Encontré dos sillas vacías. Me senté en una de ellas. Esperé que alguien de los ausentes se sentase a mi lado y compartiera conmigo los viejos recuerdos que se perdieron efímeramente una mañana tardía de un junio que recuerdo lleno de calor.
Los pasos repicaban en la calzada y la soledad seguía presente. Tan envolvente y llena de misterio era la controversia que decidí levantarme y seguir caminando.
Me alejé en silencio. Sin volver la mirada hacia donde dejé las dos sillas vacías. Por si alguien se hubiera sentado y mi destino hubiera sido el regresar para sentarme definitivamente viendo las gentes pasar.
Las sillas, hoy en día siguen vacías. El camino abierto. Y los recuerdos, ¡ay los recuerdos! ¿Donde se habrán refugiado?
“Pensamiento apáticos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
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Curioso, en momentos de la vida, nos sentimos como las sillas, solos, rodeados de gente, pero con una gran soledad.
ResponderEliminarUn saludo
Las sillas desempeñan su función.
ResponderEliminarEstén ocupadas o vacías.
Siempre "puede" haber un lugar donde nos sentemos, donde juguemos la vida y finalmente el lugar que recibirá nuestra carne muerta.
La delgada línea que separa el SER del ESTAR.
Salud y saludos
Gran foto para un pensamiento lleno de nostalgia
ResponderEliminarMe gusta y me hace pensar ...
un fuerte abrazo
Por lo menos tenemos una silla y hasta dos! Lo peor sería no poder sentar nuestro destino y el de vete tú a saber quién. Incita a pensar.
ResponderEliminarLas sillas vacías y abandonadas parecen llenas de tantas cosas, que nos dan miedo.
ResponderEliminarLas sillas son para descansar un tiempo prudencial en nuestro caminar por la vida.
ResponderEliminarUna vez cumplida su función, debemos seguir ese camino sin mirar atrás.
Hiciste bien al seguir tus pasos.
Un fuerte abrazo.
Jan, tanto relato como fotografía, son tremendamente sobrecogedores.
ResponderEliminarUna bella entrada, me gusta el tono melancólico, que tiene, y esa carga emocional que llega.
Abrazos, buena semana
Anouna
Buenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminar¿Por qué no volviste la mirada?. Nada más marchar llegaron sus ocupantes. A veces hablaban de ti . Te recordaban con cariño. Se preguntaban dónde estarías, siempre tan aventurero. Y decían cuánto les gustaría compartir sus recuerdos, si algún día volvieras.
¿Volverás?.
Saludos. Gelu
Sillas llenas de ausencia, me llnana de melancolía y nostalgia, pero nostalgia de qué...?
ResponderEliminarSaludos!
Las barreras invisibles que conseguimos construir son la mejor simiente para nuestro jardín de ausencias.
ResponderEliminarsaludos
Sillas vacías rodeadas de presencia que inunda el resto de la foto.
ResponderEliminarCreo que si te hubieras sacado una foto sentado en una de las sillas me darìa más sensación de soledad que ésta.
Un saludo Jan.
¡qué acertados comentarios han inspirado tu texto y tu foto, Jan!
ResponderEliminarY que nostalgia me ha entrado de golpe...
Un beso desde nuestro otoño para tu primavera.. vendré a sentarme en busca de sol, de calor.. ¿Estarás?
Sabes? en mi pueblo antes los bancos estaban llenos de personas mayores que salian despues de media tarde, y charlaban horas y horas, mientras nosotros jugabamos al escondite, a la gallina ciega, a huevo pico araña, al balon... ahora, no hay nadie! ni niños ni mayores, y nosotros no hacemos mas que pasar por delante de los bancos vacios y a toda prisa, puede que nos estarán dejando el sitio...
ResponderEliminarBuena entrada, como es habitual :)
Un abrazo
Sillas dispuestas para contemplar pasar la gente...y la vida...quiénes habrán estado allí?...se hablarían mientras la contemplaban?...por qué ya no están?...a dónde se habrán ido?....cuántas preguntas que esperan ser respondidas!...mientras tanto, la imagen habla por sí sola.
ResponderEliminarMuy sugerente.
Un abrazo!
Hay tiempo de sentarse? Así los recuerdos se nos van yendo, porque no hacemos el ejercicio de fijarlos con su recuerdo....
ResponderEliminarHola Jan, que lindas están tus fotos. Podremos juntar nuestras sillas para que no fiquen tan solitarias ...;))
ResponderEliminarQue bueno recibir tu visita después de tanto tiempo.
Un beso.
Sill
Quizás si hubieran sido tres sillas, alguien se hubiera sentado dejando una silla vacía en el medio. Pero sentarse así, de buenas a primeras junto a un tipo de barbas, como si les fueran a echar una foto, vaya corte. Es una cuestión de mantener íntegra e impoluta la burbuja de cada cual sin que roce con la de los demás.
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