"Algún día veremos aquello que hemos imaginado"
Cada imagen que solemos fotografiar tiene detrás una percepción muy particular. Aquello que nos llama poderosamente la atención termina por ser pasto de nuestra retina y consecuentemente, nos volvemos depredadores visuales con nuestra cámara. Algunas de estas imágenes suelo engrosarlas dentro de un grupo que he llegado a titular genéricamente “Teoría del caos visual”. Una teoría del caos muy particular. Casi todas las imágenes que hasta la fecha componen esta serie, suelen tener elementos geométricos como base de la misma. Rotos por la mano del hombre que termina siendo, a veces sin saberlo, el creador de la obra en si. Dicen que el equilibrio visual, termina por cansar.
Las paredes de ladrillo suelen mantener un cierto orden. Un principio de equilibrio donde las líneas, tal vez se desvíen unos centímetros. Todo previsible. Todo aceptado. Ahora bien, tanta rectitud de líneas termina por no ser aceptado por la propia sociedad. Esta tiene la tendencia necesaria de incorporar algún elemento para romper esa monotonía reinante y darle un toque muy peculiar al hasta ahora equilibrio visual.
Esta imagen no solo rompe los moldes establecidos sino que incorpora una creatividad que roza el kitsch mas sublime para recomponer la escena.
En un mundo donde el equilibrio es roto constantemente, la mano de este intrépido artista, se deja sentir. Al fin y al cabo somos victimas visuales de nuestro entorno.
Todas las imágenes de este blog están subidas a una resolución de 1024. Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.
Las paredes de ladrillo suelen mantener un cierto orden. Un principio de equilibrio donde las líneas, tal vez se desvíen unos centímetros. Todo previsible. Todo aceptado. Ahora bien, tanta rectitud de líneas termina por no ser aceptado por la propia sociedad. Esta tiene la tendencia necesaria de incorporar algún elemento para romper esa monotonía reinante y darle un toque muy peculiar al hasta ahora equilibrio visual.
Esta imagen no solo rompe los moldes establecidos sino que incorpora una creatividad que roza el kitsch mas sublime para recomponer la escena.
En un mundo donde el equilibrio es roto constantemente, la mano de este intrépido artista, se deja sentir. Al fin y al cabo somos victimas visuales de nuestro entorno.
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“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
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janpuerta@gmail.com
A qué se habrá debido el collage de números de distintos estilos???...cada uno tendrá su propia hipótesis, me imagino.
ResponderEliminarSaludos!
Me gusta el recorte y como atrae la mirada esa losa con el numeríto, señal inequívoca de que necesitamos romper la rutina, romper con lo establecido para reivindicar una vida diferente, donde dispongamos un espacio, aunque sea mínimo, para crear
ResponderEliminarun abrazo amigo
Pasar un tiempo sin visitar tu blog es necesario para darnos cuenta de todo lo que nos perdemos, no digo cada dia sino cada segundo.
ResponderEliminarEl equilibrio es necesario...sobre todo para poder hacerlo trizas.
A veces la monotonía aburre jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Antón.
Qué más se puede pedir a un recurso, a una solución con nombre y apellido, aunque sea... un pelín kitsch.
ResponderEliminarHola! curiosa imagen y gran escrito, tienes toda la razon, un simple detalle rompe la rutina de eso se trata, de ver estos pequeños detalles visualizarlos y fotografiarlos. :) felicidades y saludos.
ResponderEliminarHoy tengo la cabeza muy pesada, querido amigo, y no se como interpretar la imagen.
ResponderEliminarHuida de lo monotono, busqueda de variantes?
Uff, no se.
¡Un fuerte abrazo...!
¿Hubo alguna vez un 48, solitario?
ResponderEliminar¿ O un 148, un 248 lo precedieron.. hasta llegar al 348..La casas se edificaban de 50 en 50?
Enfrente tiene un (3)49?
Teoría descabellada la mía, próxima al caos...;-)
Un beso, Jan.
El texto es bueno, pero ese título es extraordinario, como la foto. Qué título.
ResponderEliminar¿Cuál es la verdadera numeración de la casa? ¿el tres cuarenta y ocho? ¿o el cuarenta y ocho con el tres delante? ¿Compraron los baldosines en una liquidación de existencias? Yo habría llamado a la puerta y hubiese preguntado al dueño todos estos extremos.
ResponderEliminarLa respuesta a todos sus conjeturas es super simple, es la fachada de nuestra casa, un dia mi papa se dio cuenta que nos habian robado los numeros 48 de la muralla, el ladron muy hábil los saco con mucha pacienci y solo lo que necesitaba para su casa o lo que estimara conveniente, por lo que mi papa fue a comprar los numeros faltantes, con tanta mala suerte que no habia del mismo color, por lo que no quedo otra opcion de comprar los que la tienda ofrecia y los instalo. Se ve diferente y lo diferente es bueno por que te invita a pensar y eso es sano, te mantiene vigente, una polemica entretenida y llena de sazon lo que se agradece ... Andrea
ResponderEliminarGracias hija por tu aporte, sólo falta un pequeño comentario:cuando iba a instalar los números faltan-
ResponderEliminartes para acompañar al por tiempo so
litario 3 y aburrido de explicar que vivo en calle Esmeralda 348 pero que el 4 y el 8...bla,bla, me doy cuenta de la desigüaldad de por
te y de color. Entonces pienso "si en la Naturaleza no existen los co-
lores ni las formar homogeneas, como tampoco la linea recta, que no encontramos dos árboles iguales en un bosque, por lo tanto......"
Así de simple.