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domingo, 6 de junio de 2010

Panteón de sollozos oxidados


"De tanto llorar se termina por oxidar los lagrimales"


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"Pensamientos con imagen"

Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyride del autor

12 comentarios:

  1. Nos enseñaron tan solo a llorar, a poner la otra mejilla, a terminar oxidados, faltos de movimiento y de acción. Cómodos y pecadores tan solo lloramos esperando que un milagro nos cambie la suerte.

    “De tanto llorar se termina por oxidar los lagrimales” y se seca el alma sin salvación posible.

    Que gran verdad.

    Un abrazo grande.

    HologramaBlanco

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  2. ES MOLT BONICA LA FOTOGRAFIA.

    ELS CREIENTS, TENIM UNA ESPERANÇA LA SEVA RESURRECCIÓ.

    UNA ABRAÇADA, Montserrat

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  3. Hola Jan Bon dia: Una creu més amic, encara que estigui revellada, es una creu. Tenim tantes coses rovellades, en la nostra vida cotidana!. Entre elles la Fé. Per reflexionar i analitzar-ho.

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  4. Y yo que siempre creí que las lágrimas eran el aceite del alma...

    Yo en esta imagen no veo óxido sino algo así como un derrame de luz sólida.

    Un abrazo, Jan.

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  5. Es mejor no llorar y hacer lo posble por tirar hacia delante con los ojos secos...de otra forma, el agua oxidada no nos dejará ver el camino.

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  6. y es cuando salen las lagrimas que se liberan los sentimientos...

    cada una de ellas es un sentimiento desprendido.

    las lagrimas son como los besos, salen o se dan cuando el motor del amor los mueve.

    biquiños :)

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  7. Y como diría Tagore:
    "... las lágrimas impedirán que veas las estrellas"
    Saludos

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  8. A mi, la imagen me sugiere fe.

    Y las lágrimas, pueden ser buenas para nuestro espíritu. Depende de porqué o por quién las derramemos.

    Un abrazo.

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  9. Y tanta necesidad hay de llorar ...
    Eres de ver más allá de la propia fotografía.
    un fuerte abrazo

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  10. hasta el dolor, querido Jan, cuando se enquista es óxido

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  11. y si, de tanto llorar esta semana se me oxidaron hasta las lágrimas, no sólo los lagrimales.

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  12. Óxido y lagrimas, escaparate de vida, a veces con los cristales rotos.

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