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lunes, 25 de enero de 2010

Raquel desnuda

Recuerdos de momentos vividos en los años setenta.

Camino por la “Plaza de Sant Jaume”. Despacio y sin mucha convicción. Llevo mi primera cámara réflex cogida de la mano. Dos carretes Ilford 400 en el bolsillo de mi chaqueta. Un tercero de 36 exposiciones recién colocado en la cámara. El objetivo, un 50 milímetros, muy luminoso. Sigo caminando y me fijo en la terraza de un bar de la misma plaza. Una sola mesa está ocupada. Veo a una señora estupenda tomándose lo que imagino un vermut. Me acerco y le pregunto directamente…
.- Disculpe señora, ¿me dejaría hacerle una fotografía a sus pechos?
Se levanta airada. ¡Clash! (Bofetón). Se aleja ofuscada. Balbucea algo que no entiendo sobre mi familia. Me acaricio la mejilla. Ha sido un buen bofetón.
Sigo caminado por la calle “Ferran”, camino de mi querida Rambla de Barcelona. Veo a una segunda señora, más estupenda que la primera. Ella está de espaldas mirando sin ningún tipo de vergüenza un aparador de lencería fina. No lo dudo ni un instante…
.- Disculpe señora. ¿Me dejaría hacerle una fotografía a sus pechos?
Se gira súbitamente. Su mirada no es presagio de nada bueno. Su gesto es más bien desagradable y me intenta agredir con su bolso. Empieza a gritar como una posesa y yo, pobre de mí me alejo con paso firme y decidido perdiéndome entre la multitud que camina un sábado por la tarde por la “Rambla dels Capuxins”. Las últimas palabras que pronunció se referían a mí como un degenerado. Pienso en ese refrán donde se dice que las apariencias engañan. Cuanta sabiduría en tan pocas palabras.

Camino dirección al mar sin saber muy bien a donde me dirijo. En dos ocasiones me giro, por si alguien me seguía. El corazón aun palpita de una manera anormal. Falsa alarma y la arritmia empieza a remitir. Vuelvo a pensar con claridad. Hay demasiada gente y no me atrevo a preguntar de nuevo. Entro en una calle a mano izquierda. Miro el rotulo de cerámica donde indica el nombre de la misma y leo calle “Escudellers”. Hay poca gente. Veo a una tercera señora, más estupenda si cabe que la segunda y mucho más que la primera. La observo mientras me acerco. Un señor habla con ella y espero impaciente a que termine. El hombre se aleja y al cruzarnos desvía la mirada como si no me hubiera visto, a pesar de la estrechez de la calle. Ella me mira y entonces veo la magnitud de su escote y el vestido tan ceñido que llevaba sobre su piel. No me pude resistir…
.- Disculpe señora, ¿me dejaría hacerle una fotografía a sus pechos?
Me miró con una sonrisa, que hoy en día, aun recuerdo. Aunque he de reconocer que su respuesta me dejo un tanto descolocado…
.- Depende del precio, mi vida.
Debí de sonrojarme porque a continuación apostillo…
Huy, huy, huy… creo que no te cobraré nada. Me gusta la timidez en los jóvenes.

Posdata…
Raquel, si por casualidad lees está entrada, te agradecería me dieras permiso para publicar alguna de las fotografías que le hice a tus pechos o nadie se va a creer esta historia.


Las imágenes de este blog están subidas a una resolución de 1024.
Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.

Si queréis ver el resto de la serie clicar aquí:
Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyride del autor

20 comentarios:

  1. Tal vez si le hubieses pagado los derechos, no tendrías necesidad de pedir permiso.

    Un abrazo patagón

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  2. MARE MEVA, QUIN XASCO TINDRIES POBRE JAN.¡¡¡

    SI HAGUESSIS ANAT DIRECTAMENT AL BARRI XINO, SEGUR QUE NO T ´HAURIA PASSAT AIXÒ.

    ETS MOLT BON REPORTER I FOTÓGRAF. DESDE VALENCIA ET SALUDO CORDIALMENT. Montserrat llagostera.

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  3. Bon dia Jan: No es rar veure les teves fotos publicades en altres bloggs. La d'avui es magnífica, ho emplene tot. Les paraules només son una historia sense importancia.

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  4. Estoy segura, querido Jan, que las dos primeras mujeres se quedaron con ganas de tu foto o, por lo menos, pasaron el día orgullosas y contando la anécdota a sus amigas.

