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martes, 30 de septiembre de 2008

Anécdota cincuenta y ocho

Don Martín
Anécdota cincuenta y ocho


A veces me vienen a la memoria ciertos recuerdos que han pasado por mi vida y sonrío mientras tomo un café en cualquier rincón donde me encuentre. Ayer, bien entrada la noche me volvió a suceder…
Me habían hablado de alguien que vivía cerca del manglar. En la orilla derecha. Éste personaje vendía sus pequeñas embarcaciones a remos. Caminé casi dos horas por un pequeño sendero rodeado de un bosque húmedo. Al tiempo que este desaparecía, empecé a encontrar los primeros vestigios del manglar. No fue fácil llegar hasta la casa del simpático personaje. Pero que otra cosa podía hacer? La curiosidad por conocerlo me había cautivado.
Mientras me acercaba a una vieja cabaña de madera, vi a un señor que me observaba con cara de sorpresa. Mas tarde me comentaría que nadie lo visita y la gente que se pierde nunca suele llegar hasta su casa. Aparentaba unos setenta años. Pero podían ser ochenta o sesenta. Nunca se sabe y mejor no preguntar aquello que no te dicen.
Al cabo de unos minutos, me invito a sentarme, al tiempo que le preguntaba…
.-Como se llama usted, caballero.
.-Me dicen Martín. De Martín pescador. El pájaro ese que pesca, sabe?
.-Ah, imagino que será por que usted es pescador como ese pájaro, verdad?
Se quedo un momento en silencio…
.-Ahora ya solo soy un viejo que no pesca. Pero me como el pescado que me traen.
Algunos viejos amigos, suelen pasar con sus pequeñas barcas por delante de su cabaña. En ocasiones, la pesca ha sido buena y algo le dejan. Otras veces, se sientan juntos, comen y hablan de tiempos pasados. De lo poco que les queda después de haber vivido tanto.
Don Martín es y se sabe viejo. Simpático. De conversación agradable y amena. De sus labios, salieron mil palabras en forma de hablillas. Todo sucedió en media mañana. Media botella de vino y cinco o seis pipas de tabaco negro brasileño que alguien le trae de vez en cuando y don Martín consume con verdadera pasión.
.-Y que le trae por aquí?
.-Me han comentado que usted se vendía sus barcas. Cuanto pide por ellas?
.-La que esta sin pintar diez. Y la pintada veinte dólares.
.-Sabe que le digo don Martín… le doy diez dólares. Ahora cuando suba la marea, me voy a dar una vuelta por el manglar. Si traigo algo de pescado lo comemos. Nos terminamos el vino y seguimos hablando.
.-Entonces se queda la que esta sin pintar?
Si, pero además, me quedare a dormir. Y mañana cuando me vaya, le regalo la barca.
Me estrechó la mano. El pacto estaba sellado.
.-Esta usted loco!
Exclamó mientras me daba el remo…


“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

19 comentarios:

  1. Presumo que de esa noche,

    nacieron mil anécdotas más...

    Ojalá las podamos leer, Jan!

    Un abrazo!

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  2. Ay Don Martín qué daría yo por conocer sus manglares y compartir pescado, que pescamos juntos, con ud.

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  3. Lena…
    Así fue. La libreta de notas se lleno de apuntes que el día siguiente empezaron a coger forma. En alguna ocasión volverá a salir don martín.
    Un abrazo

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  4. Vive Malabar...
    Sabes, una cosa que suelo hacer, es volver por segunda vez a sitios donde me he encontrado bien. Entre otras cosas por dar la fotografía que haya realizado y si he publicado algún articulo con esa historia, suelo enmarcarla y se la regalo. Tengo pendiente regresar para ver a don Martín.
    Un fuerte abrazo

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  5. Que poco cuesta hacer feliz.
    Es de las pocas cosas que dando algo de uno, se recibe tanto a cambio.

    Cuando veas otra vez al señor Martín, le das un beso de mi parte.

