En la calle Independencia de Valparaíso, concretamente en el numero 2381, los hermanos Aguirrezabal, regentaban su ferretería desde hacía más de cuarenta años.
Los hijos de ambos no quisieron seguir con la tradición familiar y optaron por otras profesiones más acordes a sus inquietudes.
Un buen día, ambos hermanos decidieron cerrar su negocio. Tuve el privilegio de compartir los últimos momentos de su negocio el día que los nuevos propietarios del material subastado vinieron a buscarlo.
La ferretería se llamaba… “La Paloma”.
Los hermanos Aguirrezabal son del norte de España de nacimiento. Porteños de adopción y de corazón.
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Una bella fotografía inmortalizando los últimos coletazos de este negocio familiar, una bella y típica imagen que gana fuerza con tu procesado en blanco y negro. Un fuerte abrazo Jan
ResponderEliminarMuy emotiva fotografía de lo que supongo que tuvo que ser todo un derroche de emociones para estas dos personas, tiene que ser duro ver que se desvanece parte de lo que ha sido tu vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Jan comparto procedencia con estos hermanos, aunque por el apellido que tienen diría que no son de mi misma región.
ResponderEliminarMe gusta la esencia que tiene esa ferretería, mostradores y estanterías de madera, como antaño.
Donde vivo, hay una tienda de comestibles que también es así, conservando la estructura que iníció el abuelo de quienes ahora trabajan allí y me encanta ir e imaginar como serían aquellos tiempos.
Besos.
Seguro que se sentiran raros ahora que su negocio termina,toda una vida dedicada al trabajo y de pronto todo se queda en nada,les queda buscar nuevas ocupaciones.....
ResponderEliminarMe recuerdan mucho una antigua ferreteria que habia en mi pueblo, los unicos que tenian todo lo que se les pedia...
Bonito recuerdo...
Besos
Horas y horas de vuelo de la paloma y ahora a descansar.
ResponderEliminarUna pena que sitios como el que nos muestras no tengan continuidad.
Lo mejor para los hermanos Aguirrezabal que no deben de ser de muy lejos de donde yo vivo.
Un saludo Jan
Cada retrato, un capítulo de un relato llamado vida.
ResponderEliminarSaludos
Y en sus ojos se percibe que llegó la hora de partir...
ResponderEliminarBuenísima fotografía,amigo.
ABRAZOS!
Buena toma y emotivo reportaje....tiendas de antaño con encanto e historia..y lastima que se pierdan estos negocios que son la verdadera esencia del comerciante puro y duro....buen trabajo jan...buena semana.
ResponderEliminarBird.
hermosa foto!!!!!!
ResponderEliminarQué pocos comercios quedan ya con el sabor de antes. Ahora todo es igual, en cualquier ciudad, en cualquier país.
ResponderEliminarTe iba a decir, según vi la foto, que estaba un poco desolada pero leyendo el texto me ha quedado todo claro. Bonita foto y muy naturales los gestos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha recordado a Darín y su personaje en Un cuento chino...¡qué gozada de película!
ResponderEliminarBesos
· Una gran foto, no sólo por su extraordinario procesado, de lujo, sino por la calidad y calidez humana que emana de ellas. Dos fantásticos personajes.
· un abrazo
CR & LMA
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Una foto realmente histórica.
ResponderEliminarGenial la composición lograda.
Un blanco y negro de lujo.
Abrazos
No podía deixar passar de llarg aquesta fotografía amic.
ResponderEliminarLes fotos, supose que són com els fills, espere que no t'enfades si et dic que és una de les fotos teves més bonica que he vist fins ara...
Aquesta i la de Mónica per supost.
Ser còmplice permet que l'art suti sol, flueix i es desparrama per tot arreu...
Una abraçada Jan.
Dos héroes anónimos -hasta ahora.
ResponderEliminarEl dejar un trabajo que ha sido tu razón de ser en la vida, es muy duro. Tu lo has inmortalizado además con una imagen en blanco y negro.
ResponderEliminarUn saludo
Qué gran documento. Siempre digo lo mismo y muchas veces la gente no lo entiende. Cada instante por más insignificante que sea, es único e irrepetible y solo el tiempo le da el verdadero valor. Cuánto más si ese instante congelado en la imagen, corresponde a cambios de situación, finales de etapa etc. Muchas veces me pasa a mi mismo de no darle a la situación la trascendencia que tendrá dentro de uno años cuando pueda ver la fotografía y recordad ese momento, algo imposible sin hacer click pensando que no hay nada por captar porque es "cotidiana".
ResponderEliminarSaludos.