La vida nos trae nos depara algunas sorpresas que son difíciles de digerir. Unas son completamente inesperadas, y nos cogen de improviso. Otras más previsibles, no les hacemos caso. Menudo comportamiento el nuestro.
El caso es que ayer Salí de casa. Me fui a dar una vuelta mientras el sol se escondía por el horizonte y la penumbra se adueñaba de las sombras. Deambule sin rumbo. Nada nuevo en mí. Me perdí por estrechas callejuelas empedradas. Mis pensamientos divagaban y se perdían entre pasos oníricos. Me sentía contento de la soledad. Me sentía bien en soledad.
El caso es que ayer Salí de casa. Me fui a dar una vuelta mientras el sol se escondía por el horizonte y la penumbra se adueñaba de las sombras. Deambule sin rumbo. Nada nuevo en mí. Me perdí por estrechas callejuelas empedradas. Mis pensamientos divagaban y se perdían entre pasos oníricos. Me sentía contento de la soledad. Me sentía bien en soledad.
Me percaté de que alguien me seguía. Entré en un portal y me escondí. La luz de la escalera estaba estropeada. Parecía un amante furtivo escondido de sus pecados de amor. De pronto un destello en la oscuridad me hizo estremecer. Ella apareció de la nada. Estaba mirándome. Abrió la boca e intento morderme el cuello…
Desde ayer solo vivo de noche. De día, duermo. Por qué nadie me avisó que era la noche de Halloween?…
Desde ayer solo vivo de noche. De día, duermo. Por qué nadie me avisó que era la noche de Halloween?…
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
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Texto y fotografías con copyride del autor.
Muy bueno el relato de transformación, aunque sea a vampiro jejeje... impresionante el efecto de los dientes, da acojone pensar que pudiera pasar de verdad, ¿o pasó de verdad? ;^Ð
ResponderEliminarsaludos desde la penumbra
MA
Vaya, curioso relato y curioso blog.Me gusta.
ResponderEliminarMiguel Ángel…
ResponderEliminarA veces he comentado que uno cuando escribe tiene la tendencia de no saber muy bien en que momento la ficción se iguala a la realidad… O viceversa.
Un abrazo amigo.
La menda…
ResponderEliminarMe alegra enormemente que la mezcla de tus sensaciones después de pasearte por aquí, termine con un me gusta.
Me gusta tu presencia.
Un abrazo
¡A quien se le ocurre!
ResponderEliminarPues ya ves Raúl...
ResponderEliminarA uno que pasaba por ahí.
Un abrazo
A veces por esas noches bien vale dar la vida, con la cámara fotográfica a mano, claro.
ResponderEliminarNo te falta razón amigo Pedro. Con ella vivo y comparto la propia vida.
ResponderEliminarUn abrazo
A ver si no era vampira y tampoco queria morderte y has perdido un ligue tio.
ResponderEliminarBueno en serio, genial el efecto de los dientes y esa textura que se aprecia en el primer plano.
Un saludo soñador.
Ahora que sé que eres de los nuestros me quedo más tranquilo.
ResponderEliminarNo abuses de la fotografía. Produce alucinaciones.
Amigo jan hay que estar al tanto de las fechas! Pero bueno no creo que eso sea problema para que sigas escribiendo post llenos de sorpresa y emoción; es más, ahora incluirás ciertas dosis de terror. Por cierto no te doy mi dirección por si acaso. Saludos!
ResponderEliminarMuy bien conseguido ese efecto vampiro. La edición es muy buena. Da miedo.
ResponderEliminarHmmm yo creo que es tu lado vampiro el que ha guiado esta historia ... y vaya que creo que teneís semejanzas .... por lo pronto no teneís autoretrato, será que no te ves en los espejos ?
ResponderEliminarUn abrazo
Porque si te hubiesen avisado ahora no serias un hijo de la noche...
ResponderEliminarbesitos grandotes....
Hasta se me han puesto los pelos de punta, Jan.
ResponderEliminarSi me lo permites, enlazo tu blog al mío para tenerte más presente.
Intrigante historia que se ccomplemente perfectamwente con este efecto vampiro que le has dado a la foto. Muy logrado.
ResponderEliminarSaludos
muy buena historia y mas la foto
ResponderEliminarSaludos y que te la pases super en estas fechas.
Saludos
Huyy..
ResponderEliminarQue miedo da esa foto..
Ahora eres el señor de la oscuridad...
Te dejo abrazos.