Las ciudades tienen el don de convertir cualquier viejo y decrepito rincón en un oasis donde las palmeras y las odaliscas oníricas terminan por envolvernos, al tiempo que nos protegen y nos convierten en creyentes paganos de las mil y una noches.
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Copyright © By Jan Puerta 2009
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Las que tienen el don i la gracia de convertir lo feo en bonito, no són solamente las odaliscas, que como sabes permanecen esclavas en el harén de su señor, i es dificil verlas.
ResponderEliminarCalquier chica joven i guapa puede hacer soñar en las mil i una noches en
i otras lindezas menos sustitles, i mas excitantes.
Saludos Jan!
Ante la falta de los elementos originales, los sucedáneos también cumplen su papel.
ResponderEliminarAbrazos
un elemento más del mobiliario urbano, aunque este parece tener sed, un abrazo amigo Jan
ResponderEliminarBONA NIT JAN:
ResponderEliminarNo podia ser más acertada esta foto en blanco y negro.
Yo la veo de exposición.
una abraçada, Montserrat
Una palmera muy peculiar la tuya... ¿Tendrá cocos?
ResponderEliminarahhh y no me parece que esa chica sepa la danza del vientre.
ResponderEliminarUn abrazo
Aunque Myriam me ha pisado un tanto el comentario, te diré que prefiero la odalisca a la palmera, que la veo un poco perjudicada, la verdad.
ResponderEliminarYo creo que, puesta, si sabría bailar la danza del vientre.
Un abrazo.
La foto, de por sí, es muy buena.
ResponderEliminarCon las palabras, se hace excelente.
¿Sabrá la odalisca que la hiciste famosa?
Con ojos apropiados y buena disposición, el paisaje se muestra como queramos verlo!
ResponderEliminarUn abrazo.
preciosa fotografía.
ResponderEliminarun abrazo
No hay nada mejor para ver la realidad de color rosa que levantarse con buen pie. Y yo lo hice esta mañana. Pero ni aún así conseguí ver en la foto lo que tú quieres que vea.
ResponderEliminarYa sé que no me pretendes inducir a error, que sólo es una sugerencia. Bueno, pues, no, de ninguna manera.
Ni palmera ni odalisca.
El caso es que he ido en el día de hoy tratando de ver la realidad que veía con los ojos que tú me has puesto en la mañana. Y ahí sí, ahí he visto mucha buena gente. No hay palmeras porque no es clima. Tampoco odaliscas, porque el curro no lo permite. Pero gente buena por la calle sí que he encontrado. Y también calles limpias y ordenadas.
Gracias por ello y por tu foto.
La magía de algunos rincones nos regala historias.
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