¿Porque cuando nos roban una pertenencia en casa,
ponemos una denuncia y en cambio cuando nos roban una fotografía publicada en
nuestra casa o en una casa de arriendo (léase facebook, bloger, wordpress, web
propia o demás) no hacemos lo mismo?.
¿Porque en la televisión, cuando se emite un
programa donde muestran imágenes en exclusiva, en caso de ser pirateadas, los
infractores se exponen a sanciones millonarias?
Personalmente creo que el tema es simple. A parte
de lo que supone la propiedad intelectual de nuestra fotografía o los derechos
de autor que puedan derivarse de la misma, el sentido común de defender lo
nuestro debe de imperar por encima de todo.
Estamos ante un problema de colectivo. Y como tal
hemos de tratar el asunto.
Dicho esto, voy al tema que nos interesa.
En referencia al detonante que hizo rebasar la típica
gota del vaso por lo cual desperté de mi letargo y decidí ponerme a trabajar
para defender lo mío, puedo contaros algunas cosas interesantes. Llevo dos días
dedicados en pleno a poner sobre la mesa los vacios legales que hay dentro de
nuestra profesión y los mismos que tiene la justicia para poder admitir a trámite
una denuncia vía judicial, o una querella criminal por algo tan simple como es el
robo de una fotografía que tiene derechos de autor. Si además, esta ha sido
manipulada y de su posterior uso puede derivar daños al autor y propietario de
la fotografía, en este caso yo, la demanda judicial puede transformarse en una
querella criminal contra el honor de la persona.
Si uno roba un Picasso, sabe a lo que se expone.
Pero si uno roba una obra de un autor anónimo o semi anónimo para la mayoría,
parece que la impunidad sea parte del resultado final y no es así. El robo es
el mismo.
Personalmente, he abierto diferentes frentes en
contra de la página de Facebook “El Panzer Limachino”. Por un lado, después de
la cortesía de enviarles un correo esperando que la buena onda imperase entre
todos, y ante la soberbia manifestada por sus administradores, en la persona de
la Sra. o Srta. Romina Lazos, en primera instancia, rellené el formulario que
tiene Facebook para denunciar precisamente el robo de una imagen con derechos de
autor.
Pero como el tema daba para más, he preparado dos demandas vía judicial.
Una en contra de la administradora, declarada así por ella misma, según reza en
el único correo que me respondió y según el cual se desprende que ella descargó la imagen original con lo cual es fácil deducir que también fue ella quien
manipuló la misma. Y una segunda en contra de los administradores que puedan
haber detrás de ella, que según me consta… existen.
La gravedad de la manipulación puede llevar que una
demanda civil se transforme en una querella criminal contra el honor de una
persona. Puesto que al usar mi fotografía, que se publico en diferentes medios
con anterioridad, para un fin partidista, me hace partícipe del contenido como
si este fuese mío. Poniéndome en una situación comprometida ante la persona
aludida y posibles clientes. A parte del robo de la imagen en sí misma.
Hice capturas de pantalla ante notario. Un costo
más a invertir, pero imprescindible para seguir avalando y defendiendo lo que
es de uno.
Copyright © By Jan Puerta 2014.
Texto y fotografías con copyride del autor.