Viene de ayer...
Una vez a bordo, me dejo llevar durante unos minutos por los recuerdos que surgen de un pasado no muy lejano…
Navegar a vela, es un acto que nos permite emular imaginativamente a cualquier héroe legendario con los que crecimos aquellos que pasamos de los cincuenta. Héroes que viajaban en goletas y bergantines y nos acercaban todo un mundo, lejano y fantástico a través de unas cuantas hojas de papel.
Hoy en día las cosas han cambiado, y no precisamente un poco. No obstante aun se puede soñar en la proa de cualquier buque emulando a los protagonistas de la película Titanic, pero intentando tener un mejor final.
Si además tenemos la posibilidad de hacerlo en un velero, navegando con todo el aparejo desplegado y las velas denominadas foques, cubriendo tu cabeza, la sensación obtenida es tan difícil de explicar que por eso os dejo esta imagen y un corto video de menos de un minuto.
Son sensaciones difíciles de explicar y fáciles de sentir. Al menos, por unos momentos recordé mi alma de marinero, aferrado a la proa de un velero que durante algo más de un par de años me dio una libertad que había olvidado en su momento.
La entrada de hoy es muy personal. Una introspección en mí mismo. En esa alma de marinero que hacía alusión hace un momento. Una pequeña licencia que me permito comentando estas entradas dedicadas al arribo del Esmeralda a Valparaíso.
Junto con la imagen os dejo un pequeño video de 16 segundos grabado al tiempo que hacia la fotografía. Del video, en parte tiene la “culpa” el bueno de Paco Elvira que hace unos días me dijo “todo es empezar” ante mi negativa a filmar con la réflex.
Mañana la tercera parte.
Clicar aquí para ver la serie completa:
Copyright © By Jan Puerta 2011.
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
La foto, el texto son una delicia.
ResponderEliminarY el video pone en el exacto lugar y momento, es como verte hacer la toma.
Gracias.
El mar se ve algo revuelto Jan, la imagen es preciosa desde el punto de vista donde ha sido tomada se abre una inmensidad ante los ojos en este mar azul. Me gusta el mar y los barcos pero nunca me he sentido atraído por la vida marinera, tiene que ser muy dura. Un abrazo Jan
ResponderEliminarESPECTACULAR,Jan!!!
ResponderEliminarPara PREMIO, de verdad.
ABRAZOS MILES.
MUY AGRADADA CON ESTE POST.
ERES UN ARTISTA.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBellísimas tus fotos.
ResponderEliminarSiempre es un placer pasar por aquí.
Saludos.
Como dices muy bien Jan, todo es empezar. Yo también comencé con un pequeño video desde mi ventana en que el viento movía las hojas, y el sonido era el mismo.Es un buen principio.
ResponderEliminarPor cierto, veo que entre los comentaristas de tu blog ha aparecido un viejo conocido ¡Cielos!
Esplendido video amigo. Una maravilla de experiencia esa de viajar a vela.
ResponderEliminarUna foto preciosa con un encuadre genial.
Un abrazo
Hola Jan, vera como te animes a realizar pequeños vídeos y el cojas el gusto.
ResponderEliminarEs como ir en el propio barco junto a tí.
Un abrazo
Esa fotografía da idea de la grandeza del velero.
ResponderEliminarMe gustó "sentir" el aire del vídeo... una de mis más preciadas experiencias ha sido navegar en velero; ese silencio inmenso roto por el 'chop' del agua contra casco y el viento en la cara es incomparable te eleva...
un abrazo :)
Viento en popa ... a toda vela !!
ResponderEliminarVeo que el comentario del viejo conocido ha desaparecido. Es lo que tienen los Trolls, aparecen y desaparecen.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay que probar siempre. Tal vez este vídeo sea sólo el principio...
ResponderEliminarMe encanta la foto, se aprecia el poderío del Esmeralda.
BsoT.