Palabras duras… de corazón.
Creo que todos deberíamos de romper el Gulag que llevamos dentro. Solo así entenderíamos nuestra propia miseria.
Al fin y al cabo somos prisioneros de nuestras emociones, de nuestro entorno, de nuestro propio miedo y de todos los aconteceres tras los cuales nos justificamos.
Bueno sería gritarnos un ¡hasta aquí hemos llegado! Tras el cual deberíamos romper con lo establecido por nosotros mismos. Empezar nuestro mundo sin reglas, sin ataduras, sin presiones de ningún tipo. Donde despertar cada día, fuese un sencillo nacer de nuevo.
Pero… acaso estas medidas ¿no implicarían ser prisioneros de nuestra propia libertad?
“Pensamiento apáticos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
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Tal vez, Jan, pero en cualquier caso, ¡FUCK THE REGULATIONS!
ResponderEliminarMás vale ser prisioneros de algo tan hermoso como la Libertad que de este Gulag que, reconozco, nos tiene atrapados..
ResponderEliminarMe confieso cobarde...inch'allah tuviera la valentia de hacer lo que dice Fernando...
Impresionante foto que acompaña tu valiente Texto...
Un avbrazo, Jan..
es un texto contradictorio, todos apoyamos la libertad y estamos en contra del GULAG con mayúsculas pero amigo las reglas no pasan de ser mas que unas normas de comportamiento que el mundo civilizado se ha venido dando a si mismo desde el inicio de los tiempos para facilitarnos la convivencia, otra cosa es que el afan regularizador de algunos nos resulte asfixiante a muchos. viva la libertad!! por cierto me gustó mucho el texto de tu entrada anterior.
ResponderEliminarSomos presos en cadena: de nosotros mismos, de la sociedad en que estamos inmersos, del planeta, de todo el cosmos....
ResponderEliminarLa peor libertad, desde luego, es la que no se tiene, la impuesta por nuestro propio gènesis.
Entonces es impotencia y esclavitud: producida por nuestras carencias innatas, por nuestro "no saber" nada.
Pobres seres somos, tan indefensos y al mismo tiempo tan nocivos para con los demàs y nuestro entorno.
Jan, me preguntò un amigo que si tù eres el que participabas en el programa de Concha Garcìa Campoy en la Cuatro, creo: casualmente se llamaba Jan Puerta aussì.
Te dejo un abrigado abrazo.
Yo no lo plantearía como ser prisioneros de nuestra propia libertad sino responsables de nuestra propia libertad que es algo más interesante , buena foto ! el límite entre el adentro y el afuera besos
ResponderEliminarEl "Gulag" que llevamos dentro, lo tenemos que romper y solo se rompe cortando las cadenas. La libertad es un concepto muy valioso para dejarlo escapar. Solo tenemos una vida y ¡hay que vivirla! (sin hacer mucho daño a los demás). Besotes, M.
ResponderEliminarEn efecto, querido Jan: es la peor de las prisiones.
ResponderEliminarMuchos de nosotros somos prisioneros de nuestro modo de vida, de esta sociedad, de este gobierno, se esta capitalizacion.
ResponderEliminar¿somos felices?
Hermoso y emotiva entrada.
ResponderEliminar"Somos prisioneros de nuestras emociones, de nuestro entorno, de nuestro propio miedo y de todos los aconteceres tras los cuales nos justificamos..."
Asi es. Yo no lo hubiera dicho mejor, amigo Jan.
Y es una dura prision esa, ya lo creo. Bendito aquel que decide romper y, como bien dices...empezar, renacer, de nuevo.
Todo es tan sencillo y tan comnplicado al mismo tiempo...
Me encanta tu sentido de la humanidad, querido amigo.
Un abrazo...!
Somos incapaces de ser libres...el ser humano debe atarse a una falsa libertad para sentirse más libre....la libertad real es invivible.
ResponderEliminarJ.
Somos prisioneros de las normas que nos implantamos a nosotros mismos. Por eso hay que saber volar
ResponderEliminarDespertar y romper de las ataduras impuestas, marcando unas reglas básicas de comportamiento, respeto y solidaridad, no nos convertiría en nuevos prisioneros, todo lo contrario, nos realizaría como seres humanos y nos enriquecería como seres sociales.
ResponderEliminarExcelente Fotografía para ilustrra una gran reflexión que da para mucha conversación, larga, junto a una taza de café ...
Un abrazo
Me gusta lo paradojico de tu texto.
ResponderEliminarTodo tiene su lado de mirarse.
Muy buena la foto, abrazo
Se crea el propio gulag como reacción al miedo a la libertad y eso es lo peor que le puede ocurrir a una persona. Lo curioso es que nos da menos miedo defendernos de los que nos quieren quitar la libertad que defendernos de nuestras propias ataduras. No todo el mundo sabe lo que es la LIBERTAD con mayúsculas, que surge de nosotros mismos.
ResponderEliminarBonita reflexión.
Besazos.
Hola Jan, me ha alegrado mucho tu visita. Y conocer tu blog, aún me queda el otro.
ResponderEliminarSaludos.
Ufff, Dios mío!
ResponderEliminarEste mucho mejor. :)
Como dice los propios prisioneros del Gulag..es un "triturador de carne".
ResponderEliminarJustificaciones
ResponderEliminarexcusas
limites...
Suscribo en su totalidad lo manifestado por Ripley y en parte lo hecho por Ángel Corrochano.
ResponderEliminarNo soy nada partidario del acratismo. La sociedad y nosotros mismos debemos imponernos unas reglas de conducta basadas en el respeto a los demás.
Es la Libertad y no el libertinaje a lo que debemos aspirar y, muchas personas no saben delimitar la frontera entre ambos conceptos. Nuestra libertad debe concluir justo donde comienza la libertad de los demás.
Otra cuestión sería el debate de si las reglas impuestas son excesivas.
Un abrazo.
En nuestro caminar dejamos unas ataduras para aferrarnos a otras, sera que no podemos ser 100% libres, me ha hecho reflexionar la última frase con la que cierras el post, seremos prisioneros de nuestra propia libertad ?
ResponderEliminarNo sabes como me ha gustado tu fotografía, preciosa
Te dejo mis saludos y un fuerte abrazo.