Bienvenidos

Cada día del año se publica una nueva entrada en este espacio. ¡Gracias! por vuestra presencia!

martes, 14 de abril de 2009

Adobe azufrado

Azufre


El averno esta rodeado de muros. Supuran azufre. No podía ser otro material. Gracias a ellos, las almas condenadas a una eterna lujuria son mantenidas a buen recaudo. No hay ventanas ni puertas. Una vez dentro no es posible salir. Se entra etéreamente. No hay más que decir al respecto. En uno de mis paseos sin destino aparente, me encontré con una construcción que me llamo mucho la atención.
De sus paredes el color verde suele seducir a los más inquietos. Yo, simplemente me dejé llevar por la curiosidad y acerqué la oreja… escuchando una música en el interior. Me sedujo. Me sentí marinero que perdía el norte en los brazos de una sirena. Me atrapó como lo hace la libido a la pasión. Sin darme cuenta, entré abducido por algo inesperado que me dejó encerrado tras los ladrillos de adobe azufrado. Unos labios carnosos besaban mis entrañas mientras mis ojos dejaban escapar lágrimas placenteras. No recuerdo como salí. Pero sigo recorriendo sus muros mientras mi oído busca perplejo cualquier indicio de alboroto en el interior. Se que es la única manera de volver a entrar…

“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.

15 comentarios:

  1. Menos mal que te fijaste más en el sonido de la pared que en el olor.

    ResponderEliminar
  2. Pues no parecía el infierno, de todas formas no me importaría tener la dirección...por si escucho algo.

    ResponderEliminar
  3. Si te causó tanto placer, no es un mal sitio, no??? jejeje;)

    UN BESAZOOOOO¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Creo que todos iremos por ahi escuchando las paredes para obtener una experiencia similar, jeje, saludos.

    ResponderEliminar
  5. La tentación es fuerte siempre, se entra al infierno con tan solo dejarnos llevar por nuestros deseos. El azufre es tan solo para despistar, al infierno se lo encuentra fácil, solo hace falta levantar la cabeza y abrir los ojos, somos parte del infierno, cuando gozamos, cuando sufrimos, cuando matamos.

    Ojala vuelvas a probar las mieles sufridas del infierno. De seguro pasaste un buen momento.

    Un saludo.

    HologramaBlanco

    ResponderEliminar
  6. Terrible texto!
    Me encanta lo que escribiste con esta fotografía, esa manera de sentirlo, es increible. Es mas, hasta te diría que me siento motivada a salir a la calle y empezar a agudizar mi oido para poder entrar en algun lugar extraño.

    saludos!

    Sach

    ResponderEliminar
  7. averno placentero, buen lugar el que hallaste

    un abrazo, Jan

    ResponderEliminar
  8. PD. ese color azufre tan difundido en las paredes de tantos lugares...

    ResponderEliminar
  9. Me ha gustado la imagen pero el texto más ;)

    ResponderEliminar
  10. Yo más bien creo que llevas a cuesta la pared y son sus oídos los que te escuchan.
    Bello texto.
    Un abrazo
    Gizz

    ResponderEliminar
  11. Ah, si, bueno, son los ladrillos con los que hice mi casa.

    ResponderEliminar
  12. Pues yo al azufre le tengo enchufe; me gusta. Cuando era chaval iba con unos amigos a los que jamás olvidaré a comprarlo a una droguería antiquísima donde lo vendían a granel. Y con él, con salitre y con carbón vegetal hacíamos polvora con la que después fabricábamos petardos y hacíamos maldades sin cuento. El azufre, qué gran mineral, ya lo creo..

    ResponderEliminar

Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo