“Vestidos de fiesta”
Cap. 2.21
Cap. 2.21
Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quiote con
Dos Pedro Ojeda
“El tálamo destas bodas ha de ser la sepultura”
Los jueves leemos el Quiote con
Dos Pedro Ojeda
“El tálamo destas bodas ha de ser la sepultura”
"La creatividad como arma de un buen literato"
Un autor tiene la obligación de sorprender al lector y aquí Cervantes, una vez mas lo hace. En una época donde la picaresca era una asignatura universitaria no era de extrañar una artimaña como la del Gallardo Basilio para recuperar o tener, que para el caso es lo mismo a su amada Aquiteria.
Este capítulo bien puede servirnos como clase magistral de los recursos creativos del autor. Cervantes podía haber optado por describir con su prosa sibarítica los detalles de la boda sin más. El resultado había sido equilibrado. Y con dos toques del hambre de Sancho y unas palabrejas a modo de nuevos refranes hubiera obtenido como resultado un excelente capitulo. Pero no, su capacidad de rizar el rizo es tal que nos hace imaginarnos y vivir el suicidio por amor al más puro estilo Shakesperiano. Entonces le da un giro total al capítulo haciendo que las espadas recobren un total protagonismo, donde hasta hacia poco, solo había alegría y fiesta. En estas estábamos, cuando la locuacidad del caballero y el temor que desprende entre quienes no lo conocen, hace que sus palabras sean tenidas en cuenta por las dos partes. Por un lado los ofendidos por la burla, Camacho y sus amigos y por otro, el mismo Basilio, quien también acudió con amigos. El cura juega el papel de mediador y hacedor de imposibles. Siempre hacen lo “mesmo”. Pero Don Quijote sienta cátedra de su sabiduría al dirimir como juez en la contienda antes que esta termine en un baño de sangre.
Es un capitulo para leer y releer. Para leerlo las veces que queramos sin que nos llegue a empalagar. Hay tanto en tan poco que disfrutarlo entero se me antoja una necesidad.
He de reconocer que la primera vez que leí el Quijote, este capítulo fue el que más me impresionó por el cambio de ritmo tan bien medido que provoca Cervantes. Es como un espadachín jugando con las palabras y la imaginación del lector. Además en términos de modernidad asistimos al primer acto escrito en una obra literaria de unos efectos especiales como complemento de una escena. La “industria” de los mismos al servicio de un fin. Sorpreder, engañar o simplemente hacer parecer lo que no es a los ojos de quienes viven en primera persona la acción. Una necesidad que hoy en día se ha vuelto imprescindible en cualquier película y que parece ser que se la debemos al propio Cervantes por lo aquí expuesto. La imaginación del mismo, parece no tener límites. A cierta edad algunos autores no buscan riesgos en sus obras. Tienen temor a quedar mal entre sus seguidores. Cervantes con un simple detalle no solo toma un gran riesgo sobre el capitulo, sino que además nos da una lección a todos los que tenemos como extensión de nuestra mano, una pluma o lapicero mediante la cual expresamos nuestras necesidades.
He de reconocer que la primera vez que leí el Quijote, este capítulo fue el que más me impresionó por el cambio de ritmo tan bien medido que provoca Cervantes. Es como un espadachín jugando con las palabras y la imaginación del lector. Además en términos de modernidad asistimos al primer acto escrito en una obra literaria de unos efectos especiales como complemento de una escena. La “industria” de los mismos al servicio de un fin. Sorpreder, engañar o simplemente hacer parecer lo que no es a los ojos de quienes viven en primera persona la acción. Una necesidad que hoy en día se ha vuelto imprescindible en cualquier película y que parece ser que se la debemos al propio Cervantes por lo aquí expuesto. La imaginación del mismo, parece no tener límites. A cierta edad algunos autores no buscan riesgos en sus obras. Tienen temor a quedar mal entre sus seguidores. Cervantes con un simple detalle no solo toma un gran riesgo sobre el capitulo, sino que además nos da una lección a todos los que tenemos como extensión de nuestra mano, una pluma o lapicero mediante la cual expresamos nuestras necesidades.
En la calle Joaquín Costa, número 37 del remodelado barrio del Ravál de Barcelona, encontramos la granja de Gavá. Un establecimiento que acogió el nacimiento del escritor Terenci Moix, cuando en ese local aun albergaba una lechería.
Terenci pasó grandes momentos allí. Hoy en día, (hace unos cuantos años que no me acerco pero así me consta) pocos cambios ha efectuado su actual propietaria. El swing sigue sonando a toda hora mientras ella canturrea las viejas canciones americanas y de vez en cuando, mueve sus caderas al finalizar alguna nota altisonante. Ay la Montse… si me leyera esto.
Unos días antes de iniciar mi singladura por este mundo, pasé a despedirme y realice algunas fotografías de dentro del local. Ahí estaban en mi baúl particular hasta que un día no hace mucho descubrí entre una de ellas, la que hoy presento como fotografía quijotesca. Entrando en el local, la pared de la izquierda está llena de azulejos blancos con la particularidad que hay cientos de frases, palabras dispersas, alguna que otra declaración de principios y claro, donde abunda tanto léxico no podía faltar la filosofía de nuestro insigne hidalgo caballero.
