Apreciados amigos, hoy la entrada tiene unas connotaciones muy especiales por lo sucedido en la noche del viernes. Como ya sabéis, un terremoto asoló parte de la región central, y parte de la región del Bio-Bio.
Se habla de una magnitud de 8.8 grados. Uno de los seis terremotos más grandes de la historia con la particularidad de su duración. Pasé sesenta segundos que parecían interminables bajo el marco de una puerta. Dicen los japoneses, que de terremotos entienden bastante, que es uno de los lugares más seguros de una casa cuando sucede un seísmo.
Puedo asegurar que es un acontecimiento muy difícil de explicar. La naturaleza te domina y uno no sabe qué puede hacer.
Minutos después, la calle estaba a oscuras y el polvo parecía haberse adueñado de la atmosfera. La gente empezó a sacar sus enseres a la calle, temiendo que si esos sesenta segundos fueron infernales, una réplica pudiera ser más fuerte.
Espero tener comunicación mañana para poder explicar con calma las sensaciones vividas. Desgraciadamente el número de muertos sigue en aumento. Las comunicaciones son casi imposibles. No hay luz en muchos sitios. El agua, esa que tanto despilfarramos sin ser consientes, está cortada. La gente no tiene un techo y muchos lo han perdido todo. Y cuando digo todo, me refiero a quedarse en la calle sola con la vida, pendiente de hilo.
La situación es difícilmente narrable. La naturaleza tiene unos golpes escondidos que uno solo contemplar como un espectador absorto por los acontecimientos.
Los que amamos la imagen, la fotografía, la pintura o cualquier arte relacionada con nuestra manera de ver el entorno, estamos enamorados de todos los matices que nos ofrece una puesta de sol, un paisaje o una playa paradisiaca. Pero de vez en cuando, se nos muestra la cara menos alegre de la misma. Y esta, es de una dureza brutal.
Amigos, reitero mi agradecimiento por vuestros correos, que espero poder contestar personalmente.
Hoy la imagen no puede acompañar a las palabras. Hoy, reflexionar y pensar en aquellos que no están es lo único que se me ocurre.
Un fortísimo abrazo a todos.
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