Ante todo, pido mis excusas si alguien se siente aludido y no le gusta el contenido de esta entrada. Pero como amante de la estética y del buen gusto, cuando descubro en cualquier ciudad algún atropello como este que vi ayer sábado por la mañana, monto en una especie de cólera descontrolada, lanzo cuatro improperios y hago algo, con la mejor intención y que alguien lo vea, despierte y lo arregle. Al fin y al cabo, están para ello.
Si me equivoco, aquí estaré también para contarlo.
Dicho, a modo de declaración de principios, prosigo…
Torpeza: “Cualidad de torpe”
La torpeza es un concepto casi reflejo que con los actos de uno se acrecienta.
Espero que no sea contagiosa.
Hay que ser mostrenco “profesional” para colocar una señal de tráfico al frente, de una de las dos columnas históricas, que además están ubicadas en un lugar turístico como es la Quinta Vergara en Viña del Mar.
No sé de quién es competencia el velar por el buen gusto en materia de ornamentación de las calles, ni tampoco sé, que criterio se sigue para colocar una señal de dirección obligatoria en tal escenario. Lo que sí sé, es que enviaré la fotografía, junto con esta apreciación personal sobre la ineptitud, a la municipalidad de Viña del Mar.
A ver si alguien, es capaz de volver a dotar con coherencia lo que bien podría ser una postal.
De ser así, gustosamente volveré a fotografiar la escena y daré buena cuenta de ello.
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