Mis búsquedas en la hemeroteca suelen estar reducidas a teclear Don Quijote, Sancho Panza o bien Cervantes. Pero ayer se me ocurrió buscar por las Bodas de Camacho. Y entre más de cincuenta entradas, casi todas entre 1903 y 1912 había un extraordinario articulo (a mi modesto parecer) firmado por el ilustre escritor Apeles Mestres. Su pasión por la obra cervantina le hace analizar esa necesidad que tienen algunos de modificar la obra, adaptándola a diferentes artes escénicas. Muy recomendable su lectura.
Apeles Mestres nació en el 54 pero del siglo XIX. Un personaje que llevaba el arte en sus entrañas. Extraordinario caricaturista, un buen poeta, compositor y un sinfín de actividades más.
Apeles por su obra, su creatividad y su trabajo meticuloso, serio y bien realizado no merece el ostracismo al cual se le somete. Debería de ser tenido en cuenta. Su capacidad de adaptación sobre la época vivida es para ahondar y mucho en su trayectoria.
Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”
Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com
Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com
Totalmente de acuerdo contigo, amigo Jan. Estupenda entrada.
ResponderEliminarUn abrazo...!
Cada día me gusta mas venir a este espacio..o como un buen amigo dice:
ResponderEliminarOasis..
para es todo un placer
entretenerme y saber cada día un poco mas.
Gracias
Un café???
pd.: tendré que pasarme un día de estos, por este local, suena bien
Estoy asombrado con esta entrada tuya. En primer lugar, por la inteligencia del análisis: el cambio de tono y lo bien preparado que está por Cervantes. De ahí la enorme repercusión que tiene en los lectores y en otros creadores. En segundo lugar, el rescate de la imagen y la frase, que tiene tanto que ver con este capítulo. Y, por último, el regalo del artículo de La Vanguardia que da testimonio de la importancia del episodio de las bodas de Camacho.
ResponderEliminarGracias, Jan.
HOLA JAN: Ahora tienes a dos Montses seguidoras, a Montserrat Sala, a quien he tenido la suerte de conorcer gracias a los blogs, y a mi.
ResponderEliminarEl otro día mientras limpiaba de polvo los libros, tuve entre mis manos, NUESTRO VIRGEN DE LOS MARTIRES DE TERENCI MOIX.
Nuestro TERENCI.¡Como le gustaba Egipto.!
Et saludo cordialment desde Valencia
Me gusta la manera de descubrirnos el quijote, pero es que las historias que nos cuentas, como en segundo plano, llenas de anécdotas y vivencias, esas pequeñas cosas son las que más disfruto amigo
ResponderEliminarun abrazo
Excelente tu entrada, querido Jan, y en la foto que has puesto me han llamado la atención estas dos frases: "El amor es como Don Quijote, recupera la razón aunque va a morir" (creo que lo he leido correctamente aunque está un poco borrado) y "I would like to be your freedom". El artículo de "La Vanguardia" tendré que volver con más tiempo a leerlo. Besotes quijotescos, M.
ResponderEliminarMolt intel-ligent el teu article d'avui. Sobretot tens raò en una cosa. Realment Apel-les Mestres, va ser un gran cultivador i innovador destacat en tots els arts. No entenc com no se li done el reconeixement merescut a tots nivells
ResponderEliminargracias por tus anécdotas sobre este libro que narra las venturas y desventuras de los manchegos, saludos
ResponderEliminarComentario muy trabajado con las vertientes a las que ya nos has acostumbrado.
ResponderEliminarLa impredecibilidad es una de los elementos que hacen grande al Quijote, como bien señalas. En esta escena recurre a sus conocimientos dramáticos para trenzar unos acontecimientos que, además de dejarnos con la boca abierta de admiración, hacen la escena creíble.
No conocía, como tantas otras cosas, al escritor que señalas de la Vanguardia.
Un abrazo
El amor es como don Quijote recupera la razón cuando se va a morir.¡Genial !
ResponderEliminar¡Menudo teatro que se monta en este capítulo! Picaresca, como tú dices. ya tenemos las dos palabras clave: teatro y picaresca.
Un abrazo y...me encantan tus fotos de perros callejeros.
Por lo visto a tod@s nos ha impactado sobremanera este capítulo, la frase no podía ser mejor escogida para ilustrar este Capítulo.. Hallazgos y más hallazgos los tuyos, a cual mejor..
ResponderEliminarBesos, Jan...
Querido amigo...la foto parece propia de un aducción del más allá...quien te iba a decir a ti que ese cumulo de letras un día te daría para acompañar estas palabras... La frase tiene su puntito: solo somos cuerdos al final de la vida...si será verdad y todo... un abrazo amigo
ResponderEliminarFiel a mis principios, ante esta frase:
ResponderEliminar"...los que tenemos como extensión de nuestra mano, una pluma o lapicero mediante la cual expresamos nuestras necesidades..."
y el baldosín pintado
he pensado en los urinarios de un instituto (vaya usté a saber por qué)
(la duda era si escribir este pensamiento que no va a ningún sitio o pasar de largo. un saludo)