Hoy, en esta serie de haciendo amigos quiero presentaros a cuatro de ellos que desgraciadamente no recuerdo sus nombres. En uno de mis traslados, extravié dos pequeñas libretas. En una de ellas tenia anotados sus nombres y algún que otro detalle en referencia a las imágenes de ese día. Los recuerdos sobre lo acontecido mas o menos se recuperaron en su momento, pero los nombres creo haberlos perdido a menos que un día de estos, alguna parte de mi cerebro me de una sorpresa repentina.
Para mi es una imagen muy especial…
Para mi es una imagen muy especial…
Podéis hacer un clic sobre ella para verla a mas resolución
En una exposición audio visual que acompañaba una charla coloquio en la cual participé hace ahora unos dos años, esta imagen formaba parte de la misma.
El pase de las imágenes estaba abierto a las preguntas que suscitaban las mismas. Una vez finalizado el mismo, entramos en un dialogo comentado sobre cada imagen que se había visto.
En total pasé cincuenta fotografías que representaban un poco de mi viaje.
Una de las personas que asistieron, me preguntó sobre que imagen de las que había presentado tenía mas presente. Y puntualizó…
.- Normalmente los fotógrafos terminan por olvidar buenas imágenes en un cajón. Pero siempre hay alguna, cuyo recuerdo la haga especial.
Le contesté sin dudarlo…
.- La numero treinta y siete que titulé… ¡Cuatro maneras de sonreír la vida!
Es una de esas fotografías que uno siente como especiales. Sus detalles me siguen teniendo presa del momento como si la imagen fuese atemporal. Realizada en este preciso instante. Tiene tanto para observar...
Todo esto me lleva a reflexionar de nuevo sobre mi trabajo fotográfico. Se que mi carácter nómada e itinerante hace difícil el poder exponer todo mi trabajo en las condiciones que me gustaría verlo. Es posible que muchas imágenes nunca lleguen a ser publicadas y se pierdan en el olvido. Y eso, me duele.
El pase de las imágenes estaba abierto a las preguntas que suscitaban las mismas. Una vez finalizado el mismo, entramos en un dialogo comentado sobre cada imagen que se había visto.
En total pasé cincuenta fotografías que representaban un poco de mi viaje.
Una de las personas que asistieron, me preguntó sobre que imagen de las que había presentado tenía mas presente. Y puntualizó…
.- Normalmente los fotógrafos terminan por olvidar buenas imágenes en un cajón. Pero siempre hay alguna, cuyo recuerdo la haga especial.
Le contesté sin dudarlo…
.- La numero treinta y siete que titulé… ¡Cuatro maneras de sonreír la vida!
Es una de esas fotografías que uno siente como especiales. Sus detalles me siguen teniendo presa del momento como si la imagen fuese atemporal. Realizada en este preciso instante. Tiene tanto para observar...
Todo esto me lleva a reflexionar de nuevo sobre mi trabajo fotográfico. Se que mi carácter nómada e itinerante hace difícil el poder exponer todo mi trabajo en las condiciones que me gustaría verlo. Es posible que muchas imágenes nunca lleguen a ser publicadas y se pierdan en el olvido. Y eso, me duele.
“Haciendo amigos”
Preciosa imagen, 'janpuerta'. No me extraña nada, nada, nada que sea una de tus preferidas.
ResponderEliminarAh, y el título MUY BUENO.
Un abrazo, viajero.
La niñez, se disfruta una vez se ha pasado o incluso en diferido a través de otros.....
ResponderEliminarAprendamos de ellos. Y sonriamos.
ResponderEliminarEl título es perfecto paraacompañar esas sonrisas! jejeje...y en verdad es muy rica para el análisis.
ResponderEliminarMe imagino que para alguien que trabaja con la imagen la posibilidad de atrapar gráficamente un momento conlleva una gran satisfacción que revive al volver a mirarla. Nos pasa a cualquiera de nosotros, simples aficionados que buscamos conservar algo de nuestros viajes para poder recordarlos aunque pase el tiempo.
Gracias por compartir imágenes y anécdotas tan sentidas.
saludos!
Preciosa imagen y precioso momento, tanto el vivido por ti como el vivido por estos cuatro chavales...
ResponderEliminarUn abrazo
Jan, cuando llegue el momento de que vean la luz en papel impreso...avísame.
ResponderEliminarSabes, en estos días en los que la falta de infancia ha marcado a alguien que se acaba de ir, ver sonrisas de niños es un gran bálsamo.
J.
Seguramente se pierden muchas cosas que hacemos, no solo nuestro arte, sino que cartas, palabras, recuerdos, miradas, besos, brindis, cuartos, rutas, kilómetros, eso es parte de la vida, y si bien duele, hay cosas que son de uno y mueren en uno.