    Besotes.

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  6. Menos que poco! Eso siempre dice un amigo mío. Y cada día que paso, le doy mas la razón.
    Espero dárselo de tu parte.
    Un abrazo

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  7. Que bien sabes crear ambiente para las fotos, ¿O es al contrario?
    Yo también disfrutaria de irme a pescar por los manglares y de una buena conversación aderezada con una buena cena.
    Saludos!

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  8. El encontrar amigos siempre es motivo de alegria y en este caso asi lo escribes.
    Gracias por recordarnos lo facil que es la vida vista desde otro punto de vista.
    Un saludo.

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  9. a parte de tu blog publicas en alguna revista o periódico
    lo pregunto mas que nada por la facilidad que tienes en transmitir el momento

    Te felicito

    Seguiré....leyendo tus post

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  10. me gusta este cumulo de anecdotarios y profusion de imagenes... era justo lo que queria para hoy...

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  11. August…
    Pues cuando encuentro una situación suelo hace hacer varias fotografías y después elijo aquella que mas me gusta para lo que estoy contando.
    El manglar es especial. Un hábitat donde se genera toda la vida. Lo malo, los mosquitos. Algunos de ellos, a parte de picar, creo que hasta muerden!
    La cena, simple. Pescado a la piedra. Arroz hervido, con un poco de yuca.
    Un fuerte abrazo .

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  12. Apreciado Abe…
    La vida siempre es mas fácil de cómo la trasformamos. Pero cada uno de nosotros, necesita de cierta complicación para seguir avanzando. La vida de don Matías, parece sencilla en su contexto, pero es tremendamente complicado vivirla. Una día de paso y te llevas la mejor esencia de su vida. La puedes llegar a vivir en menos de veinticuatro horas. Pero para el, es toda su vida igual.
    No todos estamos preparados para vivirla a su manera. Pero en nuestra existencia occidentalizada, nos la complicamos demasiado.
    Un fuerte abrazo

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  13. Beetle…
    Gracias por tus palabras.
    Publico en algún que otro medio alguna columna. Pero sigo buscando el periódico adecuado donde a parte de sentirme cómodo pueda conseguir alguna entrada extra.
    Creo que como todos.
    El escribir siempre ha sido una necesidad. La fotografía también.
    Un fuerte abrazo

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  14. Jolie: desde la barandilla...
    Me alegra haber contribuido a esa necesidad. Mi necesidad quizás pasase por que tu los leyeras.
    Un abrazo

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  15. y cuantas mas anecdotas
    no tendra el señor para contar


    me ha gustado la anecdota, es muy linda.....


    gracias por visitarme...

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  16. Hola Jan, esta son momentos que llenan la vida y es increible el afecto que puede llegar a crecer entre ambas personas, no hay nada mejor a las palabras que un estrechon de manos y una mirada a los ojos en agradecimiento sincero.

    Un Fuerte Abrazo

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  17. Gracias "atipica"...
    Quien vive en soledad, suele hablar cuando recibe la visita de alguien.
    Muchas pequeñas cosas salieron a la luz de una exigua vela.
    Un fuerte abrazo

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  18. Apreciado William...
    Me encantaría que la mano estrechada tuviese como valor, el horno dado por un hombre de palabra y ese compromiso que se tenía con uno mismo de cumplir lo pactado.
    El mundo iría mucho mejor, sin duda.
    Un abrazo.

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  19. Hola, Jan. Todo un personaje este Don Martín, claro que el invitado tampoco es un tipo corriente como bien certifica el protagonista en su frase final. De encuentros así pueden surgir cosas bien emocionantes por cuanto se salen de los caminos marcados por la "civilización" y se adentran más es la exploración de la libertad. Me ha gustado mucho el relato y cómo me has llevado de la pluma por ese entorno para disfrutar de la compañía de este agradable anciano, que no lo debe ser tanto comparado con un sedentario occidental. Un abrazo.

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Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo