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lunes, 22 de diciembre de 2008

Juan y el Ribera del Duero


Juan y un Ribera del Duero


Con Juan hablé poco tiempo. Eso me dejó un mal sabor de boca. Pero en ocasiones las condiciones nos alejan de aquello que nos sienta bien. Pasé una tarde completa en su casa. Mientras se acercaba la noche me invitó…
.- Quédese a cenar y seguimos hablando.
La cena fue realmente un autentico manjar…
.- Déjeme ayudarle…
Me señaló unas cuantas patatas y unas cebollas. Ayudado por mi “pallares Solsona”(1). pelé unas cuantas de cada mientras el agua en una vieja cacerola, le faltaba un poco para hervir. Juan me acercó un tarro de cristal lleno de hierbas. Me lo acerque a la nariz pero no supe definir que hierbas componían esa mezcla…
.-Que cantidad le pongo?
.-Con una cucharada de esas pequeñas, será suficiente.
.-Huele bien. Que tiene?
.-De todo un poco. Laurel, tomillo, romero, cilantro, jengibre y algo mas que no me acuerdo.
No insistí. Con el aroma que desprendía, y el sabor que le daría a las patatas y las cebollas, era más que suficiente.
Juan siguió limpiando un par de pargos amarillos que había pescado por la mañana.
.- Hoy saqué dos del mar, por que algo me decía que no cenaría solo.
.-Caray Juan, sabe que… yo he cogido al salir de casa una botella de vino. También tenía esa sensación.
.-Vino tinto, supongo?
.-Pues si. De una región vitícola española que se llama Ribera del Duero.
.-Ah…
Me acerque al coche, abrí el maletero y observe las dos botellas que recientemente me habían llegado de España. Del maletín de mis enseres viajeros, cogí el sacacorchos y abrí la botella. Olfateé el corcho como si de un sommelier reputado se tratase y sonreí. Reír solo, es sinónimo de complicidad manifiesta.
Entre en la casa y una sinfonía de aromas indescriptibles se había apoderado de toda la estancia justo en el momento que empezó a hervir el agua. Juan se había apresurado a poner la mesa. Dos platos desiguales junto a dos tenedores que nunca tuvieron pareja. Dos viejos tazones esperaban el vino.
Lo serví, y le acerqué el suyo a Juan. Este, al lado del fuego controlaba los pargos a la plancha. Solo con sal gruesa por encima. Nada más. El propio jugo del pargo amarillo haría el resto.
Juan me habló de su vida. Del mundo del pescador que llega a viejo sin otra paga que una maltrecha embarcación, para ganarse su jubilación diaria, o lo que es lo mismo, seguir pescando para poder subsistir. Sin paga a final de mes, sin mujer ni hijos. En la soledad de sus cuatro paredes de madera y con una sensación de vacío enorme.
.-Cada mañana me cuesta mas salir de la bocana de la desembocadura para pescar algún pargo. Me canso amigo. La vejez, un buen día nos coge. Estamos desprevenidos para ello. Y ya no nos deja. Al contrario. Nos agota y nos quita aire, hasta que decide que todo se ha terminado…
Sus palabras, me las dice con una sonrisa que llena de complejidad su rostro. Sus ojos, no paran de moverse mientras hablamos. Las patatas y el pescado, nos han sentado muy bien. Un menú sencillo que pocos restaurantes son capaces de ofrecer. El vino ha resultado un complemento ideal. Nos sentamos junto al fuego y seguimos bebiendo y hablando.
.- Buen vino. Así que de Ribera del Duero… Una zona con muchos frailes, verdad?
Me sorprende su afirmación…
.-Como me dice esto, Juan.
.-Siempre oí decir que donde había frailes, se hacia buen vino
.-Ah…
Y así pasaron las horas, pero estas son implacables con el estar bien. Cuando nos despedimos, me regalo la mitad del tarro de las especies…
.-Así cuando cocines patatas te acordaras de mí.
Le di mano y lo abrace…
Mientras subía al coche, le dije…
.-Juan, aunque no cocine patatas en mi vida, jamás olvidaré estas horas que hemos compartido.
Antes de irme, en un momento de descuido, le deje mi segunda botella en la cocina y el equivalente a diez euros bajo la misma. En una nota le escribí…
“Amigo Juan, algún que otro fraile queda. Gracias”.

