Bienvenidos

Cada día del año se publica una nueva entrada en este espacio. ¡Gracias! por vuestra presencia!

jueves, 10 de junio de 2010

La rueda continúa

Sancho entre dos paveses
“Harto de juzgar y dar pareceres”
Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.53


Cide Amete, nos sorprende con su preludio filosófico mahomético sobre el fin de las etapas. Su extraordinaria locución, es corta, concreta y concisa. Un verdadero acierto sobre un tópico demasiado extendido y que él, su filosofía y su voz en of, despacha de un plumazo aseverando que ningún gobierno es para siempre.
Sancho sorprende constantemente con su manera de pensar y de obrar. Sus pensamientos terminan con unas conclusiones que si bien parecen producto de la improvisación, son fruto de un rápido análisis sobre una situación que al final, termina por ser correcto.
Este capítulo por fin marca ese punto de inflexión de una situación que de por si se volvía insostenible. Literariamente, no daba para más. Hay separaciones en la ficción que pueden dar mucho de sí, pero esta era el colmo de los despropósitos.
Ese Sancho que se dejaba llevar por la inercia de la fama y el sueño de ser quien no es, accediendo a esa gloria de tener su propia ínsula, escalando socialmente, al tiempo que dejaba atrás su pasado labriego y ese honor de ser el fiel escudero de una locura andante, en parte propiciada por el mismo. En el capítulo de hoy, Sancho madura como persona aceptando la realidad de su condición. Los motivos reales, quizás sean lo de menos. Pero ese baño de humildad que se aplica a sí mismo es el mejor remedio para su maltrecho ego.
Cuando las cosas van mal dadas aboga por la presencia de Don Quijote quien sin duda lo solucionaría en dos paletas y poniéndolas en cobro. Sancho sabe hablar, pero se ve superado cuando tiene que actuar.
Me imagino la escena dirigiéndose hacia la cuadra donde reposaba el rucio. Ese encuentro tan peculiar que tiene la gente “sencilla” por hacer lo que corresponde cuando se dan cuenta de lo errados que estaban en su proceder. Esa vuelta atrás sin tener ningún perjuicio por lo que se deja, sino todo lo contrario, teniendo el apremio por recuperar aquello que nunca debió de perder.
Vemos en el capitulo una parle burlesca que ya cansa con la actitud de quien rodea a nuestros personajes, siempre con la sombra invisible de los duques sobre ellos. Pero tanto el inicio de Cide Amente como la resolución que adopta Sancho, son dignos exponentes de la grandeza y elocuencia que esconden las páginas manuscritas en su día por Cervantes.
Que grande fue Don Miguel.
Esperemos a ver como se completa el círculo en los próximos capítulos.


Factura que me sirve de punto de lectura...
En la visita que realicé a Curicó siguiendo los efectos del terremoto, visite parte del molino Don Quijote. El caso es que compré un saco de 50 kilos de harina, por aquel fetichismo innato que tenemos todos los que seguimos esta locura colectiva capitaneada por Pedro Ojeda. El caso es que ya tengo el saco rotulado y ya veremos si me da para hacerme con él un sayo o algo que pueda llevar. Sino a diario, si las fiestas de guardar.
La harina tuvo un coste de 15.000 pesos chilenos por 5 kilos. Una minucia si el precio lo aplicáramos en Europa. Pero aquí es una cantidad suficiente para tener internet durante 30 días. También se podría pagar una conexión de televisión por cable mensual o comer quince días. Comprar quince botellas de vino tinto joven de ese que no te provoca dolor de cabeza al día siguiente o cuatro kilos de carne de posta rosada. Tal vez ocho docenas de merluzas frescas recién pescadas o 150 huevos o Un kilo y medio de café brasileño o tres litros de aceite de oliva extra virgen….
En fin, con esa cantidad uno puede decidirse por bastantes opciones.
La harina en cuestión terminó en una pastelería (afortunadamente) donde se convirtió en dulces pasteles y tortas y también en pan según me consta.
Yo, con el saco, ya soy feliz.


Grabados quijotescos…
La imagen pertenece a la edición de 1921 de Don Quijote editada en Leipzig, Alemania. Las ilustraciones pertenecen a George Sholz, un controvertido pintor alemán cuya historia es digna de leer.
A pesar de trabajar al oleo durante su carrera realizo pequeñas incursiones en el mundo de la ilustración, como bien demuestra en esta edición del Quijote en 1921.
Por un lado, tenemos una original y muy onírica portada y contraportada y por otro lado, la representación grafica del eje central del capítulo, donde Sancho se enfrenta a un mal demasiado grande para si mismo, su propio miedo.





Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”

Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com

7 comentarios:

  1. Excelente entrada la tuya, Jan.
    El análisis es magnífico: me gusta especialmente cómo analizas la originalidad cervantina y lo insostenible de la aventura de Sancho que, además, le separa de su amo.
    Y esa factura...

    ResponderEliminar
  2. Excelente y maravillosa entrada.

    Buen sentir es este.

    Si, D.Miguel fue grande, ya lo creo que si.

    Un abrazo y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  3. Verdaderamente demasiado tiempo duró Sancho esta burla, que más que burla era una ofensa continua... pero hasta que no se reconoció a si mismo y cayó en su propia condición no dio marcha atrás....un agbrazo

    ResponderEliminar
  4. Qué buena utilidad la de esa factura para hacer un original marca-páginas muy acorde con la lectura.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  5. ¡50 kilos de harina! Con el saco te podrás hacer un frac por lo menos... Excelente tu análisis de este capítulo tan cruel con nuestro Sancho. Besotes, M.

    ResponderEliminar
  6. La separación deja un buen sabor de boca desde el punto de vista literario. El monólogo de Sancho con su burro es en mi opinión uno de los momentos más emotivos y con más fuerza dramática de la obra.

    Sancho hace buen juez pero pésimo capitán, para eso estaba DQ.

    La correlación del valor de las cosas es diferente a aquí. El aceite muy caro, o el Internet muy barato.

    Buena reflexión sobre la marcha de Sancho en busca de su amo.

    ResponderEliminar
  7. un lujazo de comentario e ilustraciones, en ésta tu entrada al capítulo.

    Me gusta cómo incides en la idea existecial de Cervantes y cómo lo pone en manos del "filósofo mahomético" (suena bien), quien supuestamente lo redacta a la perfección; con el círculo de las estaciones del año incluido.

    Achacoso, ya Cervantes, busca cualquier oportunidad para transmitirnos sus ideas de "viejuno cansado", haciendo un esfuerzo sobrehumano por acabar el libro. La mente, para encanto de nosotros, la tiene extraordinariamente lúcida.

    Felicidades por el saco de harina, espero que degustaras los dulces.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo