Pocas veces reparamos en la gran sabiduría de la naturaleza. Las hojas caducas caen al suelo. Un leve balanceo incontrolado, a veces acompañado de la brisa, hace que se depositen una a una sobre la tierra. Creando un manto inconfundible de formas, colores, líneas y composiciones visuales. El color ocre predomina. Sus colores complementarios hacen bien su trabajo dotando a la escena de una luminosidad sin par.
La humedad suele apoderarse de ellas y terminan sucumbiendo a las inclemencias del tiempo, transformándose en un abono impagable. Un sustrato lleno de todos los nutrientes necesarios, para que la primavera albergue de nuevo la vida en esos parajes, donde la tristeza se apodera del alma y esta, se llena de melancolía como si fuese parte de la estrofa de un tango.
Mientras tanto, las últimas hojas penden de una rama. Observan su propia metamorfosis a unos seis metros de altura. Sin prisa por perder su privilegiada situación, se aferran con ahínco a su último nexo con el árbol, antes de formar parte de la esencia casi metafísica en que terminaran convirtiéndose.
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“Pensamientos con imagen”
Copyright © By Jan Puerta 2009
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Que vols que et digui Jan, Dos retrats impagables, imposibles de millorar i increïbles per la seva gran qualitat. Enhorabona!
ResponderEliminarPero caen JAN, al final caen. La vida y la muerte se complementan, la una necesita de la otra. Unha apreta
ResponderEliminarQue delicadeza estás mostrando en esta serie. Si en blanco y negro eran fotografía llenas de emoción y sutíl elegancia, ahora en color, cobran un significado especial, lleno de sentimientos, recuerdos, vivencias, cobran vida ...
ResponderEliminarun abrazo Jan
Es el ciclo de la vida, Jan.
ResponderEliminarHay que morir para que la vida renazca. La Naturaleza es muy sabia y cumple ese ciclo sabia e inexorablemente.
Formidable fotografía. Su grandeza está en la sencillez.
Un abrazo.
bello posta Jan. me gusta el otoño, es algo especial y melancólico...
ResponderEliminarLey de vida, morir para renacer.
ResponderEliminarBella entrada Jan!
Besos
Dejar morir aquella parte que no nos sirve para dar paso a un nuevo renacer. Hagamos caso a la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosa entrada, tanto la foto, con una luminosidad muy lograda como el magnífico texto, lleno de sensibilidad, que nos ofreces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jan, una bellísima fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo. Elsa
Esa es la vida querido Jan, siempre pendiente de un hilo, de un leve nexo con la vida.
ResponderEliminarLa foto me encanta (como siempre) pero esta me recuerda a montones que tengo similares.
Un beso!
" se aferran con ahinco"... como si de eso dependiera su ser en el mundo un minuto más... para que tu pudieras captar su belleza con la lente y hacerla eterna.
ResponderEliminarHola Jan tu entrada da que pensar , en la vida y la muerte, pero lo maravilloso es que cada primavera la vida vuelve a brotar con savia nueva , y todo tiene un esplendor de luz y vida. bella entrada , un saludo de MA .
ResponderEliminarLa foto es genial!! Tan simple y con tanto contenido al igual que la entrada formaste un gran complemento.
ResponderEliminarBesos desde este rincón.
por eso mismo el ser humano se ha convertido en algo extraño en la naturaleza
ResponderEliminarQué lejos andamos de la naturaleza.
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