Para estas fiestas, espero que Juan le siga plantando cara a la vida. Ojala pudiese estar un poco mas cerca de el. Seguramente me invitaría a pelar cuatro patatas más.

(1) Pallares Solsona. Marca de navajas que se encuentra en la población catalana de Solsona. Fundada en 1927. Desde hace muchos años, dos navajas de esta casa me acompañan en mis viajes.

“Haciendo amigos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

19 comentarios:

  1. Cena de amigos.
    Instantes de complicidad.
    El vino riega eso tan bueno que has sembrado.

    Un abrazo.

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  2. Tal vez con Juan no era necesario hablar demasiado. Tal vez todo había sido dicho ya muchas veces y solo quedaba pronunciar las palabras justas, las que hablan de la receta no escrita, de los ingredientes olvidados, de los peces que no pican porque son más listos que el hambre.
    La foto aun vibra, con ese blanco y negro reluciente, como lo harían las escamas de ese pargo desprendiendo un aroma que tú recuerdas y yo ahora imagino.
    Tu historia y tu manera de acercárnosla me recordó a alguna de Manuel Vicent, en su Mediterraneo. Todos los mares son el mismo.
    Gracias una vez más, Jan.

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  3. Qué injusto que nos sorprenda lo que nos hacen sentir las cosas simples y sencillas de la vida....Comida..Bebida...y compañía...algo mas sencillo de lograr y a la vez tan complicado hoy en día???

    Simplemente la vida....Gemma

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  4. me encanto...así es la vida...

    pero no quiero perder la oportunidad de desearte unas FELICES FIESTAS, y mandarte un beso enorme...

    ALMA

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  5. Precioso relato acompañado de una foto estupenda.
    ¡¡¡Felices Fiestas!!!

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  6. Un amigo y un Ribera... Lo mejor.
    Un saludo navideño.

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  7. Ribera del Duero, no esta mal..yo me decanto por un rioja..Cune!! ese me encanta..de un pueblecito precioso de la Rioja..donde hacen un cordero fantástico

    Un saludo..vecino

    Un café??

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  8. como siempre excelente! Feliz Navidad!

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  9. Esos relatos tuyos tan entrañables, que nos acercan las cosas de la infancia que apenas recordamos...

    Felicidades...! donde quiera que te encuentren estas fiestas, y el inicio del nuevo año, que esperemos mejor de lo anunciado....

    Saludos..

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  10. Para una buena cena, lo mejor es una buena compañia, buena historia y buena fotografia.
    Un saludo.

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  11. Preciosa entrada. Estoy deseando leer más acerca de esos ratos que pasas cultivando la mente junto a esos señores mayores. Son una fuente de conocimiento tan grande...
    También me gusta la foto. Un saludo, y si no vuelvo por unos días, te deseo lo mejor para estas fiestas. ¡¡¡Feliz Navidad, amigo Jan!!!

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  12. Bonita historia. Y encima regada con un Ribera! Feliz Navidad!

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  13. Me ha encantado esta historia compartida. Un bonito homenaje a esa sencillez que, curiosamente, es cada vez más difícil de encontrar. Soy fiel también esos Riberas del Duero...recordando algunos conseguidos por precios casi simbólicos en mi pueblo y en muchos más...y otros que ya se cotizan con razón...

    Gracias por regalarnos este viaje tan interesante.

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  14. Una serie muy buena la que estás haciendo. Te felicito.
    Un abrazo.

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  15. Querido Jan: No te deseo felices Fiestas porque eres como yo y ya veo qué clase de Fiestas son tus Fiestas. Y esas se cogen al vuelo y son siempre felices.

    Un muy fuerte abrazo, hermano.

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Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo