Batman quedó a un lado. Descansando de la dura batalla con el brontosauro. El artífice de tal contienda era un niño de poco más diez años. Decidió dejar su peculiar y entretenida ofensiva por acariciar al gato de su abuelo.
.-Como se llama?
Le pregunté, mientras enfocaba la escena.
.-Mi abuelo lo llama “gato”…
Me quedé un rato en silencio mientras hacia ésta fotografía. La cara de ambos no tiene desperdicio. No siempre puedes ser testigo de la sinceridad que hay detrás de una caricia.
“Anécdotas”
...una foto encantadora, es cierto, ambos tienen una cara preciosa... los niños no saben de máscaras, su justicia aun no ha acumulado impurezas, su alegría sale por derecho y su sinceridad es tan inmensa que, a veces, bordea la crueldad, pero aún no saben de la mala intención...es por eso que son los seres más educativos del mundo junto a los ancianos...un abrazo...
ResponderEliminarAbsolutamente poética.Me encantó el texto.
ResponderEliminarY la complicidad, Jan, la imagen es pura complicidad, como solo puede existir entre un gato y un niño. Siempre me ha admirado la paciencia con la que los gatos soportan las arremetidas de los niños. Por cierto, yo también he conocido abuelos que llamaban a los animales por su nombre.
ResponderEliminarCuanta inocencia y sabiduría en esas palabras. Si es que a veces nos complicamos la vida con tonterías, con lo simple que es.
ResponderEliminarPrecioso retrato.
Un saludo
¿Habrá un ser mas feliz en el mundo que ese niño abrazando a ese gato? La escena es de una espontaneidad envidiable, enhorabuena.
ResponderEliminarMe encanta la cara del niño, donde este un buen gatito no cabe un playstation...
ResponderEliminarBuena toma.
abandona sus muñecos de plastico para tener un contacto real....bonito
ResponderEliminary bonita la foto
un abrazo
Precioso momento y muy natural, el niño tiene una carita de satisfacción por tener a su mascota en brazos.
ResponderEliminarMuy buena.
Un saludo.
Gestos pequeños, y gran ternura...
ResponderEliminarsaludos
Mimundo…
ResponderEliminarNunca deberíamos de olvidarnos de que fuimos niños. Cuando lo hacemos, las cosas no suelen ir muy bien. La vida parece un juego, pero que por las actitudes que toamos los adultos, no tiene ninguna gracia el vivirla. Mejor volver a esa magia perenne de la ilusión de quien no vive conscientemente la realidad.
Un abrazo
Osselin…
ResponderEliminarSencillamente gracias. Pero el merito, lo tiene Carlos. El llamo al gato con el clásico “psipsipsi”… lo demás es lo que vemos.
Un abrazo amigo
Cierto Xuan…
ResponderEliminarHace un tiempo, hablando con un abuelo que llamaba “Perro” a su perro, me indico que añoraba la tradición de su pueblo, donde todos tenían un apodo por alguna característica en concreto. El era el “pero” por que de pequeño, siempre debía de tener la última palabra. Le pregunte por que no le había puesto un apodo a su perro y me respondió…
.-Se lo he puesto. Lo llamo “Perro”.
Un abrazo
Elsintierra…
ResponderEliminarLa vida es sencilla. Pero nosotros, somos realmente complicados. Quizás sea nuestra arma defensiva? Tal vez.
Un abrazo
Akiar…
ResponderEliminarCuando veo imágenes como ésta, avalan mi necesidad de llevar siempre la cámara en la mano.
Un abrazo
Hace unos años, el tener un gatito o un perro pequeño en una casa era todo un acontecimiento. En algunos lugares aun lo es.
ResponderEliminarLos juegos modernos… uf.
Deberían de jugar un papel mas educativo.
Un abrazo
Anitta…
ResponderEliminarBonitas palabras las tuyas. Pueden suscribir la imagen perfectamente.
Un abrazo
Los niños.. con su inocencia innata...Que bonita es la infancia
ResponderEliminarTodo es posible con esa edad...
Un beso!!! me encanto la fotografía
Abe…
ResponderEliminarAntes de tener el gato en sus brazos, jugaba de una manera casi compulsiva. Como por obligación. Pero el tacto del animal en sus manos, hicieron de las muecas forzadas, dosis de espontaneidad en sus gestos.
Un abrazo
Carmensabes…
ResponderEliminarParece sencillo, verdad? Pues por que no lo hacemos los mayores?
Un abrazo amiga.
Inkilina…
ResponderEliminarUn niño pierde la inocencia a razón del comportamiento de su entorno. La televisión creo que hace un flaco favor para su desarrollo. Pero ese tema merece un debate complementario.
Éste año que viene voy a celebrar otra vez mi décimo aniversario. Y no pienso crecer más!
Un abrazo
Me derretí de ternura.
ResponderEliminarPura.
Total.
Bellísimo, Jan!
Petons
Esta foto tiene tantos ángulos interesantes para comentar que, en efecto, el mejor es el que le has dado: la autenticidad de todo lo que en ella se refleja.
ResponderEliminarQuién pudiera volver a esa edad.
Mi entrañable Amigo,
ResponderEliminarHay que pasar la etapa de adulto para volver a ser de nuevo niño, y comprender eso, de lo sencillo que es todo y dar lo que realmente somos...;)
Un abrazo ugrande de tu amiga que te aprecia,
(Voy actualizándome en tu casa...!)
Ilona
Gracias Lena.
ResponderEliminarLa ternura… algo que con los años, solo somos capaces de apreciar en los mas pequeños o algunos gestos de amor. Algo tan fundamental que nacemos con ella, se diluye con los años. Es tan increíble como inaceptable.
Un abrazo
Volvamos amigo Pedro!
ResponderEliminarAunque solo sea por un instante. Quizás la experiencia sea tan grata que jamás nos queramos volver a poner el traje de adultos.
Un fuerte abrazo
Anolig…
ResponderEliminarApreciada Llona…
De nuevo es un placer verte en ésta tu casa. Espero que pases un rato agradable.
Un fuerte abrazo amiga.
Pues tendré que buscar un regalo..acorde a tu edad..un mecano???
ResponderEliminarYo cumplí 11 el otro día..y estoy pensando no cumplir mas..
pero no se si me dejaran tomar mi preciado café.
Y Batman muerto de envidia!!
ResponderEliminarBueno... Y el Brontosaurio tambien...
;-)
Gabiprog...
ResponderEliminarY el celular en un rincón. Como ajeno y olvidado. Bien!
Un abrazo
Inkilina…
ResponderEliminarPues… sin haber escrito la carta a los reyes magos o al mismísimo Santa Klaus, cualquier detalle que venga será bien recibido. Incluido una bolsita de café.
Un abrazo
very nice portrait
ResponderEliminarNo se si es mi percepcion, pero veo una dualidad en el rostro del niño, por un lado su boca sonrie, pero por otro los ojos se le ven tristes. La foto, increible como siempre, y la anecdota muy bonita, sentarse a platicar con los sujetos que fotografiamos es una gran cosa. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarBuena respuesta! Gato...
ResponderEliminarJunto a la pose de la cara, me encantan los pies del niño, tan naturales, espontaneos, y relajados...
BoB...
ResponderEliminarThanks friend for you commentary.
One embrace
Apreciado Juan…
ResponderEliminarMientras me acercaba, jugaba con sus dos muñecos. Pero apareció el gato, y todo cambió. La percepción que tienes tiene su parte de fundamento. El vive en una zona apartada del pueblo. Y la soledad en ocasiones nos hace mostrar la tristeza interior.
Siempre que puedo “pierdo” el tiempo con los personajes que fotografío. Todos tienen algo que contar y al menos para mi, es interesante su historia.
Un abrazo
Vive malabar…
ResponderEliminarLa situación permitía un ambiente relajado y distendido. Hablamos un buen rato. Me contó, (gato en brazos) parte de su vida. Incluso, le hizo con mi cámara una fotografía al gato del abuelo. El encuadre no era muy bueno, pero se la imprimí y se la hice llegar, junto con ésta.
Un abrazo
Demostres una gran sensibilitat tant en les imatges com en els textes.....
ResponderEliminarAquesta és molt entrenyable...
El racó que no saps ón és, és Breda, la plaça de la Vila, a La Selva
Salut!
Gracies Albert...
ResponderEliminarCadascuna de les imatges que puc fer acaba sent part meva. Al menys jo ho sento així. Son moments que he viscut amb una gran intensitat. Son com petites mostres de la meva vida.
Una abraçada.
Gracias Albert
Cada una de la imágenes que puedo hacer termina siendo parte mía. Al menos yo lo siento así. Son instantes que he vivido con gran intensidad. Son como pequeñas muestras de mi propia vida.
Un abrazo
Ingenuidad y pureza... es belleza
ResponderEliminarPreciosa foto, gracias
Saludos
Es verdad, no tiene desperdicio. ¡Qué imagen tan tierna!
ResponderEliminarMuuuuacks!
La imagen habla por sí sola, pero acompañada de la interpretación que haces de ella, tan sencilla y real, creo que la borda. El rostro del niño abrazando al tigre, con el pie girado hacia dentro en señal de cierta timidez mientras mira a la cámara, me parece un momento genial. Tus fotos son realmente muy buenas...
ResponderEliminarEs un momento espontaneo, muy tierno y es que no hay como la sinceridad de un niño, la inocencia y sus ilusiones que al igual que Batman , él un día será un heroe.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amigo.
Una imagen para rescatar sin lugar a dudas , la vida con la vida , lo real y tangible , y los sueños hay que dejarlos reposar por un rato , para retomarlos luego con más bríos...
ResponderEliminarCurioso el nombre del gato, imagino trajo mil recuerdos , no?
Un abrazo
Lillian
estoy con Quintero tambien yo advertí el doble gesto, la cara del niño esta llena de matices, tambien me llamó mucho la atencion el calzado que usa, sandalias de verano con calcetines gruesos. el texto es magnifico y la foto superior, muy bien captados ambos. una de esas fotos para pararse a pensar. definitivamente me gusta.
ResponderEliminarTierna foto Jan.
ResponderEliminarBasta la imagen de un niño y un animal, y brota de nosotros nuestro niño.
Los dos están de comérselos, el niño y el gato que se llama gato jajajaja.
Siempre tuve animales cuando pequeña, perros y gatos, y por alguna extraña razón, los perros que pasaron por nuestra vida tuvieron, nombres diferentes, pero los gatos, todos siempre se llamaron... Janes.
La costumbre quedo tan arraigada en mi inconsciente, que cuando veo un gato, y quiero que me preste atención, lo llamo Janes jajajaja
Un abrazo
Gizz
Hola!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEs el momento más mágico que puedes haber fotografiado, a un niño mimando a un animal, a otro ser vivo, si los adultos aprendiéramos……….
Gracias por pasar por mi casa, va por nuestra casa un lugar en el mundo y más si te gusto.
Un besote y abrazo de oso.
Genial Jan... como la respuesta del niño...
ResponderEliminarSiempre me han hecho gracias los nombres en los gatos.
ResponderEliminarEn mi pueblo, los perros tenían nombre, pero los gatos, no.
Un abrazo, viajero.
Lo mas importante no es que haya arrinconado a Batman, sino el móvil que esta tras el. Buenisima
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