    Una osada experiencia, amigo!

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  5. Increíble, Jan, lo que a tí no te pase ... Raquel!!!, allí donde esté, dale permiso mujer ...
    Gran procesado el de esta toma
    un fuerte abrazo

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  6. En la calle Escudillers podían pasar estas cosas, Jan.

    Habrá que localizar a Raquel para que te de el permiso. Estamos en ascuas.

    Tampoco entiendo muy bien la reacción de las dos primeras señoras estupendas.

    Más educación para la petición que tu mostraste, no se puede pedir.

    ¡Ja, ja, ja, ja!

    Un abrazo.

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  7. Estupenda la historia; pero tengo una duda, en esa época vivía yo por esa zona y no recuerdo ninguna terraza en la plaza "Sant Jaume", si me acuerdo de un "barezito" muy muy pequeño, que hacia unos Franfurt estupendos. Para creernos tu relato, como tu dices,no hay más remedio que nos enseñes los inmortalizados pechos de "Raquel", que seguro que tienen "grano", como mínimo dos.
    A lo del grano me refiero a que en esa época, como sabes ,estaba de moda (Kodac Tri X - Rodinal, etc).
    Nada, a la espera. Formidable trabajo el tuyo. Un abrazo.

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  8. Y si que nos dejas con la curiosidad...

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  9. Como tú mismo dices, es INCREÍBEL, pero algo me dice que CIERTO.
    Un abrazo

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  10. Buenos días, Jan Puerta:

    Me has hecho reír con tu mentira ingenua.
    La fotografía gana con el zoom.

    Saludos. Gelu

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  11. Preciosa fotografía querido Jan.

    En tu historia me he recreado mucho.

    Te dejo un fragmento de un poema de Tomás Segovia, no sé porqué...


    besaré tus pechos globos de ternura
    besaré sobre todo tus pechos más tibios que la convalecencia
    más verdaderos que el rayo y que la soledad
    y que pesan en el hueco de mi mano como la evidencia en la mente del sabio
    tus pechos pesados fluidos tus pechos de mercurio solar
    tus pechos anchos como un paisaje escogido definitivamente
    inolvidables como el pedazo de tierra donde habrán de enterrarnos
    calientes como las ganas de vivir
    con pezones delicados iridiscentes florales
    besaré tus pezones de milagro y dulces alfileres
    que son la punta donde de pronto acaba chatamente
    la fuerza de la vida y sus renovaciones
    tus pezones de botón para abrochar el paraíso
    de retoño del mundo que echa flores de puro júbilo
    tus pezones submarinos de sabor a frescura
    besaré mil veces tus pechos que pesan como imanes
    y cuando los aprieto se desparraman como el sol en los trigales
    tus pechos de luz materializada y de sangre dulcificada
    generosos como la alegría de aceptar la tristeza
    tus pechos donde todo se resuelve
    donde acaba la guerra la duda la tortura
    y las ganas de morirse.

    -

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  12. Una historia muy interesante y la fotografia hermosa muy artistica
    Te dejo mis saludos y un fuerte abrazo

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  13. Preciosa imagen,el texto impecable.
    Saludos

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  14. ja..ja. muy bueno....si hubiese sido yo te hubiese sorprendido con una sonrisa y te habría abierto el escote para que fotografiases mejor..

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  15. ja..ja. muy bueno....si hubiese sido yo te hubiese sorprendido con una sonrisa y te habría abierto el escote para que fotografiases mejor..

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  16. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  17. Propongo una recogida de firmas, para instar a Dña. Raquel a que permita que nuestro querido Jan nos demuestre gráficamente la veracidad de su historia (que yo no dude en ningún momento de ella), pero aprovechando el hecho, sacarle provecho. Un saludo amiguete, anduve liado últimamente con el tema Haiti, y no pude pasarme por aquí, tanto como quisiera.

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  18. jajajajaja...para que vean que no sólo fotografías excelentemente flores perros y hojas! ajajaja


    Veremos si Raquel te da permiso!


    un abrazo.

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  19. Bueno, ya sabes eso de "silencio administrativo" ¿no?... tú dale a Raquel algunos días más y si no responde pues a publicar (porque después de tantos años, seguro, le hará ilusión "recordar" cómo era su cuerpo).

    Bonita foto

    abrazos

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Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo