¡Oh alma endurecida!
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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.68
Del capítulo en sí, me detengo donde Don Quijote reconoce la buena platica de Sancho, eso sí, atribuyéndose sin duda tal mejora a su compañía. Para ello, utiliza uno de los refranes repetidos por Sancho… “No con quién naces, sino con quién paces”.
El resto del capítulo, tenemos la falta de reacción de Don Quijote como elemente central del mismo. Por un lado, en el momento de advertir los ruidos extraños que terminaron con la poca moral que aun mantenía, por los suelos debido a la piara de cerdos que los arrollaron y en segundo lugar en no poder hacer frente a quien lo capturan al ser honesto con su promesa de no tocar las armas después de su derrota.
Por un lado el abatimiento provoca desidia y por otro la impotencia de quien por encima de todo es y se considera un verdadero caballero.
El lector queda a la espera de lo que pueda acontecer de nuevo en los dominios de los duques. Quienes tanto se burlaron, perecen tener algún que otro as escondido, aunque en estos momentos, difícil es predecir lo que va a suceder. Pera ello, no nos queda otro remedio que esperar los acontecimientos que vienen en el próximo capítulo. El 69.
Foto quijotesca:
Últimamente, Don Quijote pierde hasta la cubierta de su propia historia.
La ilustración pertenece al maestro grabador y pintor de género e historia, Tony Johannot. En otro capítulo ya os presenté un grabado de él. Nació en Offenbach, en Alemania en 1803 y falleció en Paris en 1852. Sus primeros trabajos los realizó con buril pero a partir de 1831 se especializó en pintura. A parte de la edición de 1836 de Don Quijote tiene en su haber grabados para la opera Manon Lescaut y obras de Balzac, Moliere y Nodier entre otros.
Pertenece al ilustrador John Vanderbank de quien se decía era un excelente ilustrador de libros. La edición de 1749 londinense, así lo demuestra. Pero el trabajo de grabado lo realizó Gerard van der Gucht, maestro grabador y marchante de arte de la época. Aparte de sus grandes trabajos, tenía la friolera cifra de treinta hijos.
Este grabado pertenece a Diego de Obregón. Maestro grabador español, nacido en 1658 y falleció tempranamente en 1699. Tiene el honor de haber sido el primer ilustrador de la obra de Cervantes en español en 1674. Lo fue tanto de la primera como la segunda parte. Aunque curiosamente se le recuerda más por sus grabados alegóricos a la fauna.
Su fecha de nacimiento es un poco incógnita, puesto que si nació en 1658, y en 1674 se publico la primera edición ilustrada en español, Diego, tendría solo 14 años cuando realizó los grabados. Todas las consultas que he realizado me dan esa temprana edad.
Aquí tenemos a tres ediciones bastante diferentes la una de las demás, del siglo pasado.
Con un clic sobre las imágenes las veréis mas grandes.
Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
Los dos aspectos que comentas son los esenciales del capítulo.
ResponderEliminarY qué foto la central, con ese juego de luces y sombras.
Un abrazo.
Caballero sin dama ni palabra no es caballero. De ahí su situación
ResponderEliminarCierto, como se siente el abatimiento, la falta de fuerzas de DQ... Y Sancho, todo un filósofo...
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