregunte si habían realizado algún trabajo donde el quijote fuese el protagonismo y me enseñaron la fotografía de uno que realizaron a petición de un inglés. (No dispongo de la imagen del mismo) Para ser justo, no tenia my buena pinta, pero si buena voluntad de parte de quien lo realizo. En esto, un cuadro en la pared me llamo la atención. La penumbra no me había dejado ver bien la imagen que se representaba, pero algo a nivel intuitivo me llevaba hacia el, una y otra vez. Al final descubrí que se escondía una figura que por su perilla identifiqué como el Ingenioso Hidalgo.
La misma esta realizada reciclando unas latas centenarias que habían servido de techo a una vieja casa de la zona. Y el marco del mismo pertenece a unas maderas también recicladas de la misma casa. En lugar de terminar en cualquier estufa calentado el frio i9nvierno, hoy tienen la posibilidad de tener una segunda oportunidad vinculada al mundo quijotesco. La obra tiene una altura cercana al metro ochenta. Casi 90 centímetros de ancho. La figura del Quijote tiene la peculiaridad que esta cortada sobre la plancha de lata. Con la idea de colocar una luz en la parte posterior para que la silueta pueda verse. Un idea original sin duda. Se vende por unos doscientos mis pesos. Menos de trescientos euros. Sin duda, estarían mas que bien pagados y decorarían muy bien cualquier rincón… rustico.

“Quijote”

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