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miércoles, 30 de abril de 2008

El valor de una idea

El valor de una idea.

Cuando tenia unos diez años, pensé que seria bueno, hacerle una marca a una hormiga y buscarla unos años después. Mi ignorancia manifiesta en el tema, solo avalada por la ilusión de un mozalbete soñador y algo curioso me llevo a buscar una de las variedades más comunes de nuestra península ibérica.

Yo, fiel seguidor de las aventuras de Miquel de la Cuadra Salcedo, buscando quetzales, de Mariano Haro, corriendo como un poseso tras la gloria olímpica o el mismísimo Pérez de Tudela escalando el Naranjo de Bulnes, había descubierto hacia poco a Félix Rodríguez de la Fuente. Así que esta era una buena manera de emularlo.

Una vez elegido mi ejemplar de hormiga. Una de esas voladoras que en verano, venían a cientos, buscando la luz de cualquier lámpara que tuviéramos en la terraza de casa.

Con ella en mis manos, cogí un rotulador rojo, y con mucha paciencia, le pinté sus alas. A simple vista, parecía una especia realmente única y muy atractiva visualmente. El rojo siempre ha destacado sobre el negro.

Una vez la solté, se perdió rápidamente entre la nocturnidad que amparaba el alejarse unos metros de la luz. Al día siguiente, con mi libreta de notas en la mano, espere su llegada. No vino. Así que lo anote y repetí la espera en varias ocasiones. Pero no regreso.

Hable con amigos míos de clase, por si habían visto una hormiga voladora con las alas rojas. Incrédulos me miraban, sin dejar de reír. Nadie sabía darme cuenta de ella. Incluso, en una competición escolar ínter comarcal, hable con diferentes niños de otras poblaciones, -por si se le hubiera ocurrido, cambiar de aires- pero el resultado siempre era el mismo. El caso es que la noticia de mi búsqueda, llego pronto a oídos del profesorado. Quienes en lugar de alentarme, me decían que no perdiese el tiempo con tanta tontería. No dudo de su razón, pero mi obsesión, era tal que no creo que nadie pudiera hacerme desistir en mi empeño. Escribí cartas a diferentes direcciones de colegios, que conseguí una tarde en secretaria, copiándolas de un directorio que estaba encima del mostrador. Nadie me contesto. La hormiga seguía sin aparecer. Pero mi paciencia y mi perseverancia se mantenían intactas.

Ese año y los tres siguientes, fueron frustrantes, al menos para mi, ya que nunca apareció ni nadie supo darme razón de ella. El tiempo, me hizo desistir en su búsqueda. Hoy me acuerdo de esa hormiga y esa idea que tuve. Hoy he visto a unos niños, haciendo lo mismo. Marcando una hormiga alada con un rotulador fluorescente. Los tiempos cambian, pero…las ideas se repiten. No tienen dueño. Van en los genes de cada persona y un día florecen sin más.

De pequeño nunca me hice un autorretrato. Pero os puedo asegurar que tenía un flequillo parecido a este joven sonriente. Cuya única idea era poder obtener unos cuantos huevos de tortuga para comer en casa.

martes, 29 de abril de 2008

Se vende iglesia

Se vende Iglesia…

Cogí el teléfono con cierto nerviosismo. No lo puedo ocultar. Quizás por pensar que tal vez alguien se me había adelantado. Tal vez por pensar que oportunidades como esta, solo se presentan una vez en cada vida si es que la resurrección al final es verídica.

A medida que marcaba los números el ritmo cardiaco aumentaba. Tres sonidos de llamada después descolgaron el teléfono…

.-Quien habla?

.-Por favor me podría pasar con el Sr. Isaac?

.-Querrá decir con San Isaac?

Casi enmudecí al escuchar semejante afirmación.

.-Pues no se, es que llamo por el anuncio de la venta de… -sin dejarme terminar, me dijo…

.-Pues si, es con San Isaac. Un momento que le paso.

Me dejaron la llamada en espera al tiempo que sonaba de fondo algo que interpreté como una parte del Réquiem de Mozart, pero que no pude estar seguro ya que en pocos segundos, escuche una voz que me preguntaba…

  1. .-Por favor, si esta interesado en comprar, presione el uno.
  2. .-Si quiere alquilar espere.

Presione el uno, un tanto perplejo de tanta modernidad… al tiempo que la misma voz mecánica me hacia una nueva pregunta…

  1. .-Si dispone de efectivo, diga uno.
  2. .-Si quiere financiación, diga Banco del Vaticano.

Volvió a sonar la misma música y casi podría asegurar que era el réquiem de Mozart. Aunque aún dudaba cuando alguien me dijo…

.-Soy San Isaac. Así que está usted interesado en la compra de este templo?

Nos presentamos debidamente y hablamos de diferentes puntos que era conveniente aclarar…

.-La venta incluye los feligreses que hay en la actualidad o hay que empezar de cero?

.-Dispone usted de una buena cartera de feligreses. De misa de ocho, que dejan buenas limosnas en el cepillo.

Las preguntas se sucedían y las dudas se aclaraban…

.-Y el sacerdote lo he de poner yo o va incluido en el precio?

