No siempre las buenas intenciones son comprendidas por algunos animales. Además, todos tenemos un mal día o un mal momento que lo pagamos con la persona menos indicada para ello. Otra persona, hubiera cogido una de las numerosas piedras del suelo y se la hubiera tirado sin contemplación o quizás el propio perro, sin avisar hubiera mordido directamente. Esto es lo que podía haber sucedido. Pero opté por la paciencia, y la observación que terminó siendo mutua. Esto nos permitió seguir nuestro camino sin pasar la cosa a mayores.
Me encontré con esta perra abandonada, a quien no le gusto nada que me plantara delante de ella, con la intención de seguir aumentando la serie de los viernes, de la cual hoy ella es la protagonista. La cosa no paso a mayores. Me ladró, refunfuñó pero al final me dejo hacer no sin mostrar su cara menos amable.
Todo obedecía a un factor que a veces no tenemos en cuenta a pesar de los buenos propósitos que uno pueda albergar en sus acciones. Muy cerca de donde nos encontrábamos estaban sus pequeñas crías.
Entonces me vino a la cabeza una de las muchas diosas que poblaban la antigüedad llamada Antevorta. Quien según dicen, era la diosa de los nacimientos. Aunque después pasó a formar parte de las Camenas, diosas en la mitología romana.
También es parte del nombre científico -Hypolimnas antevorta- que se le da a una bella mariposa que parece ser solo la podemos encontrar prácticamente en todo el continente africano. Aunque últimamente solo se las encuentra entre Uganda, Tanzania y la república popular del Congo. Si os gusta el mundo de la filatelia, aquí os dejo un interesante enlace que os llevara a un documento en PDF. Dentro tiene cabida un sello de correos de esta mariposa.
Volviendo a nuestra Antevorta, la imagen está tomada en un descampado que iba para urbanización de lujo, pero que la crisis mundial especulativa dejó en proyecto de suelo urbanizado, a medio asfaltar donde el día a día va desgranando la masa compacta de ripio.
Una vez terminada la sesión mutua a la que nos sometimos los dos por defender nuestros principios, me alejé por donde había venido. Ella, continuó con su labor de vigilancia sin olvidar que debía buscar la comida diaria para seguir alimentando a su prole. Yo, buscando nuevos encuadres. Antevorta, simplemente defendía lo que consideraba más sagrado para ella.
Con un clic sobre la imagen las veréis más grandes.
Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
Voy a visitar ese enlace, promete ser interesante. Y en cuanto a su hostilidad...comprensible, dado que protege a sus crias.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, amigo Jan.
Un abrazo.
Así pario la madre de mi Zola a sus crias. Un abrazo.
ResponderEliminarElla no era culpable. Saludos, querido Jan.
ResponderEliminarAsí paren todas las mamás perras, sólo que unas quieren compartir sus crías con su gente amiga, y otras temen de quien se acerque, no importa qué intenciones traigan, porque no tienen amistades. Unas confiadas y otras no. Como todas las madres.
ResponderEliminarSí que tiene un gesto desafiante y altanero, Jan.
ResponderEliminarclaro que, como bien sabes, defender a la prole ante cualquier posible agresión es prioritario.
Lo siento por ella y por sus crías. no lo van a tener nada fácil.
Un abrazo.
Defendía lo más sagrado para ella: hay madres humanas que deberían de aprender de ella.
ResponderEliminarBonito nombre le pusiste, no recordaba a esta deidad del panteón romano.
Besos