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jueves, 10 de abril de 2008

Una situación incomoda

Una situación incomoda…


Me olvide de que me dolía el brazo después de haber estado toda la tarde de compras, cargando como el caballero que soy, las bolsas de Maria Eugenia.

Una vez en su casa, se volvió como loca. Debía de abrir todo lo que se encontraba debidamente envuelto con el propósito banal de volver a probarse ese vestido escotado que sin duda realzaba su figura hasta limites insospechados, que dejaba adivinar su cuerpo bajo la seda y el lino de esa prenda.

Era incomodo sentirse delante de ella como un mero espejo, capaz de reflejar su entusiasmo e incapaz de dibujar sus líneas con el índice de la mano.

Me sentía privilegiado por estar delante de su poca ropa y dejar volar mis sueños, llenos de sensaciones placenteras, paseándose entre mis genes y mis instintos más bajos..

Maria Eugenia tenia el don de hacerme sentir incomodo en las situaciones mas increíbles. El motivo nunca lo llegue a saber. Creo que era un acto reflejo de su propio inconsciente ante una situación que ella misma provocaba y sin saberlo, poco después la incomodaba.

Mis amigos siempre me habían dicho que ella no era legal. Tampoco mala gente. Pero si capaz de provocar algo un tanto absurdo y capaz de salir de la misma situación, creando en los demás complejos absurdos de culpabilidad.

Tan hermosa que la veía. Tan lejana a veces, y otras, tan solo una fina capa de ropa de diseño, separaba nuestra piel deseosa la mía de saber de la suya en un aspecto más íntimo y personal.

Aprovechar los latidos de los dos corazones para danzar como posesos seguidores de la mitología “yoruba”, en los preámbulos de una iniciación vudú, donde el sudor ahoga las lágrimas y todo se vuelve deseo. Pero, esa culpabilidad inocente le hacia terminar cualquier posibilidad de ir un poco mas allá.

Una hora después, miraba el techo de su habitación y me repetía que esa seria la ultima vez que me dejaba seducir por sus instintos.

Dos días después, sonó el teléfono. Era ella…

.-Había pensado que esta tarde podríamos ir de compras. Me pasas a buscar a las dos.

Colgué el teléfono, al tiempo que una sensación incomoda volvía a recorrer mi cuerpo…

No me había dado tiempo a decirle que no. No quería decirle no. No le hubiera dicho no. Quizás por que sabía que hoy mi piel jugaría con la suya. Tal vez.

"Relatos y fragmentos"

Copyright © By Jan Puerta 2008

Texto y fotografías con copyride del autor.

janpuerta@gmail.com

2 comentarios:

  1. este le conocíaaaaaaaaaa.
    BESITOS

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  2. Me gusta tu espacio

    Tus fotografías,

    tus ideas...

    como las pintas

    Un surtidor de palabras

    adecuadas acompaña

    un espíritu amplio

    que siente como

    no todos sentimos.

    Te sigo leyendo.

    ♥♥♥besos♥♥♥

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