.-Va incluido uno recién salido del seminario. Así podrá usted hacérselo a su manera. Además viene libre de cargas con la seguridad social.

Cada pregunta que formulaba y me respondía me daba más seguridad en la operación.

.-Disponen ustedes de “stock” de hostias, vino y agua bendita o hay que llenar el almacén?

.-No se preocupe, que no terminara usted con las existencias… al menos en esta vida. Además tiene usted cubierto hasta el dos mil diez las bodas de los domingos y las temporadas de comuniones.

Entonces, surgió la pregunta definitiva…

.-Perdone, pero no lo entiendo. Si es tan rentable, por que quieren ustedes deshacerse de ella.

Sin titubear ni un instante, San Isaac respondió…

.-En un nuevo concepto que ha traído el Papa Benedicto. Quiere descentralizar las parroquias para minimizar los gastos fijos manteniendo la fe en las personas. Un intento de privatizar algunas parroquias para darles más dinamismo. Amén de diversificar el negocio. Parece ser que incluso querían contratar a un nuevo diseñador de ropa, para lanzar una línea urbana en las próximas pasarelas pret a porter. Pero… esto se lo digo entre nosotros.

Las dudas se disiparon en un santiamén y nunca mejor empleada la palabra.

Así que después de ultimar algunos detalles carentes de importancia y por tanto de ser mencionados aquí, me decidí y di el paso de mi vida. Ahora soy empresario del ramo de la fe.

El primer año, se empezó con modestia. Una iglesia, con un sacerdote. Tres confesionarios churriguerescos –comprados por Internet de una iglesia del sur de Italia que cerró- donde no paran de entrar almas pecadoras en busca del perdón celestial. Se sustituyeron las penitencias por donaciones económicas. Las misas ahora son más atrayentes. Dicen los feligreses que son la envidia de otras parroquias. Se contrato a especialista en marketing directo y eso las dotó de un valor añadido. Además hay sesiones de karaoke a diario de cinco a seis de la tarde.

Un año después se han subcontratado a dos párrocos que estaban en el paro y ahora hacen turnos de ocho horas. Esta es la primera iglesia que tiene abierta las veinticuatro horas del día.

Hoy en día he tenido que dar entrada a unos socios kuwaitíes que han comprado parte de mis acciones con pozos de petróleo ya que quieren exportar esta idea novedosa en su territorio. El caso es que vivo como Dios, o casi como el, que para el caso, estamos defendiendo la misma causa. Quizás o único que nos separa sea la inmortalidad que el dispone. Pero, la semana que viene, he de negociar con el…

jueves, 10 de abril de 2008

Una situación incomoda

Una situación incomoda…


Me olvide de que me dolía el brazo después de haber estado toda la tarde de compras, cargando como el caballero que soy, las bolsas de Maria Eugenia.

Una vez en su casa, se volvió como loca. Debía de abrir todo lo que se encontraba debidamente envuelto con el propósito banal de volver a probarse ese vestido escotado que sin duda realzaba su figura hasta limites insospechados, que dejaba adivinar su cuerpo bajo la seda y el lino de esa prenda.

Era incomodo sentirse delante de ella como un mero espejo, capaz de reflejar su entusiasmo e incapaz de dibujar sus líneas con el índice de la mano.

Me sentía privilegiado por estar delante de su poca ropa y dejar volar mis sueños, llenos de sensaciones placenteras, paseándose entre mis genes y mis instintos más bajos..

Maria Eugenia tenia el don de hacerme sentir incomodo en las situaciones mas increíbles. El motivo nunca lo llegue a saber. Creo que era un acto reflejo de su propio inconsciente ante una situación que ella misma provocaba y sin saberlo, poco después la incomodaba.

Mis amigos siempre me habían dicho que ella no era legal. Tampoco mala gente. Pero si capaz de provocar algo un tanto absurdo y capaz de salir de la misma situación, creando en los demás complejos absurdos de culpabilidad.

Tan hermosa que la veía. Tan lejana a veces, y otras, tan solo una fina capa de ropa de diseño, separaba nuestra piel deseosa la mía de saber de la suya en un aspecto más íntimo y personal.

Aprovechar los latidos de los dos corazones para danzar como posesos seguidores de la mitología “yoruba”, en los preámbulos de una iniciación vudú, donde el sudor ahoga las lágrimas y todo se vuelve deseo. Pero, esa culpabilidad inocente le hacia terminar cualquier posibilidad de ir un poco mas allá.

Una hora después, miraba el techo de su habitación y me repetía que esa seria la ultima vez que me dejaba seducir por sus instintos.

Dos días después, sonó el teléfono. Era ella…

.-Había pensado que esta tarde podríamos ir de compras. Me pasas a buscar a las dos.

Colgué el teléfono, al tiempo que una sensación incomoda volvía a recorrer mi cuerpo…

No me había dado tiempo a decirle que no. No quería decirle no. No le hubiera dicho no. Quizás por que sabía que hoy mi piel jugaría con la suya. Tal vez.

"Relatos y fragmentos"

Copyright © By Jan Puerta 2008

Texto y fotografías con copyride del autor.

janpuerta@gmail.com