Capítulo II
Mecedoras en silecio
Mecedoras en silecio
Empezamos a caminar no sin antes las presentaciones de rigor…
.-Por cierto, me llamo Jan.
Le dije al mismo tiempo que me cambiaba la máquina de la mano derecha a la izquierda y extendía el brazo para estrechar ambas manos…
.- Alberto. Un placer en conocerlo.
No fueron dos cuadras, sino tres. Pero entre la primera y la segunda, la inquietud de mis ojos me llevó a otro de esos encuadres que considero tan fascinantes. Un detalle más de lo que nos puede ofrecer el entorno urbano solo con dejar que la mirada domine nuestra motricidad.
.- Permítame un momento, que aquí veo otra posible fotografía.
Mi nuevo amigo Alberto se situó a mi espalda, con el ánimo de no molestar. Observaba con atención mis movimientos. La cámara aun permanecía en una posición de letargo momentáneo, esperando su momento. Abrí uno de los bolsillos del chaleco y saqué el nuevo fotómetro. Con esas ultimas correcciones de luz, obtendría el contraste necesario.
En el cielo, los intervalos de las nubes propulsadas por una leve brisa, me permitían unos cuarenta segundos sin sombras, al ocultarse el sol tras los cúmulos densos que parecían bailar sobre nuestras cabezas.
.-Por cierto, me llamo Jan.
Le dije al mismo tiempo que me cambiaba la máquina de la mano derecha a la izquierda y extendía el brazo para estrechar ambas manos…
.- Alberto. Un placer en conocerlo.
No fueron dos cuadras, sino tres. Pero entre la primera y la segunda, la inquietud de mis ojos me llevó a otro de esos encuadres que considero tan fascinantes. Un detalle más de lo que nos puede ofrecer el entorno urbano solo con dejar que la mirada domine nuestra motricidad.
.- Permítame un momento, que aquí veo otra posible fotografía.
Mi nuevo amigo Alberto se situó a mi espalda, con el ánimo de no molestar. Observaba con atención mis movimientos. La cámara aun permanecía en una posición de letargo momentáneo, esperando su momento. Abrí uno de los bolsillos del chaleco y saqué el nuevo fotómetro. Con esas ultimas correcciones de luz, obtendría el contraste necesario.
En el cielo, los intervalos de las nubes propulsadas por una leve brisa, me permitían unos cuarenta segundos sin sombras, al ocultarse el sol tras los cúmulos densos que parecían bailar sobre nuestras cabezas.
Entonces busqué el encuadre adecuado y dejándome llevar por ese instinto creativo que a veces nos domina, jugué con las líneas para definir bien toda la composición de la imagen.
Una vez capturada la imagen, Se la mostré, a través del visor a Alberto.
.- ¿Qué le parece?
Empezó a observar la imagen, y levantando la cabeza, buscaba los detalles mientras susurraba levemente…
.- Pues ahí están los tres balancines… pero aquí parece que se ven mejor.
En esto, se quedó en silencio y observando por varias ocasiones la imagen y la realidad me dijo…
.- Pero… ¿Usted no ha fotografiado ni la chimenea ni el tejado? ¿Acaso no se ha dado cuenta?
:- Si que lo tuve en cuenta. Pero caminemos no sea que el gato se canse de estar sobre la alfajía de la ventana y se vaya.
.- Tiene usted más razón que un santo.
Y con este refrán, seguimos caminando en pos de recorrer la cuadra y media que nos separaba de nuestro próximo objetivo.
.- Mientras andamos, le explico la principal razón por la cual no he fotografiado ni el tejado ni la abultada chimenea…
.- Cuente, cuente que me tiene en ascuas…
Una vez capturada la imagen, Se la mostré, a través del visor a Alberto.
.- ¿Qué le parece?
Empezó a observar la imagen, y levantando la cabeza, buscaba los detalles mientras susurraba levemente…
.- Pues ahí están los tres balancines… pero aquí parece que se ven mejor.
En esto, se quedó en silencio y observando por varias ocasiones la imagen y la realidad me dijo…
.- Pero… ¿Usted no ha fotografiado ni la chimenea ni el tejado? ¿Acaso no se ha dado cuenta?
:- Si que lo tuve en cuenta. Pero caminemos no sea que el gato se canse de estar sobre la alfajía de la ventana y se vaya.
.- Tiene usted más razón que un santo.
Y con este refrán, seguimos caminando en pos de recorrer la cuadra y media que nos separaba de nuestro próximo objetivo.
.- Mientras andamos, le explico la principal razón por la cual no he fotografiado ni el tejado ni la abultada chimenea…
.- Cuente, cuente que me tiene en ascuas…
Continuara…
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Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyride del autor.
Ya estaría bien eso de salir a "afotar" y contar con un compañero ajeno a esta afición pero curioso y colaborador...
ResponderEliminarDe la foto te diré que me gusta la composición que has logrado entre las diagonales del pasillo de entrada y las curvas de las tres tumbonas y la de la acera y fachada, con esa textura de la pintura desconchada...
Habrás observado que he mencionado tumbonas y no mecedoras pues por muy redondos que tengan los reposabrazos, si nos fijamos en las patas, enseguida caeremos en la cuenta que poco nos vamos a mecer en ellas.
Un saludo y sácanos de la intriga de la chimenea, el tejado y ... el gato!
Me gustan mucho tus fotos. Aunque no tengo ni idea de fotografía como el señor que está acá arriba de mi comentario, Luis Calle.
ResponderEliminarBuena semana para ti.
El relato es tan bueno que uno hasta puede llegar a no darse cuenta de que la clave que da vida a las mecedoras es la pared curvada.
ResponderEliminarTres tumbonas bajo tres ventanas y el espacio de una pared curvada. Para qué fotografiar el gato cuando se fotografia la mirada quieta del manso felino. El tejado, lo que no podemos ver, pero está. El gato y la chimenea se esfumaron...
ResponderEliminarIncreíble lo que sugiere esa foto.
Tengo curiosidad por saber que "dijeron" las mecededoras.
Un abrazo, Jan
A nosotros también! ejjeje...y la foto te quedó estupenda!
ResponderEliminarAbrazos!
Para el nuevo año que está a punto de llegar, deseo que la ilusión y la paz te sigan llegando
ResponderEliminary se cumplan tus deseos.
Feliz año 2010
un abrazo
RMC
ya veo que te gusta crear tension narrativa, pues muy bien, aqui estaremos esperando la continuacion, tambien yo me quedé ascuas. si algo me gusta de esto de las fotos es conocer el making off de las imagenes, qué cosas, ideas, pensamientos, sensaciones tenia el fotografo y qué es lo que pretendia transmitirnos, que es aquello que estaba en su ánimo cuando hizo click. abrazos
ResponderEliminar¡Qué foto! la primavera incipiente reventando los primeros brotes.
ResponderEliminarNunca había visto unas mecedoras fijas así, dispuestas en formación. Parecen cómodas.
Ahora ya creo que el gato se ha ido cuando lleguéis a la ventana.
Qué bonita, alfajía; rivaliza con nuestro alféizar.
Un abrazo.
Recuerdo la palabra cuadra, que a mí se me antojó algo rara, quando viajé este verano por Mexico, i ahora me doy cuenta que és de uso corriente tambien en Chile. Esta acepción de la palabra por aquí significa una cosa muy difenente, tu ya sabes. Un abrazo y dinos yá el final de la historia, que nos tienes es ascuas!
ResponderEliminarUps, y yo que decía que iba a guardar tus posts, para leerlos todos seguidos...
ResponderEliminarEn fin.
Qué lo leí.
Quiero massssssssss
jeje
Un abrazo
En ascuas nos dejas a todos ;)
ResponderEliminarMira que es vicioso leerte, uno se engancha y se queda enredado entre tus palabras. Se hace necesario volver una y otra vez y devorar cada asi cada entrada.
Siempre me parecieron un poco estridentes los verdes en las fachadas de los edificios pero es que aqui todo va en consonancia y se riega de una pasmosa tranquilidad y sosiego. Daria algo por mecerme un ratito escuchando solamente los sonidos de la naturaleza :)
Feliz Añ Nuevo Jan, un abrazo enorme :)
Y en ascuas me dejas a mi.... qué suspenso!
ResponderEliminary que verde............QUE VERDE!
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