La vida está llena de contrastes. Filigranas donde el acróbata de las ilusiones, simplemente se sienta a contemplar lo sutil de la naturaleza ante la impasibilidad imberbe del ser humano.
Entender o comprender… That is the question.
Nuestra vida es la esencia del Zen.
El Zen es la esencia de nuestra vida.
Nada más simple.
Nada más complejo.
Copyright © By Jan Puerta 2008
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La tentación es grande: todo en el mundo es una señal inequívocamente dirigida a uno mismo. Y en cualquier señal se encuentran todos los significados, todas las claves, a poco que uno se detenga.
ResponderEliminarPero yo, ¿de qué soy símbolo? ¿y para quién?
Yes cierto: esa filigrana entre lo vegetal y lo mineral no puede ser otra cosa que un regalo.
Sencillez, simplicidad, esencia, naturaleza, orígenes, ...zen. Términos que sin duda eran conceptos en los orígenes del ser humano. Hoy olvidada la esencia, recurrimos a ellos en busca de la diferencia, del sentido de la vida, de nuestro porqué y nuestra razón de ser.
ResponderEliminarSi como dice Xuan, somos señales para nosotros mismos, tal vez deberíamos atender a lo que nos indican, pero no sólo las nuestras propias, sino la de nuestros congéneres, las del resto de la humanidad.
Humanidad, qué palabra tan vilipendiada. Tal vez nuestro Zen, particular, nuestro necesario retorno a la esencia, deba pasar por la transformación radical, de nuestros usos, costumbres y valores.
Entonces, seguro, el zen como señal, símbolo e icono inequívoco, de nuestra razón de ser, tendrá significado, tendrá valor y comprenderemos, tal vez, el sentido de la vida.
un abrazo
A veces, la diagonal es la mejor de las soluciones.
ResponderEliminarPreciosa.
ResponderEliminarSaludos
Muchas veces comprendo pero no entiendo...
ResponderEliminarBellísima foto de contrastes pero sin sobresaltos...
Un beso, Jan.
glups!! mejor no me hagas pensar que acabo de comer y estoy con el sopor a punto de la siesta, cuando despierte volveré mas despejado pero queria que supieras que habia pasado por aqui. abrazos.
ResponderEliminarBuena imagen, Jan. Minimalismo puro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Si nos detuviéramos más amenudo a contemplar las cosas sencillas y pequeñas... Todo sería distinto.
ResponderEliminarPreciosa.
Besotes.
La Patagonia espera a quienes la aman sin conocerla.
ResponderEliminarSolo pasar la punta del dedo con mucho cuidado; pero muy despacito para no asustarla, sólo eso.
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