"Siempre tenemos a las hojas como complemento de nuestra existencia"
Las hojas de un libro abierto o por abrir. Las de un periódico leído o por leer. Las de un árbol que recién han caído o están por hacerlo. La del filo de una navaja acercándose a la mejilla equivocada o la del cuchillo filoso cortando un filete al punto. La hoja dominical, hoy en día apropiada por las parroquias terrenales o la extinta hoja del lunes relatando una proeza deportiva. La hoja llamada oreja de elefante que sirve de improvisado paraguas para los habitantes de la selva malaya mientras la hoja de una ventana en el "Soho" neoyorquino permanece entreabierta.
Y quien no ha sucumbido a la dulzura gustativa de una masa hojaldrada por diferentes hojas rellenadas con crema, y manzana… ¡Uf!
Y quien no ha sucumbido a la dulzura gustativa de una masa hojaldrada por diferentes hojas rellenadas con crema, y manzana… ¡Uf!
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Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
Hojas que hojeamos, ojeamos distraídamente, hojas cuyo hilo evitamos y no siempre lo conseguimos.. hojas que saboreamos.. con el paladar .. y con los ojos como lo hacemos con las de tu foto, Jan.
ResponderEliminarUn petonet càlid en aquest teu hivern..
Pues puede que si, porque las dos en el suelo, suelen traer bastante mierda....
ResponderEliminarSaludos!
Molt, molt ben buscat :-)
ResponderEliminarA mida que anava avançant en la lectura somreia en veure quantes n'has trobat!! I la foto m'agrada moltíssim :-))
¡Lo que dan de sí las hojas! ¿Verdad, Jan? Incluso las de afeitar.
ResponderEliminarMe encanta la foto con dos hojas bien diferentes que han pasado a mejor vida, después de cumplir dos misiones básicas para nosotros.
El texto, como todos los tuyos, encantador.
Un fuerte abrazo.
Me gusta este contraste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un poco tardíamente te devuelvo la visita.
ResponderEliminarRecorrí un poco de tus imágenes y textos, ambos magníficos.
Con tu permiso, te he puesto en mi lista de enlaces.
Un abrazo patagón.
Buenas tardes Jan, me gustan las hojas, las naturales, aunque caidas del arbol pueden servir para forrar una panera, como no las masas hojaldradas rellenas de dulce y si es de chocolate mejor....Ains!!!!.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Jesus
Hojas muertas como las de la canción.
ResponderEliminarBuen tema y palabras que son verdades.
Buena entrada!! Hoja preciosa la que encuentro cada vez que te visito.
ResponderEliminarSiempre un gusto leerte
Te dejo un relajante y cálido abrazo
Beatriz
Nunca se me había ocurrido pensar en los mútiples tipos de hojas que cortan nuestra vida, para bien y para mal.
ResponderEliminarLas de masa de hojaldre rellenas de crema y frambuesa, espolvoreadas con un pelín de canela son mis favoritas. En el bar en el que desayuno tienen una tarta así a la que no puedo resistirme. :)
Eres genial.
Un besazo.
Es cierto, una hoja puede ser mil cosas diferentes.
ResponderEliminarSaludos!
Genial el post, amigo Jan, El paralelismo de las hojas, lo natural frente a la intervención del hombre, la metáfora de la hoja como proceso de transformación, dinámica del tiempo, ... Y que gran foto para ilustrar tus palabras
ResponderEliminar¡Me apunto a esas "milhojas"!!!!
Abrazos
Las hojas, además, cuando se juntan, producen sedimentos nutritivos...
ResponderEliminar¡El milhojas, me encanta! Ese es el pastel relleno de nata... Besotes, M.
ResponderEliminarNunca he podido evitar la tentación de leer las hojas de periódico que veo tiradas en el suelo o envolviendo el pescado. Cachonda la historia de la bandera perdida en el solemne desfile. Eso les pasa por hacer el facha.
ResponderEliminarAsi es, al complementarse, se nutren mutuamente.
ResponderEliminarCariños