Segunda parte. Capitulo XI
Los jueves leemos el Quijote
(Enlace)
Otro capítulo más donde Sancho termina por eclipsar a Don Quijote. Desde el principio cuando le llama la atención a la desidia aparente en su viaje. Cuando el mismísimo Rocinante se detiene a pacer sin que esto parezca importarle a su caballero.
Después, su locuacidad que día a día va perfeccionando con gran acierto convence a Don Quijote con el argumento de que no debe pelear si hay ausencia de caballero en el otro bando.
Don Quijote acepta y además arenga que sea el mismísimo Sancho quien luche por defender la ofensa y que él, si fuere menester ayudaría con voces desde donde se quedase.
Un poco más al pobre Sancho le sale el tiro por la culata. A ver hasta cuando le dura su buena disposición.
Interesante el detalle de las personas que componen el carro de la muerte. Así como el recuerdo de juventud que nos muestra el propio Don Quijote al reconocer que era seguidor de la farándula en su mocedad.
Hay una palabra en este capítulo que curiosamente ha sido usada hasta la saciedad por Rodríguez Zapatero. ¿La habrá sacado de aquí? La palabra en cuestión es “Talante”.
Aquí en Chile se comercializó también conteniendo un perfume, pero este era de otra marca que nada tenía que ver con la comentada. El caso es que en lo encontré en la parada de una simpática y cordial pareja llamados Antonieta y Luís, quienes siempre que me ven me llaman con grandes aspavientos indicándome que tienen algún que otro hallazgo quijotesco. Tengo la fotografía de los dos en posición quijotesca como no, pero la publicare a principios de septiembre.
De paso aprovechar para leer el resto de los anuncios. ¡No tienen desperdicio! Además quizás podáis encontrar algún remedio para algún mal actual. En 1913 eran infalibles.
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Interesante este capítulo sobre los "farsantes" y sí, parece ser que Cervantes era un gran fan del teatro desde su juventud.
ResponderEliminarLos anuncios de "La Vanguardia" MUY graciosos. Veo que la poderosa industria farmaceutica ya estaba haciendo sus pinitos... El "PEELE" ese de la eterna juventud ¿sería precursor del "peeling"? Besotes, M.
¿Sabes Jan...? Este capitulo del Quijote siempre me ha inspirado una gran tristeza. En mi juventud, quiero decir. Ahora...despierta en mi una sonrisa irónica: quizas los sentimientos tambien evolucionan con el tiempo...!
ResponderEliminarFantástica la portada de La Vanguardia.
Un abrazo...!
Esperaremos a setiembre para conocer a Antonieta y Luis..
ResponderEliminarGracias por seguir "Quijoteando" y hacerlo tan bien!
Un beso.
Me gusta.
ResponderEliminarSorprendente hasta donde llega el ingenioso hidalgo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jan con mi amigo Juan Luis, descubrí el Quijote ahora!!!porque cuando me obligaban en el instituto a leerlo que manía lo cogí, pero ahora contigo también lo he disfrutado, se ve que El Quijote es para mentes maduras y ahora por fin!!!!estoy madura jajajajaja. será un placer seguir por tu rinconcito,que es muy, muy interesante ya te enlacé en el mio. Gracias por tus comentarios en mi blog.
ResponderEliminarUn abrazote
Muy curiosos tus hallazgos, como siempre.
ResponderEliminarMe cuesta creer que Avon haya sacado un perfume con ese envase!...jejej no es su estilo, por lo menos por aquí.
un abrazo.
Sancho se comporta como un fiel amigo y compañero. Levanta el ánimo de un DQ abatido. Vemos la mejoría física de DQ a lo largo del capítulo. Al final la desidia se convierte en firme determinación por seguir el camino.
ResponderEliminarAntes el metraje se medía en metros, ahora en gigas. Para el caso es lo mismo.
Me gustaría saber que te curan con el "segreto".
pero si te das cuenta, en el Quijote "talante" viene adjetivado: tener talante no significa nada, hay que tenerlo bueno o malo...
ResponderEliminarCuriosa la figurilla. Y curioso el dato de que el mercadillo por allí siga llamándose feria, como sucedía aquí en la Edad Media.
La imagen preciosa...lo del talante es que le pega muy bien al ZP..saludos
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