En esta serie de “haciendo amigos” pocas personas aparecerán en la misma sin que hayamos tenido una buena conversación entre ambos. No obstante hoy, rompo esa regla e incorporo la imagen de un personaje que al verlo y observarlo en detenimiento, saqué muchas conclusiones sobre la persona. Su aspecto me hizo pensar en algunos detalles que cada vez parecen no importar a nuestra civilización occidental.
Su vieja ropa, sus desgastados y agrietados zapatos, me hacen pensar que no hace tantos años, lo único que colgaba del armario de mi casa era una vieja percha de madera con un pantalón y una camisa. No había para más y así crecimos. Lo que era normal por necesidad hoy parece que lo hayamos olvidado por completo y nuestros lujos a veces desbordan nuestros mejores sentimientos.
Esta persona de la imagen, valorava con gran satisfacción las caladas que le daba a su cigarrillo mientras el sol de la mañana acariciaba su espalda. Se dejaba llevar por el momento sin inmutarse por mi presencia. Me senté por un momento a su lado. Solo el perro que lo acompañaba se mostro un tanto irascible con mi osadía. Pero mi buen hacer con los perros sustituyeron el gruñido inicial por una sumisa aceptación.
Esa persona estaba totalmente abstraída. Viviendo unos instantes totalmente alejado de su mísera realidad para muchos. Enfermo y con poca vitalidad, sus menudos ojos parecían no querer mirar al horizonte. Posiblemente le quedaba demasiado lejos y ya no había tiempo para mucho mas.
Tal vez en otra ocasión vuelva a sentarme a su lado. Quizás su perro comprenda que solo quiero hablar con él. También podría ser que cuando pase el no esté o yo no encuentre su rincón preferido. No sé. Todo es posible en esta circunstancial vida que llevamos.
En esta vida, todos transitamos con un orden aparente. Pero mucho temo que la realidad sea menos congruente que nuestros pensamientos.
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Sé que es una frase hecha y muy de moda aquella de que hay que vivir el presente, pero en este caso el protagonista de la fotografía, el escrito que nos dejas y el escritor que lo describe, tienen un arte muy especial, el de saber capturar el momento vivido y vivirlo a un mismo tiempo. Pocos pueden decir eso, amigo. Aunque tengan editor...
ResponderEliminarHace tiempo que no intervenía en este espacio y aprovecho para enviarte un saludo y un fuerte beso.
A veces, lo mejor es respetar la abstracción de los demás y dejarles a solas con sus pensamientos.
ResponderEliminarY, sí. La realidad suele ser mucho más prosáica que nuestros sueños y pensamientos.
Un fuerte abrazo, Jan.
Juan, creo que tenemos mucho que envidiarle a ese sujeto. Muchos hemos olvidado la capasidad de detener el mundo con la mirada.
ResponderEliminarCuántos de estos hombres he visto en las solanas de los pueblos castellanos.
ResponderEliminarla soledad suele estar mucho mas cerca de uno de lo que siempre nos pensamos. Pena de texto pero muy bien escrito, como siempre. abrazos
ResponderEliminarMe encantó tu descripción. Su abstracción se debía a que estaba en su mundo interior,mirando su horizonte, su mundo. Me he topado en algunas cirscunstancias con personajes como el que describes y está fotografía muestra esos instantes de abstracción, ella lo describe por si sola, abrazos.
ResponderEliminarA veces es fantástico estar solo con uno mismo (a veces, para nada). Pero parece que este hombre estaba a gusto así.
ResponderEliminarQuizá en otra ocasión hable contigo y cuente de sus cosas.
Un abrazo, Jan.
Uuuuuf!!!!
ResponderEliminarQué razón tienes, amigo Jan. Me gusta pensar que en el fondo, estas circunstancias, las actuales me refiero, son pura coyuntura. Nuestra existencia misma es coyuntural, una gota efímera que apenas transcenderá, pero que algunos se empeñan en poseerla hasta la extenuación, ha costa de lo que sea, y de quien sea, pobres infelices. A veces la consciencia es muy dolorosa.
Qué gran foto, amigo, que gran foto.
un abrazo
Volví de mi pequeño viaje, amigo.
ResponderEliminarSi, parece ensimismado; me recuerda a algunos viejos de los que se sientan en la plaza de mi pueblo.
Quizás algun dia haga un post sobre ellos.
Um abrazo.
Hola Jan..en primer lugar, gracias por opinar en mi blog...tu foto, mejor dicho esta serie está muy bien...bastante bien diría yo...te felicito por el texto y la foto. Me quedo un ratito por aqui y me uno a tu blog...un saludo.
ResponderEliminarHola Jan..en primer lugar, gracias por opinar en mi blog...tu foto, mejor dicho esta serie está muy bien...bastante bien diría yo...te felicito por el texto y la foto. Me quedo un ratito por aqui y me uno a tu blog...un saludo.
ResponderEliminarImágenes como esta tuya hacen que cada día me sienta más a gusto en el haber decidido mudarme a un pequeño pueblo de pescadores, donde el anonimato es harto difícil de sostener.
ResponderEliminarQué profundas son tus reflexiones paraleleamente con la belelza dela imagen,tus palabras nos cuentan con justeza la impresión que captaste en ese momento.
ResponderEliminarComo siempre, es un placer visitarte.
un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenas noches, Jan Puerta:
ResponderEliminarTú has conseguido captar "el instante", pero el Sr. de la fotografía no coincidía en el tiempo con el momento que estaba viviendo, ni con su espacio. Su mente estaba en otro lugar y en otro tiempo, seguramente imposibles de recuperar.
Saludos. Gelu
Cuanta vida, cuantas historias vividas se adivinan detras de esa mirada triste que parece mirar sin ver.
ResponderEliminarUn personaje más, "solo" una vida más.
Gracias por ayudarnos a ver, Jan. Un abrazo
¿Congruente la vida? ¡Quiá, amigo Jan! La vida es puro absurdo y despropósito, como el que ese hombre esté ahí solo, abandonado como un perro, seguramente enfermo, tal vez sin techo y posiblemente con problemas de nutrición. Y seguro que en alguna parte hay alguna ONG apadrine usted un perro abandonado, y dan unos mimos a los perritos que te mueres, y unas croquetas para perros super alimenticias que para sí las quisieran los tipos como el de tu foto. No hay coherencia, Jan: el mundo es un tango de Discépolo. Y ojalá que las pilas de los timbres que vos apretás se acaben ya pronto de una vez porque esto no hay quien lo aguante.
ResponderEliminarPor cierto, maravillosa foto.
La verdad es que esa cara,esa mirada puesta ¡sabe Dios dónde!, daría para escribir una buena colección de historias.
ResponderEliminarPerfecta fotografía, amigo
un abrazo