Desde el tejado observo con calma lo que acontece en el puerto. El reloj “Turri” sigue con su juego inexorable con el tiempo desde un lejano 1929. La mañana sigue manteniendo su frialdad, por otra parte, lógica del invierno austral.
La maquina de escribir sigue con su renqueante traqueteo mientras algunas cuartillas blancas, pierden su pureza a base de letras que buscan cierto sentido lógico.
La mañana, trascurre con calma. No hay prisas. Nadie corre y la zona financiera de Valparaíso esta dormida a pesar de pasar treinta y cuatro minutos de las diez de la mañana.
Acerco la taza de té a la comisura de mis labios y sigo escribiendo. Ordenando ideas que se rompen al darle sentido. Encauzando lo vivido mientras todo sigue transcurriendo como si nadie observara lo que sucede.
La maquina de escribir sigue con su renqueante traqueteo mientras algunas cuartillas blancas, pierden su pureza a base de letras que buscan cierto sentido lógico.
La mañana, trascurre con calma. No hay prisas. Nadie corre y la zona financiera de Valparaíso esta dormida a pesar de pasar treinta y cuatro minutos de las diez de la mañana.
Acerco la taza de té a la comisura de mis labios y sigo escribiendo. Ordenando ideas que se rompen al darle sentido. Encauzando lo vivido mientras todo sigue transcurriendo como si nadie observara lo que sucede.
“Blanco y negro especiales”
Tuve la oportunidad de conocer Valparaiso y recorrer su zona portuaria, el centro y sus pintorescos cerros. Fue en verano, cuando el color es dominante.
ResponderEliminarHermosa tu postal, tanto gráfica como escrita.
Un abrazo trasandino!
Yo también quedé enamorado de Valparaiso, y tus fotos de aquellos lugares no hacen más que animarme a volver. Buena toma y excelente blanco y negro.
ResponderEliminarEste próximo mes de agosto, si nada lo impide (incluida cierta gripe) volamos hacia la Patagonia.
Te deseo sigas una feliz andadura
un abrazo
yo más allá del charco nunca viajé... pero tu con tus fotos me tientas...un abrazo
ResponderEliminarComo Manuel, nunca he cruzado el charco... gracias a ti lo hacemos .. vemos amaneceres.. escenas de la vida cotidiana, todo ello de tu mano, con tus ojos..
ResponderEliminarUn beso, Jan.
Por unos instantes me ha parecido escuchar el traqueteo de tu máquina de escribir rompiendo la calma de Valparaíso...
ResponderEliminargracias por este paseo
Saludos
Y los barcos alineados para que tú los retrataras...
ResponderEliminarUn abrazo.
Antón.
Un hermano mío tiene un ático en Puertochico, en Santander, con una vista del puerto similar a la que muestras en tu preciosa fotografía. Creo que no hay nada tan relajante y distraído como contemplar el ir y venir de los barcos en un puerto. Yo he pasado días enteros sentado en la terraza del ático de mi hermano dedicado exclusivamente a esa actividad. Y desde luego no podría haberme concentrado ni diez minutos en escribir nada, y menos con una Olympia mecánica aquí te pillo idea aquí te mato. Siempre te he envidiado insanamente, que es como debe practicarse una correcta envidia; pero en entradas como esta te envidio morbosamente, jodido Jan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Encauzar la vida, es mas dificil de lo que parece.
ResponderEliminarUn saludo.
Danthe.
Fantástica visión y reflexión e incluso me haces sentir envidia de esa paz y tranquilidad que nos comentas.
ResponderEliminarUn beso .
Jan, Valparaíso es una de mis debilidades. En mi blog inauguré hace poco una pequeña sección de periodicos y empecé con El Mercurio. Fuí marino y Valpo solía ser el puerto en el que "cambiabamos el trole" (dabamos la vuelta) aunque a veces bajabamos más al sur.
ResponderEliminarChapeau para tu foto y tu texto. Saludos y disculpa por lo extenso
"Ordenando ideas que se rompen al darle sentido. Encauzando lo vivido mientras todo sigue transcurriendo como si nadie observara lo que sucede..."
ResponderEliminarEsto es precioso, amigo Jan.
Me ha encantado..!
Te mando un cálido abrazo desde esta españa veraniega.
En realidad ese reloj no mide el tiempo, sino los mares, que son más grandes.
ResponderEliminarLa fotografia es de esas que van tardando en desaparecer de la retina, de las que dejan un cierto sabor nostalgico y sereno. La lectura, deliciosa :)
ResponderEliminarEs dificil ordenar las ideas, las palabras, que a veces se atropellan y se acumulan confundiendose unas con otras y van saliendo a empujones, pero... que bien las sabes tratar tu.
Bicos :)
Pregúntale al "Turri", Jan.
ResponderEliminarSeguro que, en ochenta años, ha visto muchas cosas y te dará ideas para contar grandes historias.
Magnífica fotografía y texto. Sigue degustando lentamente tu te.
Un abrazo.
Preciosa fotografía Jan, haces muy bien en etiquetarla "Blanco y Negro especiales", son de esas fotografías que marcan un tiempo en la sociedad, muy bella
ResponderEliminar