ResponderEliminarSobre esa cantidad de fotos tenes, mientras no pierdas los originales siempre quedara un posibilidad que la veamos, quizás falten tus palabras, tu aclaración, tu guía, tu sentir y sentido de la misma, pero podremos verla y eso alcanza. Las que se pierdan en el tiempo y el espacio que sean disfrutada por aquellos que hace tiempo dejaron de ser materiales.
Sobre la foto en particular, que bellas fotografías y estoy de acuerdo que es una de esos momentos que vale la recordar y reconocer, esta es una buena foto y en esta foto yo por lo menos puedo ver la clase de persona que sos en toda su extensión (claro que se me pierden un millón y medio de cosas que te hacen, pero esta foto, esta mirada dice mucho más de lo que crees). Esas sonrisas nos enseña mucho, nos enseña que ser niño es particularmente bello, que carecer de muchas cosas no tienen porque deprimirnos, que juntos es mejor que solos, que amigos son los amigos.
Como dice Pedro, tendríamos que aprender más de ellos y sobre todo de vos.
Un saludo.
HologramaBlanco
Me encanta la manera de sonreir del segundo cuate; el que levanta el pulgar y sujeta la pelotita verde: ¡Diste en el clavo! te está diciendo.
ResponderEliminarAlgo más que una simple huella dactilar!
ResponderEliminarNo m'extranya que li tinguis un afecte especial per aquesta imatge, ja que m'imagino que deu ser molt intens el record que et porta, d'haver estat al costat d'aquests nens i haver compartit un trosset de les vostres vides.
ResponderEliminarUna abraçada.
Amigo Jan, una exposición de tus fotografías de nómada es seguro una proyección de vivencias, de situaciones y de retazos de la vida pura. Pero más me alegraría saber de una publicación tuya en formato libro de fotos, yo sería uno de los muchos que sin dudarlo adquiriríamos un ejemplar.
ResponderEliminarBella imagen, refleja todo lo que es la infancia
un abrazo
Creo que no hay nada más bello que la risa o la sonrisa de un niño. Así que, si multiplicamos por cuatro, como es el caso, no me extraña en absoluto que esta imagen sea una de las que rescatarías para tu recuerdo perenne.
ResponderEliminarUn abrazo.
cuatro sonrisas a tomar como ejemplo. A veces una fotografia es capaz de dejar un rastro, no solo en quien la hace, sino tambien en quien la ve. ¡Quien pudera mantener en su retina todas aquellas imagenes que desearia! sin embargo las hay que no se borran, esas, que pueden ser distintas para cada uno, son las grandes fotografias, las que trasladan algo mas que imagenes. Ojalá pudieras exponer todo tu trabajo, seguro que hay fotografias capaces de permanecer grabadas en la mente de muchos, durante mucho tiempo.
ResponderEliminarSaludiños.
Afrontar la vidaq con una sonrisa...desde luego es la mejor manera de llevarla e interpretarla...un abrazo
ResponderEliminarcreoq ue en este caso imporanta mas las sonriss que los nombres, un estupendo retrato
ResponderEliminaruna estupenda idea la de la serie
saludos
¡Preciosa instantánea!
ResponderEliminarSe les vé felices aunque no tengan muchos motivos para ello.
Me ha gustado.
Un beso.
Me encanta Jan. Es una imagen tierna y dura a la vez. Los niños, niños son y no pierden por ello esas sonrisa. Espero que no sean muchas la que se pierdan Jan. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que con la fuerza de la imagen, y lo que transmite, los nombres pueden obviarse. Fantástica fotografía!!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitarme!!
BESOTES Y BUENA SEMANA!!
Precioso momento y precios aimagen para disfrutr de ella con una sonrisa
ResponderEliminarTe comprendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminarNiños con los pies descalzos, y sonriendo felices.
La infancia de los pobres, cuando toda la felicidad es jugar, ganar a las canicas, encontrarse con los amigos, reir,... y quizás comer a diario.
¡Cuántas cosas nos dice tu imagen!.
Fijate en la alegría picarona del que ha conseguido el triunfo de quedarse con la pelota verde pinchada!.
Saludos. Gelu
P.D.: El encontrar o no editor, debiera de perder su importancia para tí. Hoy en día, internet consigue que un gran número de personas vean nuestros trabajos. Y en tu caso, tus fotografías e historias, reciben respuesta.
Es una imagen preciosa, en lo personal me gustan estos retratos, son los que quedan plasmados no sólo en nuestro recuerdo, sino también en el corazón.
ResponderEliminarYa habrá una razón para ir sacando esas fotografías del cajón.
Abrazos