"Viviendo cerca del océano, uno se sorprende a diario"
La sobremesa en las tardes de los sábados suele ser más placentera de lo normal. Las familias, suelen estar sentadas un buen rato en la mesa conversando y dejando que los minutos transcurran parta deleite del buen café y una conversación agradable. Al menos esto pensaba Mario Campos, gerente y chef del restaurante club House en el muelle Barón de Valparaíso que se encontraba tranquilamente comiendo con su familia, cuando por uno de los ventanales del comedor observaron una aleta que emergía del océano cerca de la orilla.
.- Cuando lo vi, pensé que era un salmón. Un salmón… ¡grande eh!
Con estas palabras Mario Guerra relata su experiencia en un día que todo fue diferente tanto para el, como para los visitantes del turístico muelle barón de Valparaíso.
.- Capturar a una especie así de grande, debe de ser difícil, ¿no?
.- Tardé más de treinta minutos hasta que pude dominarlo.
La lucha entre un gran pez de 73 kilos y un hombre con un cordel de plástico trenzado de los que normalmente se utilizan para las persianas de las ventanas.
.- Primero lo intente coger por la cola pero me dio un golpe que me tiro al agua. Entonces me trajeron un cordel, me lo amarré a la cintura y lo ate a su cola.
Mientras me narra su historia y salvando las distancias me recuerda a la novela de Hemingway “el viejo y el mar”…
.- Al final de la pelea, me tuvieron que ayudar para poder sacarlo a la orilla.
El pez en cuestión se trata de un “lampris guttatus”. Un “pez luna real”, confundido en primera estancia con un pez sol, incluso con un pez luna. Un pez típico del archipiélago de Juan Fernández. Suele habitar en aguas profundas, entre los cien y cuatrocientos metros por lo que es rara su captura al menos en los métodos de pesca comerciales tradiciones. Puede llegar a medir hasta los dos metros y pesar hasta trescientos kilos.
.- ¿Es la captura más grande que ha conseguido?
.- Sin duda. En otra ocasión capture otro pescado de gran tamaño pero nada que ver con este.
.- ¿Bueno amigo y ahora que hacemos con el pescado?
.- Pues he pensado en cocinarlo. Podría venderlo entero, incluso disecarlo, pero creo que merece ser cocinado.
.- ¿Cuantas raciones pueden salir de aquí?
.- bien fileteado, quizás unas ochenta.
.- ¿Alguna salsa en especial?
.- Pues algo muy sencillo que realce su sabor. Lo probare con las tres mantequillas, la normal, la rubia y la negra. Además de hacerlo con una salsa marinera a base de locos, machas y camarón, con un chorrito de aceite de oliva por encima, pero muy suave para poder apreciar todo su sabor.
Según me cuenta Mario este gran Pez Luna real, debió de tener algún accidente, ya que tenia una aleta rota, además parecía como desorientado. Por eso estaba tan cerca de la orilla.
Su carne a pesar de ser muy apreciada en Japón es difícil de encontrar en cualquier restaurante.
No pude esperar al día siguiente para probar su sabor, pero según me cuenta esta misma mañana por teléfono, es sencillamente extraordinaria.
Me despido de Mario sin poder probar el pez luna real. No obstante, me guarda un par de raciones para este próximo sábado. Hoy, los turistas que visitan el puerto Barón se acercan llenos de curiosidad para fotografiar a este extraño pez. Mario pacientemente levanta una y otra vez su pesada captura. La ocasión es buena para hacer un poco de publicidad de su restaurante…
En club House encontrara los mejores platos de pescado y marisco a la carta…
.- Cuando lo vi, pensé que era un salmón. Un salmón… ¡grande eh!
Con estas palabras Mario Guerra relata su experiencia en un día que todo fue diferente tanto para el, como para los visitantes del turístico muelle barón de Valparaíso.
.- Capturar a una especie así de grande, debe de ser difícil, ¿no?
.- Tardé más de treinta minutos hasta que pude dominarlo.
La lucha entre un gran pez de 73 kilos y un hombre con un cordel de plástico trenzado de los que normalmente se utilizan para las persianas de las ventanas.
.- Primero lo intente coger por la cola pero me dio un golpe que me tiro al agua. Entonces me trajeron un cordel, me lo amarré a la cintura y lo ate a su cola.
Mientras me narra su historia y salvando las distancias me recuerda a la novela de Hemingway “el viejo y el mar”…
.- Al final de la pelea, me tuvieron que ayudar para poder sacarlo a la orilla.
El pez en cuestión se trata de un “lampris guttatus”. Un “pez luna real”, confundido en primera estancia con un pez sol, incluso con un pez luna. Un pez típico del archipiélago de Juan Fernández. Suele habitar en aguas profundas, entre los cien y cuatrocientos metros por lo que es rara su captura al menos en los métodos de pesca comerciales tradiciones. Puede llegar a medir hasta los dos metros y pesar hasta trescientos kilos.
.- ¿Es la captura más grande que ha conseguido?
.- Sin duda. En otra ocasión capture otro pescado de gran tamaño pero nada que ver con este.
.- ¿Bueno amigo y ahora que hacemos con el pescado?
.- Pues he pensado en cocinarlo. Podría venderlo entero, incluso disecarlo, pero creo que merece ser cocinado.
.- ¿Cuantas raciones pueden salir de aquí?
.- bien fileteado, quizás unas ochenta.
.- ¿Alguna salsa en especial?
.- Pues algo muy sencillo que realce su sabor. Lo probare con las tres mantequillas, la normal, la rubia y la negra. Además de hacerlo con una salsa marinera a base de locos, machas y camarón, con un chorrito de aceite de oliva por encima, pero muy suave para poder apreciar todo su sabor.
Según me cuenta Mario este gran Pez Luna real, debió de tener algún accidente, ya que tenia una aleta rota, además parecía como desorientado. Por eso estaba tan cerca de la orilla.
Su carne a pesar de ser muy apreciada en Japón es difícil de encontrar en cualquier restaurante.
No pude esperar al día siguiente para probar su sabor, pero según me cuenta esta misma mañana por teléfono, es sencillamente extraordinaria.
Me despido de Mario sin poder probar el pez luna real. No obstante, me guarda un par de raciones para este próximo sábado. Hoy, los turistas que visitan el puerto Barón se acercan llenos de curiosidad para fotografiar a este extraño pez. Mario pacientemente levanta una y otra vez su pesada captura. La ocasión es buena para hacer un poco de publicidad de su restaurante…
En club House encontrara los mejores platos de pescado y marisco a la carta…
Todas las imágenes de este blog están subidas a una resolución de 1024. Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.
Texto y fotografías con copyright del autor.
Cierto es, Jan, que esta "épica" historia recuerda a la inolvidable "El Viejo y el Mar" de Hemingway.
ResponderEliminarMario debe ser un experto en este tipo de capturas.
Si alguna vez voy a Valparaíso, no cabe duda que visitaré el "Club House". Tu magnífica historia me ha decidido.
Por cierto. ¿Llegaste a probar el pescado?
Un fuerte abrazo.
Y si me esperas y me voy contigo, querido Jan, a degustar una de esas raciones para el proximo sabado?
ResponderEliminar(La cerveza la pongo yo eh?)
Uff, como me gustaría. De veras...!
Un abrazo.
Para mí lo más destscado de esta hermosa pieza es su forma y su color. Es realmente bonito. No sé si me gustaría comerlo, creo que preferiría conservarlo siempre aunque fuera disecado. Buen trabajo periodístico.
ResponderEliminarÉ o peixe de uma vida, para muitos pescadores.
ResponderEliminarEs un pez para festejar con un buen grupo de amigos...
ResponderEliminarApreciado Jote Ele…
ResponderEliminarPues todavía no lo he probado. Espero hacerlo antes que termine la semana.
Durante el fin de semana, se acercaron infinidad de curiosos para hacer o hacerse una fotografía con el susodicho protagonista.
En cuanto a esa visita a Valparaíso, ojala se convirtiera en realidad. Quedarías fascinado de la ciudad, su luz y sus rincones, tanto para ser fotografiados, como para comer.
O sea que si vienes, avísame y ya tienes donde quedarte.
Un abrazo
Apreciado Cornelius…
ResponderEliminarY tanto que te espero. Y si tu pagas la primera ronda, ya encontrare la manera de pagar yo la segunda!
Creo que saldría una buena conversación de tal encuentro.
Anímate!
Un abrazo
Montserrat Sala…
ResponderEliminarCuando se vive cerca del mar, las sorpresas se suceden en este aspecto. Desde un animal desorientado (cada vez más) que termina en la arena, varado, muriendo sin que nada se pueda hacer al respecto, hasta la pesca indiscriminada que en ocasiones he hablado en este mismo espacio.
Para el dueño de un restaurante, o para un pescador, una captura así le arregla la semana sin duda.
En animal, en si, era magnifico. Por su tamaño, sus tonalidades y sus detalles que más adelante iré mostrando.
Un fuerte abrazo
Chapa…
ResponderEliminarY para un empresario… también.
Si lo hubiera capturado un pescador, hubiera sacado más de doscientos mil pesos seguros. Muchos trabajadores no consiguen esa cantidad al mes, trabajando ocho horas al día.
Un abrazo
Amigo Pedro…
ResponderEliminar¡Menuda tertulia tendríamos amigo!
Esto no son las lentejas Doña pitita Riudejo.
Sin desmerecer el buen plato de lentejas, claro.
Un abrazo
Hola, Jan. Ha sido una pesca realmente graciosa. No he podido evitar una sonrisa al imaginarme al chef intentando echar el lazo a semejante pez después de haber sido llevado al terreno acuático donde, en principio, su oponente debía de llevar ventaja. Pero ahí está, capturado y bien capturado. Muy oportuno, además, que tú pasaras por allí para dar testimonio universal de ello. Esto es algo así como un pequeño milagro. A este hombre nunca le faltará la clientela porque si ya la comida acude a él para ser pescada, los clientes seguro que buscarán el restaurante como poseídos por un canto de sirenas. Un fuerte abrazo y felicidades, que he visto por ahí que hoy es el día del amigo, una fiesta que no conocía antes pero que sea bienvenida y biencelebrada.
ResponderEliminarApreciado Miguel…
ResponderEliminarNo sabes lo que hubiera dado por pasar por ahí, una hora antes. Entonces las imágenes hubieran sido de pulitzer! No obstante, escuchar su batalla y seguir los gestos de sus manos mientras lo contaba… tampoco tenia precio.
Un abrazo
BUENA IMAGEN Y BEUN RELATO, ATRAPANTES.
ResponderEliminarQUE LINDO PESACADO, QUE RARO Y VISTOSO!!
ME GUSTARIA DEGUSTAR ESE PLATO JAJAJAJ, MANDAME UN PEDACITO TAN LEJOS NO ESTAMOS JAJAJJA ES SOLO CRUZAR LA CORDILLERA
UN BESO DESDE ARGENTINA
Si me lo permitís, me apunto. ¡Valparaiso! ¿Quién pudiera? Además el pez es grande y llegará para todos.
ResponderEliminarSaludos
Liliana…
ResponderEliminarOjala no se enfriase el plato al cruzar la cordillera en esta época.
Un fuerte abrazo.
Chanclas...
ResponderEliminarAmigo, cuando quieras acercarte ya sabes que tendrás un buen guía. Y comida no creo que nos falte.
Un abrazo
Tuve ocasión de ver un pez luna disecado, pero nunca probé su carne. Si dicen que es tan especial, quizás alguna vez logre averiguarlo, jejeje
ResponderEliminarQué buena anécdota y qué impresionante ejemplar!
saludos!
Por supuesto que el mejor homenaje que le puede hacer un chef a un pez tan espectacular es cocinarlo bien rico. ¡ Nada de convertirlo en momia !
ResponderEliminar¡Lástima no estar por ahí! ;-)
Un abrazo
¡Qué pez más bonito! Y qué curioso su pesca. Qué suerte tuvo tu amigo. Besotes, M.
ResponderEliminarBuenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminarEs un pez precioso de verdad. Me ha encantado. Claro que yo debo de ser un poco pez, pero es que es guapísimo de veras.
No debieran haberlo capturado. Merecía un indulto, y luego una obra bien hecha por un buen taxidermista.
No habría probado ni un bocado de él. Sin dudar hubiera preferido un plato de lentejas.
Saludos. Gelu
Que sorpresa, yo conosco al chef Mario Campos (ese es el apellido), eh ido con clientes a su local y siempre quedo como rey, excelente atencion, y por el pez, es a mi parecer un digno destino para el, disecado ningun brillo, para eso estan las fotos, pero probarlo no tiene valor, no creo que quede, pero me dare una vuelta de todas formas. Excelente articulo felicitaciones.
ResponderEliminarRichard B.
Fantástico ejemplar, y con una boca muy sugerente, todo hay que decirlo. Pero si he de ser sincero, tengo cierta prevención hacia los peces que no caben en la sartén; soy más bien de pieza pequeña.
ResponderEliminarMe sumo al deguste y con cerveza!
ResponderEliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar